Revenge - {Justin Bieber & Kendall Jenner}

Capítulo 3

Bienvenue à Paris, princesse.

- Kendall ven a subirme la cremallera del vestido - dijo Hailey.
Estábamos en el hotel, casi terminando de arreglarnos para ir al desfile de moda de Channel

- ¡Voy! - grité desde el otro lado de la suite. Me acerque a ella. Llevaba un largo vestido rojo precioso.- Ya esta - dije cuando hube terminado.

- Gracias - dijo sonriendo - ¿Te pondrás ese collar tan caro de tu madre?
Hailey se refería al collar que me regaló mi madre antes de que le diagnosticaran cáncer de pulmón. Era un collar valorado en millones de dolares por sus zafiros azul intenso y sus diamantes. Ella una vez me dijo que en aquel collar estaría ella siempre para cuidarme.

- No estoy muy segura..¿Y si me lo roban? Sabes lo mucho que significa para mi.. - Se me quebró la voz sin poder evitarlo.

- No llores - Me abrazó Hailey - Sabes que donde sea que esté ella ahora, estará muy orgullosa de ti y tendrá muchísimas ganas de que lo lleves esta noche.

- ¿Sabes qué? - Dije secandome las lagrimas - Tienes razón - Caminé hacía la caja fuerte de la suite donde había guardado todas las cosas de valor y saque una caja de tela negra. Dentro de ella se encontraba el collar, tan precioso como la vez en que lo vi colgado del cuello de mi madre.

- Estás preciosa - dijo Hailey mirándome desde el espejo.

- No te quedas atrás cariño - dije riendo.

- ¿Nos vamos? - dijo cogiendo su bolso de mano. Asentí y me enganché en su brazo.

Salimos del hotel y fuera estaban Daniel y el señor Dómine esperandonos.

- Señoritas - dijo abriendonos la puerta.

- Gracias - dijimos en unísono.

Entre en la limusina pero Hailey se quedo afuera.

- Daniel, ¿podrías más tarde recoger algunas maletas que he dejado preparadas en la suite? Me iré unos días con unos familiares y me gustaría salir después del desfile. - La escuche decir. - Muchas gracias. - Luego de decir eso se sentó a mi lado.

- ¿Con quién te vas? - Pregunté extrañada.

- ¿No te acuerdas? Te dije fuera del restaurante que me encontré a mi primo que vive cerca de París. - Frunci el ceño sin recordar. ¿Fuera del restaurante? Fue cuando vi a ese chico... Oh, mierda. Hailey prosiguió. - Me invito a quedarme en su casa unos días ya que llevo años sin verles y me dijiste que no te importaba.

- Oh si, no te preocupes. Estaré bien. - Sonreí sientiendome un poco culpable al no haberle prestado atención en el restaurante.

La ciudad de Paris era mucho más bonita de noche, la gente paseando, las luces, los niños, los ancianos...

Salimos del coche y lo primero que hice fue chocar con unos enormes ojos color mieles ya conocidos para mí, pero... ¿Donde? ¡Si! Era el chico del restaurante.. ¿Pero que hacía aquí? Un escalofrio recorrió mi espalda al verle, su expresión era neutra algo que realmente asustaba.
Me tropecé saliendo de mis pensamientos.

- Mierda - maldecí al ponerme un vestido con una cola tan larga.

- ¿Necesita ayuda? - Choqué con unos ojos color verdes.

- Si no es molestía.. - dije y cogió la cola de mi vestido para ayudarme a caminar. Le sonreí y cambié la dirección de mi mirada para poder ver al chico de ojos mieles pero ya no estaba.

- Le gusta desaparecer - susurré.

- ¿Perdona? - Dijo el chico de ojos verdes.

- Decía que no te conozco, ¿Como te llamas? - Sonreí con esa sonrisa que a todos cautivaba.

- Harry, Harry Styles - dijo sonriendo dándome cuenta de sus hermosos hoyuelos.

- Por tu nombre, puedo jurar que no eres francés - dije riendo - Kendall, Kendall Jenner. - dije sonriendo, su rostro volvió serio cuando dije mi apellido pero no le di importancia.

- Por lo que veo tu tampoco - sonrió y negué.

- De los Estados Unidos y tu seguramente que británico por tu acento - sonreí y asintió.- ¿Pasamos?

- Las mujeres primero - dijo ofreciendome su mano y la acepte con gusto.

En el desfile Harry nos invito a sentaron junto a él y su esposa. Si, por mi triste suerte estaba casado. Se llamaba Taylor, era muy simpática y agradable.
Estuvimos viendo y comentando la primera parte del desfile. Hailey se tuvo que marchar poco antes de que terminara la primera parte porque no quería llegar muy tarde.

- Me gusta tu collar. - Me dijo distraídamente Taylor.

- Gracias, me lo regalo mi madre. - Respondí agradecida

- Acabo de ver la motocicleta de Justin en la puerta - Dijo Harry llegando hacia nosotras.

- ¿Por qué iba a estar Justin aquí? - Taylor frunció el ceño.
¿Motocicleta? ¿Será ese tal Justin el mismo chico que me encontré afuera y este medio día?

- Perdón por meterme pero, ¿quién es Justin? - Interrumpi su conversación.

- Es un chico bastante conocido por los barrios bajos. Yo solía conocerle. - Los ojos de Taylor reflejaron un brillo triste. - Él ya no es el mismo... Era un buen chico, hasta que Selena murió. - La mire interrogante. ¿Selena? Y como si hubiera leído mi mente contestó. - Era su novia. Ella.. Se suicidó.

- Oh dios mio. - Se me escapó.

Taylor abrió la boca para decir algo más pero derrepente la luz se fue. La gente de nuestro al rededor pego un pequeño grito de sorpresa.

- ¿Qué... - susurré y un hombre habló encima del escenario.

- Lo sentimos, estamos teniendo problemas técnicos asi que lamentamos comunicarles que nos vemos obligados a posponer el desfile. - dijo - Gracias por venir.

- Creo que deberiamos irnos - Dije y Taylor y Harry asintieron.

- ¿Quieres que te llevemos? - preguntó Harry.

Por suerte para mi, el señor Dómine estaba de camino a la casa de los familiares de Hailey.

- Oh no te preocupes, ir caminado, todavía es temprano y aun no he tenido aportunidad de ver un poco Paris - dije sonriendo.

- Esta bien, cuidate, llamame si necesitas algo - Besó mi mejilla,agarró a Taylor de la mano y desaparecieron.

Llevaba unos diez minutos caminando y ni lo más hermoso de París podía hacerme olvidar el dolor de pies. Me agaché para quitarme los tacones y cuando me di cuenta acabé en una calle bastante oscura. Empecé a caminar un poco más deprisa porque no me gusta la oscuridad.
Escuche un ruido detrás de mi. Me gire pero no había nada. Seguí caminando más deprisa y sentí a alguien detrás de mi. Fui a girarme y algo golpeo mi cara haciéndome caer al suelo. Intenté levantarme pero volvieron a golpearme esta vez en los costados golpeandome más duro contra el suelo. Una mano me agarro del pelo y me levantó en un solo movimiento. Aún agarrandome del pelo logré divisar en la oscuridad a alguien más frente de mi. Sentí un trapo húmedo en mi boca, intenté quitarmelo de encima pero solo pude escuchar una voz ronca.

- Bienvenue à Paris, princesse.