Arc de triomphe de l'Étoile.
Después de casi 12 horas de comida, dulces, champán y películas llegamos al fin a la maravillosa París.
– Al fin. – Suspiró mi amiga Hailey cuando salimos del avión. – Otras 12 horas más y creo que me quedaba sin culo.
– Lo que me extraña es que no te haya afectado tanto champán. – Niego con la cabeza y entre la multitud diviso a un hombre mayor vestido de chófer sujetando un cartel que deletreaba "Srt. Jenner y Srt. Baldwin." – Oh, mira. Allí esta nuestro chófer. – Voy hacia él y Hailey me sigue.
– Bienvenidas señoritas. Soy Alexander Dómine, su chófer durante vuestra estancia en París. – Tenía un cierto acento francés. Saludamos educadamente y le entregamos nuestras maletas de mano.
Cuando llegamos a la limusina nuestro equipaje ya estaba guardado y un chico rubio un poco más mayor que nosotras esperaba junto a ella.
– Hola, soy Daniel Dómine, estaré a vuestra disposición las 24 horas, ya sea para llevaros de tour o cualquier otra cosa. – Asentimos sonrientes. Era bastante guapo. Daniel nos abrió la puerta y entramos en la limusina. Él se sentó de copiloto.
– Me pido a Daniel, tu puedes quedarte con el señor Dómine. – Me dijo Hailey cuando se aseguro de que no podían escucharnos.
– ¿Qué? – Reí. – No vamos a flirtear con el personal.
– ¿Por qué no? Está buenisimo. –
Llegamos al hotel de lujo que mi padre había encargado para nosotras. Era enorme, con grandes lámparas de cristal colgadas en los altos techos. Todo era de estilo francés obviamente. Una recepcionista muy amable nos entrego una llave para cada una. Teníamos la suite imperial con dos habitaciones, dos baños y un amplio salón.– Despiertame cuando ya sea mañana – dijo Hailey tumbándose en la cama.
– Ni de broma Hai, estamos en Paris – exclamé – Y solo son las 2 de la tarde – Abrí las cortinas.
– ¡Cierra eso ahora mismo si no quieres que me desintegre! – Grito Hailey.
– Exagerada – Rodé los ojos – Ahora cambiate, comeremos en un restaurante y visitaremos un poco París.
– Y esta noche... – dijo Hailey.
– ¡PASE DE MODELOS DE CHANEL! – gritamos a la vez.
A Hailey y a mi nos encantaba la moda, solíamos ir a muchos desfiles en Los Ángeles, desde Victoria Secrets hasta Louis Vuitton.
Nos vestimos y llamamos al Señor Dómine y su hijo para que nos llevaran a cenar.
– Daniel, ¿Nos llevas al mejor restaurante de Paris? – Sonreí.
– Por supuesto, pasen – Abrió la puerta del coche.
– Gracias – Decimos Hai y yo al unísono.
Miraba por la ventanilla con la boca abierta, Paris era realmente preciosa. No había tanta gente por las calles como en Los Ángeles y eso se agradecía. Los Ángeles puede resultar agobiante. Habían jardines hermosos por todas partes. Pasamos por el Arco de Triunfo, que según Daniel en francés se llamaba Arc de triomphe de l'Étoile o simplemente Arc de triomphe. Pasamos también por otros monumentos por los que le dije a Daniel que nos llevara a visitarlos otro día. Adoraba París.
– Cierra la boca o se te caerá la baba – susurró Hailey y Daniel rió al escucharla.
– Imbécil – dije con el ceño fruncido. Sin darme cuenta ya habíamos llegado. El señor Dómine aparcó justo enfrente de la puerta. Estaba tan impaciente que creí que Daniel nunca abriría la puerta.
– Llegamos – Dijo Daniel cuando al fin nos abría la puerta.
– Muchísima gracias – dije y saque 100€ de mi cartera – De propina – Sonreí y cogí a Hailey de la mano llevandola hasta el restaurante. Era bastante lujoso.
Una chica rubia se acerco a nosotras.– Buenas tardes, bienvenidas a Les Tablettes. ¿Tienen reserva? – Preguntó al llegar hasta nosotras.
– Buenas tardes. No, no tenemos reserva. – Contesté.
– Está bien. Si no les importa, siganme por aquí. – Giro sobre si misma y empezó a caminar hacia el interior.
Nuestra mesa daba a un gran ventanal en el que se veían las maravillosas calles parisinas.
Un chico moreno de ojos azules se acerco a nuestra mesa con una pequeña libreta en la mano.– Hola, soy vuestro camarero por hoy. ¿Que desean? – Preguntó amablemente.
– De comida una ensalada y de postre dimelo tu – dijo Hai guiñándole un ojo y este se sonrojó.
– ¡Hailey! – Le regañe. – Ni le hagas caso – le dije al camarero sonriendo – Nos quedamos con el menú del día. – le di la carta.
– Buena elección, no tardaran. – dijo.
– Estoy demasiado emocionada de estar aquí. – di un pequeño gritito.
– Yo también, aquí están todos como un pan – dijo mi amiga haciéndole ojitos a un chico que pasaba por su lado.
– Y pensar que un chico te hizo volverte así... – dije negando.
– Mientras yo me tiro a todo París, tu podrías buscar "al amor de tu vida" – Dijo haciendo comillas con los dedos y rodé los ojos.
– ¿Alguna vez te dije que eres insoportable? – Pregunté y esta asintió – Bien, porque es verdad. – carcajeé.
– ¿Sabes que te vas a ponerte para el desfile? – preguntó y negué.
– Pero juro, que me gastaré todo el dinero que nunca me gasté en Las Vegas y será la mejor noche de NUESTRAS vidas – dije mientras ella insistía ilusionada.
Haily fijo su mirada hacía la calle.
– ¿Que miras? – le pregunté
– Ahora vuelvo – dijo levantándose y salió del restaurante.
Miré mi reloj, habían pasado 20 minutos desde que Hailey se fue y todavía no había vuelto. Pague la cuenta y salí fuera del restaurante en busca de mi mejor amiga.
El sol se estaba poniendo de unas horas tendríamos que asistir a la gala. Mire por todos lados y mis ojos chocaron con otros color miel. Estaba justo al otro lado de la calle, apoyado en una motocicleta negra. Su mirada estaba fija en la mía. Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo. Mis ojos se posaron en la mano que se llevaba a su pelo castaño. Su cara no mostraba ninguna emoción, era como si no tuviese corazón.– ¡Kendall! – Solté un grito y mire hacia atrás.
– Dios Hailey, me asustaste. ¿Donde diablos te habías metido? – Suspire.
– ¿A qué no sabes a quién me encontré? – Negué con la cabeza – Pues... – Pero dejé de escucharla. Mi mirada voló hacia la dirección de aquel chico. Pero ya no estaba. Había desaparecido.
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Revenge - {Justin Bieber & Kendall Jenner}
FanfictionCuando Kendall Jenner viaja a París no se imaginaba que todo cambiaría. Sus joyas caras por golpes, su increíble mansión por un granero abandonado y su vida de princesa por un secuestro inminente. Y todo por culpa de uno de los mafiosos más poderoso...