CAPITULO 5

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EVAN

Despúes de irme del depa de Sam, no podía dormir, me quede despierto en la cama como hasta las tres de la madrugada, por dos razónes:

1.- Por los sonidos raros que venian del cuarto de Diego.

2.- Pensando en Sam.

Como podia estar pasando "eso", en la habitación de al lado, más encima era día de semana y recién a los dos días de entrar a la universidad. Asique me puse mis audifonos que siempre los dejo en mi mesita de noche, los conecte a mi celular y escuche un poco de música, para ser mas preciso "What you now de Two Door Cinema Club".

No podía dejar de pensar en Sam, en lo mucho que se rió cuando le dije que su sonrisa era radiante, sonrío al pensar en como se doblaba riendo por algo que yo dije, en como se sentia tener mis brazos a su alrededor...

Evan, todo lo que tienes con ella es mentira, es solo un juego, un reto nada más, no te ilusiones -me dice mi conciencia.

No voy a mentir, es cierto que es todo un juego, pero voy a aprovechar cada minuto que pueda conseguir con ella, y ¿quien sabe?, nos podemos hacer amigos.

OH MI DIOS, me estoy convirtiendo en esos chicos romanticones, que escriben poemas y canciones, que les hacen cartas a sus chicas con cincuenta hojas confesandole su amor y contandoles como se enamoraron de ella.

Niego con la cabeza, para borrarme todos esos pensamientos. Yo soy de los timidos, pero no de los romanticones que babean cada vez que mencionan el nombre de su novia.

*********************

Estoy caminando hacia la cafeteria, a mi lado va Sam, atras de nosotros van Diego (al que todavia no le he preguntado que fue lo que paso anoche), Dani y Angie, por alguna razón Carlos no pudo venir hoy.

Antes de entrar por las puertas le pregunto a Sam.

-¿Nos damos las manos?.

Se que no es una pregunta convencional, pero nuestra relación empezó esta semana.

-Uh, si claro -dice Sam susurrando, sonrie, toma mi mano, entrelaza nuestro dedos y entramos, pedimos nuestros almuerzos, yo pedi una lasaña, Sam pidió una lasaña también, me gusta que ella no sea como las mujeres que comen solo ensaladita y esas cosas, no se para que lo hacen, Diego pidió un sandwinch, Dani y Angie si pidieron ensaladas. Nos sentamos en una mesa cerca de las puertas, me senté al lado de Sam y Diego y las chicas se sentaron en frente de nosotros.

Conversamos de la universidad, de como nos vamos adaptando a los horarios y a las clases.

-¿Por que decidiste cambiarte de universidad en el ultimo año? -preguntó Dani.

-Porque, a mi papá lo cambiaron de lugar en el trabajo y como vivo con ellos, me tuve que cambiar.

-¿Cuántos años tienes?...¿16?- preguntó Dani divertida.

-Nop, tengo 22, pero mis padres no pueden vivir sin mi.

-Niñito de mami - dice Sam, a esa mujer le gusta burlarse de mi, ¡ME ENCANTA!.

Y así seguimos hablando, burlandonos de nosotros mismos.

-¿Sam? -le digo acercandome a su oido y podría jurar que se estremeció, pero fue apenas visible- se que esta pregunta es estupida y ya deberia saberla, pero ¿cuantos años tienes?.

Sam sonrie y se acerca a mi oido y susurra: -22, niñito de mami- y me da un beso en la mejilla.

Diego, Dani y Angie, no se dieron cuenta de nuestra platica, estaban demasiados inmersos en hablar de fiestas y peliculas.

¿Sam?- le digo al oido con mi voz mas seductora- ¿se supone que debemos besarnos en publico y todo ese rollo?.

Ella se tenso, pero fue apenas un segundo, se compuso rapidamente.

-Solo si tu quieres- dice con un susurro y una sonrisa.

Me encanta que me siga el juego y que no se quede atras.

-Tengo ganas de besarte -digo en parte jugando y en parte no, esque sus labios son tan...tan...comestibles.

Me río internamente al pensar así de sus labios.

Ella solo me besa en la mejilla, demorandose un buen rato.

-Tendras que conformarte con eso - dice sonriendo y metiendose un pedazo de lasaña a la boca.

Invasores del CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora