Invasores del Corazón

CAPITULO 6

SAMANTHA

La verdad es que no le di un beso a Evan, porque para mi un beso es algo importante, yo no beso para romper la tension, ni por juego, ni menos por que los labios de un chico me parescan lindos. Para mi un beso es una llave, la llave que habre la puerta del amor.

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¡Ya estamos a viernes!, acabamos de salir de clases y estamos en el dep. de Diego viendo El despertar del Diablo,(se que la pelicula es antigua pero me facina) en la sala, Angie, Dani, Carlos, Diego, Evan y yo.

Vamos en la parte en que los "mutantes" (voy a llamarlos así) entran en la carabana, se comen el pajaro...

-¡Uh! -decimos todos cuando un "mutante" le va a chupar los senos a una mujer. Pero en ese momento la chica toma un desatornillador y lo apuñala por el costado.

-Si yo fuera la actriz de esa peli, ni loca dejaria que me succionen los pechos ¡por muy pelicula que sea! -dice Angie asqueada.

Todos nos reimos por su comentario. Evan me jala a su lado y pone su brazo derecho por encima de mi hombre, y yo me acomodo, los dos estamos sentados en el suelo.

-Puede que en ese momento la actriz estubiera pasando por crisis economicas -digo riendome.

Los demás rien, y así seguimos hasta el final, criticando y comentando la pelicula, y riendonos de nuestros estupidos comentarios.

Esto si es vida -pienso.

Pensar que hace cinco años no estubiera aqui, tan bien, tan "contenta", todabia no olvido lo que hice, él fue muy importante para mi...

¡Ya basta!- me digo a mi misma- tienes que aprender a vivir con eso, a James le hubiera gustado que seas feliz.

Suspiro fuertemente.

-¿Pasa algo? - pregunta Evan preocupado.

Inmersa en mis pensamientos, no me di cuenta que había terminado la pelicula.

- Nop, solo pensaba.

- ¿Usualmente piensas así?.-pregunta Evan arqueando una ceja.

-¿Así como?.

-Nose, estabas como ida, mirabas al piso y ni cuenta te diste cuando te pregunte si querias comer algo.

-Ammm...uh...- me callo porque nose que responder.

-¿Quieres ir a comer pizza?, todabía es temprano - me dice Evan.

Suspiro, al ver su cambio de tema.

-Si, claro -digo reuniendo todo el animo que puedo.

Y nos fuimos, caminamos por la cuidad un rato, el día esta precioso, no hace ni frío ni calor, y justo salimos cuando se pone el sol, que le da un color naranja atardecer (si, el color favorito de Peeta bebé) caminamos por una plaza, preciosa que tiene una estatua de un hombre leyendo.

Me paro, me quedo un rato contemplando la estatua, cuando una mano se va a mi cintura y me jala hacia un lado, hasta que quedo a lado de Evan, lo miro y vo que me esta mirando con una sonrisa.

Él me toma por la cintura, se va acercando más, más, yo solo me quedo ahí pasmada mirando sus labios tan carnosos, se ven tan suaves...