Capitulo 4

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Alma y Rebeca estaban rebuscando en la caja, que contenía decoración navideña suficiente como para decorar unos grandes almacenes.

-Linda ven, mira esto-dijo Rebeca a la que suelo llamar Beca.
-Voy - dije un poco aturdida por lo que había pasado antes.
-Uy, que te pasa- dijo Alma-tienes mala cara.
-Nada que sigo un poco cansada.
-Ven y ayudados a decorar la casa un poco.

Nos pusimos a decorar como locas y lo quedamos todo bien bonito. Todo el árbol decorado, la entrada principal con muérdago y un pequeño  "papá Noel" , el salón con el belén y en cada puerta de cada habitación un angelito.
Los chicos de habían ido de compras para los amigos invisibles.
Cuando llegaron, como iban en el coche con el tío de Alma, pitaron y salimos a ayudarlos.
Cuando entraron vieron un montón de luces navideñas encendidas, todas la casa decoradas y un árbol navideño con todos los cacharros colocados en armonía, solo faltaba la estrella que o a colocaríamos en nochebuena, osea mañana.
Hoy nos daríamos el amigo invisible y mañana nos iríamos a cenar por  ahí a un restaurante de unos primos de Lucía.
Esa noche cenamos sopa por que hacia mucho frío.

Llegó la noche y empezó Alejandro a dar su regalo a el le había tocado Ismael y le había comprado una bufanda de su equipo favorito, el Athletic Club de Bilbao. Se puso muy contento.
A él le había tocado Alma y le había comprado un disco de Justin Bieber. A ella le había tocado yo, y me había comprado un libro de partituras para guitarra y piano además del disco de Meghan Trainor. Me encantó. A mi me tocó Eric y después de todo lo que pasó, me dio un poco de corte dárselo. Le había comprado una camiseta de él Athletic Club de Bilbao. A él le tocó Rebeca y la compró el libro de Ciudades de papel a ella le habia tocado Alejandro.... así hasta él final...

Me sorprendió que después, antes de irnos a dar un paseo me dio las gracias por el  regalo en privado y me dio un abrazo de esos que dicen "todo esta bien".
Luego fuimos a ver como encendían el árbol de la plaza y sonaron unos petardos, a mi nunca a me han gustado los sonidos muy fuertes y me agarré a él sin querer y cuando me di cuenta él me sonreía de esa manera tan especial. Casi me quedo ciega por el destello del árbol . Pero me sentía comoda a su lado y no me moví.

El problema es, que tu eres la solución.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora