Capítulo 1: "El primer día"

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(t/n) = tu nombre
(t/a) = tu apellido
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Era una mañana totalmente horrible, el día que todo alumno odia ... el primer día de clases.

Yo me senté en un banco totalmente sola, en ese momento era la nueva alumna de la clase y claramente no conocía a nadie, por lo que estaba totalmente aislada y nadie se me acercaba.

Todos me miraban como si tuviera algo raro en la cara y se alejaban con su grupo de amigos ¿Hice algo mal acaso? me hacia sentir nerviosa la sensación de que muchos ojos te observaran de reojo al mismo tiempo.

De un momento a otro, la campana sonó y todos nos levantamos de nuestras sillas y saludamos a la maestra, una mujer de cabello negro y lentes rojos.

-Buenos días, chicos -dijo la maestra mirandome de forma repentina- hoy tenemos una nueva compañera con nosotros... ¿Podrias presentarte al resto, (t/n)?

-Emm yo... -dije pensando que decir acerca de mi, pues mi crisis existencial comenzó- yo... soy (t/n) y mi apellido es (t/a). Vengo de una escuela muy lejana a esta, porque tuve ciertos problemas allá... en fin, ojala nos llevemos bien.

Mis compañeros aplaudieron y la mayoría me saludaron con la mano con una gran sonrisa en sus rostros. Eso me alegró un poquito más y me sentí más cómoda, luego de terminar de presentarme me senté en mi silla nuevamente.

El resto de mis compañeros no les pareció preocupar que estaba sentada totalmente sola y mucho menos a la maestra, la cual empezó a dar su larga y aburrida clase como si nada.

De pronto alguien tocó la puerta y la profesora la abrió para ver de quien se trataba.

-¡Ittoki kun! -dijo la maestra, al parecer regañando a la persona que tocó la puerta- ¿Por qué llegas tarde?

-Lo siento, maestra Riko -se escuchó una voz desde afuera del salón, era bastante masculina y agradable de escuchar para ser honesta- es que yo...

-Bueno, pasa -dijo la maestra entre un suspiro interrumpiendolo y haciendo pasar a la persona de voz profunda- cuentanos por qué llegaste tarde.

Apenas aquella persona entró a la sala logré verlo bien, era un chico de altura promedio, de cabello alborotado y rojo al igual que sus ojos, su sonrisa plasmada en su rostro mostraba amabilidad absoluta y sus manos se veían grandes, pero a la vez muy cálidas.

-Bueno... resulta que de camino a la escuela un niño pequeño se cayó de la bicicleta, por lo que me detuve unos minutos a ayudarlo -explicó con la mano en la nuca, mientras todas las chicas del salón suspiraban enamoradas a excepción de mi.

-Profesora, digale que salga del salón -reclamó un chico que parecía ser bravucón, tenía cabello negro y ondulado y una mirada penetrante- no le crea otra vez una de sus excusas de niño bueno.

La expresión de aquel chico llamado Ittoki pareció cambiar por completo, se veía preocupado y con comprensión miró al chico bravucón.

-Es verdad, Yamada kun -dijo el pelirrojo- si no me creen lo entiendo.

-¡Eres un idiota, Ittoki kun! -le gritó el tipo que habia hablado antes desde su asiento- tú...

-Cierra la boca -dije de forma inconsciente defendiendo a Ittoki kun... ¡¿Por que hice eso?! aunque es algo lindo... espera ¡¿Qué estoy pensando?! ... en momentos así agradezco que nadie pueda escuchar lo que pienso...

-¿Disculpa? -dijo el chico rudo mirandome con sorpresa.

-¡Silencio! por llegar tarde dejó a la señorita (t/n) (t/a) sola... -le dijo la maestra a Ittoki- ya que no hay otros puestos, sientese con ella.

Enamorada del niñero [[Ittoki y tú]]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora