Siete

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22 de Mayo del 2014

Ciruela

Narra Harry Parks.

- Destiny, ¿Puedes por favor dejar de gritar? -Restregué mi rostro.

- Lo lamento, sabes que hablo así y sumado a que estoy un tanto intolerante no me controlo

Deje a Destiny sola y salí de la habitación blanca, camine hasta la entrada pintada del famoso color violeta claro, mire a la pared ubicada en sentido opuesto a la puerta de entrada, un cuadro con unas flores color ciruela intenso y unos toques de amarillo muy claro.

Recuerdo el día que lo terminaste, bajaste corriendo de tu estudio y me llamaste, dejé de lado el libro que leía para subir contigo, cuando llegamos a la puerta cubriste mis ojos con tus pequeñas manos, tenías que hacer puntas de pie, por eso te subí en mi espalda así podrías cubrirme mejor, prometí quedarme con los ojos cerrados mientras abrías la puerta. Una vez abierta volviste a cubrir mis ojos y me guiaste hasta el cuadro, te bajaste y me dijiste que abra mis ojos, así lo hice. Un hermoso cuadro se hallaba en frente mio, como de costumbre estabas de espaldas ya que te ponías nerviosa y preferías no ver mis reacciones, tome tu cadera para acercarte a mi y abrazarte por detrás, besé tu cuello y te sentí suspirar.

-Es simplemente perfecto.

-La perfección no existe -Giraste sobre tus talones y tomaste mi rostro entre tus delicadas manos.

-Existes tu y con eso me conformo.

Esos dulces labios tocaron los míos y yo me sentí en el cielo.

Por Una Vez En La VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora