Tres

47 4 0
                                    

30 de Abril del 2014

Rosa Pálido

Me bajé del coche y entré al enorme edificio en construcción, busque con la mirada a Destiny, estaba eligiendo el color de las paredes y gritaba por que no encontraba el color que ella quería. Cuando Destiny Evans se propone algo lo consigue cueste lo que cueste.

- Des -La llamé.

- Hola Harry -saludo sonriente- ¿Puedes creer que no tienen rosa pálido para las paredes del vestíbulo? -Reí por lo bajo.

-Dile que lo consiga para mañana, ese color tiene que estar en las paredes si o si -Destiny asintió- Des -miré mi reloj- es tarde, vayamos ya a cenar.

-Si, por favor -toco su estómago- muero de hambre, ¿Comida hindú? -asentí- ¡Genial! Dejame agarrar mi bolso y vamos.

La espere por unos minutos y nos fuimos a ese restaurante muy bien decorado al estilo asiático, entramos y nos sentamos en una mesa cerca de la ventana. La camarera vino, nos entrego los menús y se fue.

-Estoy agotada -respiró hondo- no he dormido bien en semanas

-¿Por qué? -Pregunté intrigado.

-Tengo problemas con Sam -rodó los ojos- pienso en el toda la noche y en lo mucho que peleamos y no puedo dormir

Hice una mueca.

-Des, ¿Tu lo amas? -asintió- trata de hablar con el, repara las cosas. Yo se que no te pasará lo mismo que a mi pero intenta hablar con el...

-La extrañas, ¿eh?

-Cada día más

La velada con Destiny fue ecantadora, es una chica muy dulce, espontánea y amable pero a su vez dice lo que piensa. Sabe utilizar su traje de niña dulce, es una chica de estatura baja, con cabello rubio y ojos verdes muy grandes, tiene la proporción perfecta en su rostro de nariz pequeña y labios grandes.

Ahora la rubia y yo nos encontrábamos en mi auto resguardados del frío de Londres, doblando la esquina, a unos poquísimos centímetros para llegar a la casa de Des, me encontré con mi sue...ex-suegra, su cabello rojizo y corto no combinaba con su vestido rosa pálido y un abrigo del mismo color. Caroline Miller iba caminando en la misma dirección en la que iba mi auto. Cuando finalmente llegamos ella y su marido tambien llegaron a destino, la casa de Destiny, pues son su suegros.

-Gracias Ash -dijo. Asentí sin despegar la mirada de la ventana.

-Des -Dije aún sin mirarla.

-Dime -Dijo tomando su bolso.

-Dile al pintor que quiero las pareces de violeta claro -la miré- Que descanses.

Destiny rió a carcajadas y se despidio nuevamente.

Por Una Vez En La VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora