Por Una Vez En La Vida

Uno

Adelanto:

03 de abril del 2014
《Azul》

Te extraño. Dos palabras. Un gran sentimiento.

¿Por qué no te dije te amo antes de que te vayas?. Mejor dicho, ¿Por qué te dejé ir?.

Me encuentro trabajando, pensando en ti -como siempre-. Hoy es veintidós de septiembre, un día como hoy, pero hace diez años, te pedí que fueras mi novia, ¿Recuerdas lo feliz que estabas? Bueno, yo también era muy feliz.

- Señor Parks, debe revisar estos papeles -dijo mi secretaria.

- Claro Martha, dejelos aquí -señalé un lugar en mi escritorio.

- Ya es hora de almorzar, ¿No irá?.

- No, gracias.

La mujer de unos cincuenta y tantos años asintió y se fue de mi oficina. Revisé mi horario en mi agenda, hoy cuando salga de aquí debo ir a mi proyecto especial, es algo para ti, solo para ti. Rode mis ojos, otra vez me encuentro hablando solo.

Terminé mi trabajo y visité ese lugar en el que sólo puedo encontrarte, la reja negra rechina mientras el auto del mismo color se abre paso por el suelo de piedras grises, estas hacen ruido y algunas pequeñas golpean con el coche. Llegué hasta ese punto en que no podía refugiarme mas en mi fortaleza con ruedas y bajé, camine hasta ti. El césped verde estaba mojado, esta mañana había llovido con fuerza, llegué hasta el lugar indicado y me arrodille, sin importarme si ensuciaba mis pantalones con barro. Deposite un ramo de flores azules que tiraban al lila, ya que ese color y esas flores eran tus favoritas. Leí por milésima vez tu lápida, "Gina Marissa Miller 20 de Noviembre de 1987-30 de abril de 2013, amiga, compañera e hija perfecta". Mis lágrimas no tardaron en salir, no las sequé pues, ya no me importaba llorar o si me veían llorar, te necesito Gina, no sabes cuanto.

Me quedé allí unos cuantos minutos pensando en ti, en lo que hacíamos, ya pasados quince minutos me levanté y limpié mis rodillas, en vano puesto que el barro ya estaba seco y muy adherido al pantalón de vestir.

El camino a mi casa lo pasé escuchando lo que la radio me otorgaba, música de hace unos años y música de ahora, apenas llegué me cambié mi estructurado traje por algo mas cómodo,no sin antes ducharme, me coloqué unos jeans negros y una camiseta que me regalaste hace unos años, esta un poco vieja pero es la mas cómoda que tengo. Me introduje en el auto una vez mas, era hora de mi proyecto especial.