Capítulo 19

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Nos quedamos ambos mirando a mi madre, esperando una respuesta que seguramente los dos deseabamos escuchar.

Azucena: Pues..... de acuerdo.

Al escuchar la respuesta, a Brian y a mi nos salió una gran sonrisa, lógico que era por cosas distintas, yo porque tendría a Brian en mi casa y él porque no se quedaría en la calle.

Brian: ¿En serio?, ¿Me deja quedarme?. -Dijo con una gran sonrisa.

Azucena: Sí, no puedo dejarte en la calle.

Brian: Muchísimas gracias, de verdad. -Dijo acercándose a mi madre y le abrazó-.

Azucena: Ahora ve al cuarto de baño y darte una buena ducha, y me das esa ropa para que la lave y la arregle.

Brian: Es que no tengo más ropa, me sacaron de mi casa y no me dejan entrar ni para cogerla ya lo e intentado.

Azucena: No te preocupes te pones alguna de Álex y mañana vas a comprarte ropa.

Brian: Vale, ya le devolveré el dinero cuando consiga trabajo.

Azucena: No hace falta que me devuelvas nada.

Brian: Muchas gracias de nuevo.

Azucena: Leila, lleva a Brian al cuarto de Álex y dale algo para dormir y también para ponerse mañana para ir de compras.

Leila: Sí claro, Brian ven conmigo.

Subimos las escaleras y fuimos al cuarto de mi hermano.

Leila: Para dormir, un pantalón de chándal te vendrá bien, y un chaleco de mangas cortas, toma. -Dije tendiéndole ambas prendas-. Aaaa y la ropa interior. -Dije dándole unos boxers de mi hermano-.

Brian: Gracias, voy a ducharme, escoge tú la ropa que me pondré mañana.

Brian se fue al cuarto de baño, y yo me quedé en el cuarto de mi hermano buscándole prendas que le quedaran bien, al final me decidí por un vaquero de color azul oscuro y una camisa lisa de mangas cortas de color rojo, esto le quedará perfecto.

Salí del dormitorio de mi hermano y me dirigí hacia él mio, y justo cuando pasé por la puerta del cuarto de baño, ésta se abrió y automáticamente giré mi cabeza para mirar, y ahí estaba Brian, tenía el pelo alborotado y mojado lógicamente, pero no tenía puesta la ropa que le di, simplemente llevaba una toalla reliada a la cintura y dejaba su torso al descubierto.

Brian: Hola Leila, una pregunta, ¿Qué peine puedo coger para peinarme?, hay dos o tres y no quería coger ninguno sin permiso.

Leila: Puedes coger ese marrón. -Dije con la voz quebradiza y señalando hacía uno que había en el lavabo-.

Brian: Vale gracias.

Se dio la vuelta y cogió el peine, yo me quedé embobada mirándolo, ojalá se le caiga la toalla, madre mía ¿Yo pensé eso?, oooh mierda me estaba mirando.

Brian: ¿Quieres algo?, ¿Te pasa algo?.

Leila: eeeehh ........ Nada hasta luego.

Me giré y fui hacia mi cuarto, que vergüenza, me pilló mirándolo embobada como una tonta.

Solté la ropa que se pondría mañana en mi cama, se la daré cuando salga del cuarto de baño.

Estaba tumbada en mi cama cuando llamaron a mi puerta.

Brian: ¿Puedo pasar?.

Leila: Sí pasa. -Dije sentándome en la cama-.

Brian abrió la puerta, entró y cerró, ya llevaba lo que le di puesto.

Brian: ¿Puedo sentarme?. -Dijo señalando la cama-.

Leila: Sí claro. -Dije moviéndome un poco para dejarle más sitio-.

Brian: Gracias. -Dijo sentándose-. Que bien que tu madre me dejara quedarme, ¿Verdad?.

Leila: Sí la verdad es que sí, yo sabía que te diría que sí, mi madre tiene buen corazón.

Brian: Pues menos mal, ¿Sabes?, esto que me ha pasado ha sido para darme cuenta de una cosa.

Leila: ¿A sí?, ¿Qué cosa?.

Brian: Pues que puedo confiar más en ti que en Zoe, ella no me quiso acoger en su casa y en cambio tu no solo me dejas quedarme si no que tu madre me comprará ropa y estaré aquí hasta que encuentre un piso o una casita.

Leila: Bueno yo no te dejé quedarte, fue mi madre la que te dejó, aunque sí hubiera dependido de mí, no lo hubiera ni pensado.

Brian: Ves, por eso me gustas, eres muy buena y amable con los demás, sin contar claro que eres muy bella.

Leila: ¿Te gusto?.

Brian: Por supuesto, ¿Por qué lo preguntas?. -Dijo acercándose a mí-.

Leila: Hombre sigues saliendo con Zoe, por eso te pregunté.

Brian: Eso no durará mucho, pienso dejarla mañana, cuando venga de comprar.

Leila: ¿De verdad la dejarás mañana?.

Brian: Sí claro, te lo prometo.

Acabó esa frase y fue acercandose lentamente hacia mi, mi vista no se despegaba de la suya, y fue juntando sus labios con los mios, fue un beso apasionado, pero muy corto ya que llamaron a la puerta.

Álex: Leila, ¿Estás hay?.

Leila: Sí, ¿Qué pasa?.

Álex: La comida ya está hecha, mamá me a contado lo de Brian, ¿Dónde está el?.

Leila: Él esta en el cuarto de baño, le espero a que salga y se lo digo.

Álex: Vale, no tardes mucho en bajar.

Leila: No no, enseguida bajo.

Una vez escuché alejarse a mi hermano, hablé con Brian.

Leila: Bueno debemos bajar a cenar a mi madre no le gusta que la hagan esperar. -Dije levantándome de la cama-.

Brian: Sí mejor vamos.

Salimos de mi habitación, bajamos las escaleras y nos dirigimos hacia el comedor.

Leila: Ya estamos aquí.

Brian: Perdón por la tardanza, tardé un poco más de lo habitual en ducharme.

Samîr: No te preocupes muchacho, ven sientate a comer.

Ambos nos sentamos y hablamos durante la cena de cosas sin importancia. Una vez terminamos, recogimos todo y nos fuimos a dormir.

A la mañana siguiente yo fui a la universidad y Brian fue a comprarse ropa, fue sólo ya que mi madre y mi padre trabajaban y mi hermano seguía haciendo su reposo aunque a veces se lo saltaba para quedar con Ariadna, él decía que así se podría acordar de algo.

No me concentré mucho en clase, ya que pensaba mucho en lo que pasó ayer con Brian, y ¿De verdad dejaría Brian a Zoe?.

Caminar de tu mano es un sueño, es mi sueñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora