Capítulo 17

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Me desperté por el despertador del móvil, hoy era martes y sí iría a la universidad, así que me levanté, me dirigí a la ducha, mientras que me preparaba para ir a la universidad, seguía pensando en lo mismo que pensaba anoche, cuando salí del cuarto de baño, me dirigí a mi dormitorio, miré el despertador, MADRE MÍA ES TARDÍSIMO!!!, eran las 7:55h, me entretuve demasiado, llegaré tarde a la universidad.

Mi hermano no irá por que debe de guardar reposo, así que me iría andando, salí de casa y mientras andaba, sabía que a primera hora no iba a llegar, así que reduje el paso.

Cuando llegué a la puerta, me senté en el cesped a esperar que llegara la segunda hora. A los pocos minutos de estar allí sentada, llegó Ryan.

Ryan: Hola Leila, ¿Qué haces ahí sentada?.

Leila: Pues me despisté esta mañana en mi casa y salí tarde, ya que mi hermano no viene debido al accidente, y ¿Tu por qué llegas tarde?.

Ryan: Anoche me acosté tarde haciendo el trabajo de Filosofía y esta mañana me quedé dormido.

Leila: ¿Era para hoy?. -Dije sorprendida y algo angustiada-.

Ryan: No, es para mañana. -Fue decir eso y solté un suspiro de alivio-. Yo aún no lo he terminado pero si lo tengo bastante avanzado.

Leila: Yo ni lo he empezado, con todo el lío del accidente de mi hermano se me había olvidado.

Ryan: Pues si quieres, puedes venirte a mi casa esta tarde y te ayudo con el trabajo.

Leila: Esta tarde no puedo salir, bueno sí puedo, pero no me gustaría dejar solo a mi hermano, ¿Por qué no te vienes tú a mi casa?.

Ryan: Vale, ¿A qué hora te viene bien?.

Leila: ¿A las 18:00h te viene bien?.

Ryan: Sí perfecto.

Leila: Bien, pues nos vemos esta tarde, es mejor que nos levantemos del césped y entremos a clase, esta a punto de empezar.

Ryan: Si, es cierto. -Dijo esto levantándose del césped-.

Yo lo imité y nos fuimos a clase.

Una vez acabaron todas las clases tenía que regresar a casa, cosa que me llevaría su tiempo si no fuera por Ryan que se ofreció a llevarme en la moto.

Llegamos a la puerta de mi casa.

Leila: Muchas gracias Ryan por traerme.

Ryan: No hay que darlas, para eso estamos, para ayudar, nos vemos esta tarde.

Leila: Sí, a las 18:00h aquí, que no se te olvide.

Ryan: No te preocupes no ocurrirá eso, hasta luego.

Leila: Hasta luego.

Dicho esto mientras yo andaba hacia la puerta de mi casa, el se alejaba en la moto.

Entré en casa, me pregunto como habrá pasado la mañana mi hermano.

Leila: Hola ya he llegado.

Álex: Hola, has llegado rápido a casa.

Leila: Sí es que me trajo Ryan en su moto, ¿Cómo has pasado la mañana?.

Álex: Pues la verdad bastante mejor de lo que me esperaba, también he estado mirando mi móvil a ver si veía algo que me hiciera recordar, pero no me vino ningún recuerdo.

Leila: No te preocupes poco a poco.

Álex: Hablé con Ariadna esta mañana, y voy a la heladería con ella.

Leila: Me parece estupendo.

Álex: Y ¿Qué harás tu hoy?.

Leila: Ryan vendrá a las 18:00h para hacer un trabajo.

Álex: Vale, aaa papá y mamá se fueron a comer a un restaurante y yo hice la comida, espero que te guste, hice pollo a la cardereta.

Leila: ¿Te acordadaste de la receta?.

Álex: No, lo miré en el cuaderno de recetas de mamá, jajajajaja.

Leila: Jajajajaja, vale vamos a ver como está.

Nos apartamos cada uno nuestro plato.

Leila: Umm... Esta bastante bien, te salió muy rico.

Álex: Menos mal, me llega a salir mal mirando la receta seria preocupante, Jajajajaja.

Leila: Sí cierto Jajajajaja.

Acabamos de comer y mientras yo recogía la mesa y fregaba los platos, mi hermano se fue a ducharse y vestirse para irse con Ariadna.

Álex: Leila me voy ya ten cuidado.

Leila: Oye eso debería decirlo yo que el que vas a salir eres tú.

Álex: Tranquila no pasa nada, mi coche está roto y tardaran una semana en arreglarlo, así que iremos andando.

Leila: Vale, hasta luego, que os lo paséis bien.

Álex: Sí, hasta luego.

Dicho esto abrió la puerta y se fue, así que subí al cuarto de baño, me duché y me arreglé, me puse un vaquero corto, con un chaleco de mangas cortas de color naranja, y unos zapatos de tela de color naranja al igual que mi chaleco, justo cuando bajaba las escaleras tocaron el timbre, así que fui a abrir.

Leila: Hola Ryan, pasa como si estuvieras en tu casa.

Ryan: Hola Leila, gracias.

Ryan venia vestido con unos vaqueros oscuros con una correa negra, una camisa de cuadritos de color verde, azul y lineas rosas con las mangas remangadas hasta el codo y unos zapatos verdes del mismo color que el chaleco.

Entramos en el salón, nos sentamos en el sofá, y abrimos el portátil para buscar información sobre el trabajo de filosofía.

Cuando llevábamos un rato haciendo el trabajo me entró hambre.

Leila: A mí me entró hambre, ¿Tu tienes hambre Ryan?. -Dije mirándole a la cara-.

Ryan: Pues la verdad es que sí, un poco. -Me sonrió-.

Leila: Vale pues voy a hacer algo para merendar, ¿Te apetece magdalenas rellenas de chocolate con un colacao?.

Ryan: Lo que hagas será perfecto. -Volvió a sonreirme-.

Hice la merienda y la llevé al salón, solté la bandeja en la mesa.

Él recogió un poco la mesa y acumuló los libros en un montoncito, yo me senté en el sofá y el se acercó a mí.

Leila: Aquí están las magdalenas espero que te gusten.

Ryan: Seguro que sí. -Dijo agarrandome la mano-.

Caminar de tu mano es un sueño, es mi sueñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora