Capítulo 24

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~~~Narra Leila~~~

Veo que cuelga el teléfono y se dirige hacia mi.

Hombre: ¿Ya has comido?.

Leila: Sí.

Se acerca hacia mi y empieza a besarme, yo intento deshacerme de él pero me tiene agarrados los brazos y mis tobillos siguen atados, de todos modos me muevo mucho y consigo deshacerme de él, regresa para intentarlo de nuevo pero cuando está más cerca le doy un puñetazo en la cara.

Hombre: Esta bien, esta bien, te dejo, ya regresaré luego, por cierto no te he traído agua, ¿Quieres un poco?.

Leila: Sí por favor.

Veo que desaparece por la puerta y al rato regresa con un vaso de agua.

Hombre: Toma. -Dice mientras me daba el vaso-.

Yo cogí el vaso, me acabé el agua y le regresé el vaso, él se fue con el vaso pero al rato regresó.

Leila: No me encuentro bien. -Dije poniéndome las manos en la cabeza, ya que aun no me había atado las manos-.

Hombre: No te preocupes, pronto te sentirás mejor.

No supe a que se refería en ese momento, él se quedó de pie mirándome, yo empecé a marearme y sentirme muy mal, él se acercó a mi, y empezó a desatar mis tobillos, yo intenté hacer algo pero no podía, no tenia fuerzas.

Él me cogió y me echó a su hombro, dio unos pocos pasos y me soltó en la cama, me ató los tobillos, las manos y se puso encima mía, cada pierna a un lado de la cama, se acercó y empezó a besarme, yo movía la cabeza para deshacerme de él pero apenas tenía fuerzas, puso su mano desecha en mi pierna y empezó a subir mi vestido.

~~~Narra Álex~~~

Cuelgo el teléfono y miro a mis padres, ellos al ver mi cara y por mis palabras al teléfono sabían que había pasado.

Álex: Papá hay que hacer algo.

Samîr: Sí lo se, vamos a llamar a la policía.

Álex: Dice que quiere un millón de euros, y que volverá a llamar para decirnos donde lo quiere.

Samîr: No tenemos tanto, llamaremos a la policía ellos sabrán que seguir.

Azucena: Ahora mismo llamo.

Samîr: No Azucena, deja que lo haga yo, tu recoge la mesa con Álex, lo más seguro es que vengan a casa.

Azucena: Esta bien.

Dicho esto mi padre se fue a la oficina y mi madre y yo recogimos la mesa y limpiamos todo.

Se escucha abrirse la puerta de casa, mamá y yo miramos esperanzados de que fuera Leila, pero no, era el gilipollas de Brian.

Brian: Que pasa familia, por cierto señora muy rica la comida.

Álex: Nosotros no somos tu familia, además ¿Tu no ibas a estar hasta tarde en una entrevista?.

Brian: Sí, pero cuando llegué ya le habían dado el puesto a otro, así que como ya tenía el taper pues cogí y comí.

Álex: ¿Y ese moratón que tienes en la cara?.

Brian: Aaaa ¿Esto?. -Dice señalándose el ojo-.

Álex: Pues sí, ¿Que va a ser si no?.

Brian: Es que volviendo de la entrevista me despiste y cuando me di cuenta me había chocado ya con una señal.

Álex: Si claro.

Brian: Que es verdad, ¿Por qué te iba a mentir?.

Álex: Pues para no decirme la verdad de por que tienes el ojo así.

Azucena: Ya basta no estoy para tonterías.

Brian: ¿Que pasa?.

Álex: No es asunto tuyo.

Azucena: Él es amigo de Leila tiene derecho a saberlo.

Brian: ¿Saber el qué?.

Azucena: Pues que no la vemos desde anoche y que han llamado por teléfono pidiendo un rescate.

Brian: ¿La han secuestrado?.

Álex: Pues no te estás enterando idiota.

Brian: Sí me he enterado, y ¿Piden mucho?.

Azucena: Pues sí, piden un millón de euros, no tenemos tanto.

Brian: Quizá si hablas con él pueden negociar.

Álex: ¿Pero tu eres gilipollas?, ¿Que te crees que mi hermana es un objeto?, esto no es como cuando vas a comprar algo de segunda mano y regateas para que te salga más barato, estamos hablando de la vida de mi hermana, esos mal nacidos no tienen derecho a llevársela y después pedir dinero a cambio.

Azucena: Álex vete ahora mismo, no tengo ganas de escucharte y que sigas pelando.

Miro a mi madre enfadado, no puedo creer que prefiera estar con Brian y escuchar sus gilipolleces.

Me giro y comienzo a andar en dirección al despacho de mis padre, llamo a la puerta.

Álex: ¿Se puede?.

Samîr: Sí pasa hijo.

Empuje la puerta y él estaba de pie junto a su mesa y colgaba el teléfono.

Álex: Ya llamaste ¿No?.

Samîr: Sí, la policía dice que en 20 minutos llegan a casa, ve a decírselo a tu madre.

Álex: Está bien ahora mismo voy.

Salgo del despacho y cierro la puerta, me dirijo a la cocina pero no me hace falta ir a la cocina ya que mi madre y Brian están sentados en el sofá viendo la televisión.

Álex: Mamá, dice papá que en 20 minutos llega la policía.

Azucena: Vale, gracias hijo por avisar.

Álex: De nada. -Dije sonriendo-.

No puedo enfadarme con ella, lo está pasando mal y lo más seguro por eso antes me habló así.

Pasados los 20 minutos y los 30 minutos también, llamaron a la puerta, supongo será la policía, siempre tardan en llegar, me dirijo a la puerta y la abro, de pie se encuentran un hombre uniformado.

Policía: Hola vengo por la desaparición de una mujer.

Álex: Hola, adelante. -Dije dejando paso-.

Él entra hasta el salón, mi padre llegó al salón al mismo tiempo que él ya que al escuchar que llamaron salió del despacho.

Samîr: Hola agente.

Policía: Usted debe de ser el padre de la mujer desaparecida ¿No?.

Samîr: Sí soy yo, perdón me llamo Samîr.

Policía: Yo soy el agente Durán.

Samîr: Tome asiento por favor.

Durán: Bien empecemos con el interrogatorio, ¿Cuando fue la última vez que la vieron?.

Álex: Ayer a la noche.

Durán: Y ¿Sabéis dónde fue?.

Álex: Su amiga me dijo que a un fiesta.

Durán: ¿Fue su amiga a la fiesta con ella?.

Álex: No, ella solo la llamó por teléfono.

Durán: Y ¿Cuál es la dirección de dónde se hizo la fiesta?.

Caminar de tu mano es un sueño, es mi sueñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora