~~~Narra Leila~~~
Veo que cuelga el teléfono y se dirige hacia mi.
Hombre: ¿Ya has comido?.
Leila: Sí.
Se acerca hacia mi y empieza a besarme, yo intento deshacerme de él pero me tiene agarrados los brazos y mis tobillos siguen atados, de todos modos me muevo mucho y consigo deshacerme de él, regresa para intentarlo de nuevo pero cuando está más cerca le doy un puñetazo en la cara.
Hombre: Esta bien, esta bien, te dejo, ya regresaré luego, por cierto no te he traído agua, ¿Quieres un poco?.
Leila: Sí por favor.
Veo que desaparece por la puerta y al rato regresa con un vaso de agua.
Hombre: Toma. -Dice mientras me daba el vaso-.
Yo cogí el vaso, me acabé el agua y le regresé el vaso, él se fue con el vaso pero al rato regresó.
Leila: No me encuentro bien. -Dije poniéndome las manos en la cabeza, ya que aun no me había atado las manos-.
Hombre: No te preocupes, pronto te sentirás mejor.
No supe a que se refería en ese momento, él se quedó de pie mirándome, yo empecé a marearme y sentirme muy mal, él se acercó a mi, y empezó a desatar mis tobillos, yo intenté hacer algo pero no podía, no tenia fuerzas.
Él me cogió y me echó a su hombro, dio unos pocos pasos y me soltó en la cama, me ató los tobillos, las manos y se puso encima mía, cada pierna a un lado de la cama, se acercó y empezó a besarme, yo movía la cabeza para deshacerme de él pero apenas tenía fuerzas, puso su mano desecha en mi pierna y empezó a subir mi vestido.
~~~Narra Álex~~~
Cuelgo el teléfono y miro a mis padres, ellos al ver mi cara y por mis palabras al teléfono sabían que había pasado.
Álex: Papá hay que hacer algo.
Samîr: Sí lo se, vamos a llamar a la policía.
Álex: Dice que quiere un millón de euros, y que volverá a llamar para decirnos donde lo quiere.
Samîr: No tenemos tanto, llamaremos a la policía ellos sabrán que seguir.
Azucena: Ahora mismo llamo.
Samîr: No Azucena, deja que lo haga yo, tu recoge la mesa con Álex, lo más seguro es que vengan a casa.
Azucena: Esta bien.
Dicho esto mi padre se fue a la oficina y mi madre y yo recogimos la mesa y limpiamos todo.
Se escucha abrirse la puerta de casa, mamá y yo miramos esperanzados de que fuera Leila, pero no, era el gilipollas de Brian.
Brian: Que pasa familia, por cierto señora muy rica la comida.
Álex: Nosotros no somos tu familia, además ¿Tu no ibas a estar hasta tarde en una entrevista?.
Brian: Sí, pero cuando llegué ya le habían dado el puesto a otro, así que como ya tenía el taper pues cogí y comí.
Álex: ¿Y ese moratón que tienes en la cara?.
Brian: Aaaa ¿Esto?. -Dice señalándose el ojo-.
Álex: Pues sí, ¿Que va a ser si no?.
Brian: Es que volviendo de la entrevista me despiste y cuando me di cuenta me había chocado ya con una señal.
Álex: Si claro.
Brian: Que es verdad, ¿Por qué te iba a mentir?.
Álex: Pues para no decirme la verdad de por que tienes el ojo así.
Azucena: Ya basta no estoy para tonterías.
Brian: ¿Que pasa?.
Álex: No es asunto tuyo.
Azucena: Él es amigo de Leila tiene derecho a saberlo.
Brian: ¿Saber el qué?.
Azucena: Pues que no la vemos desde anoche y que han llamado por teléfono pidiendo un rescate.
Brian: ¿La han secuestrado?.
Álex: Pues no te estás enterando idiota.
Brian: Sí me he enterado, y ¿Piden mucho?.
Azucena: Pues sí, piden un millón de euros, no tenemos tanto.
Brian: Quizá si hablas con él pueden negociar.
Álex: ¿Pero tu eres gilipollas?, ¿Que te crees que mi hermana es un objeto?, esto no es como cuando vas a comprar algo de segunda mano y regateas para que te salga más barato, estamos hablando de la vida de mi hermana, esos mal nacidos no tienen derecho a llevársela y después pedir dinero a cambio.
Azucena: Álex vete ahora mismo, no tengo ganas de escucharte y que sigas pelando.
Miro a mi madre enfadado, no puedo creer que prefiera estar con Brian y escuchar sus gilipolleces.
Me giro y comienzo a andar en dirección al despacho de mis padre, llamo a la puerta.
Álex: ¿Se puede?.
Samîr: Sí pasa hijo.
Empuje la puerta y él estaba de pie junto a su mesa y colgaba el teléfono.
Álex: Ya llamaste ¿No?.
Samîr: Sí, la policía dice que en 20 minutos llegan a casa, ve a decírselo a tu madre.
Álex: Está bien ahora mismo voy.
Salgo del despacho y cierro la puerta, me dirijo a la cocina pero no me hace falta ir a la cocina ya que mi madre y Brian están sentados en el sofá viendo la televisión.
Álex: Mamá, dice papá que en 20 minutos llega la policía.
Azucena: Vale, gracias hijo por avisar.
Álex: De nada. -Dije sonriendo-.
No puedo enfadarme con ella, lo está pasando mal y lo más seguro por eso antes me habló así.
Pasados los 20 minutos y los 30 minutos también, llamaron a la puerta, supongo será la policía, siempre tardan en llegar, me dirijo a la puerta y la abro, de pie se encuentran un hombre uniformado.
Policía: Hola vengo por la desaparición de una mujer.
Álex: Hola, adelante. -Dije dejando paso-.
Él entra hasta el salón, mi padre llegó al salón al mismo tiempo que él ya que al escuchar que llamaron salió del despacho.
Samîr: Hola agente.
Policía: Usted debe de ser el padre de la mujer desaparecida ¿No?.
Samîr: Sí soy yo, perdón me llamo Samîr.
Policía: Yo soy el agente Durán.
Samîr: Tome asiento por favor.
Durán: Bien empecemos con el interrogatorio, ¿Cuando fue la última vez que la vieron?.
Álex: Ayer a la noche.
Durán: Y ¿Sabéis dónde fue?.
Álex: Su amiga me dijo que a un fiesta.
Durán: ¿Fue su amiga a la fiesta con ella?.
Álex: No, ella solo la llamó por teléfono.
Durán: Y ¿Cuál es la dirección de dónde se hizo la fiesta?.
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Caminar de tu mano es un sueño, es mi sueño
RomanceEsta historia trata de una chica de 20 años que se llama Leila, que empieza su segundo año de universidad. Allí conocerá a un chico llamado Brian que ha llegado nuevo a la ciudad y que estará en su clase, ella se enamorará de él, pero parece que él...