Capítulo 2: Reencuentro

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Sentí como alguien me halaba del brazo y por un momento se me congelo la sangre. Pensé lo peor: asesinos, ladrones, violadores. Hasta que escuchen una voz masculina, profunda y sexi, automáticamente reconocí esa voz y me voltee para mirar sus hermosos ojos claros y su perfecta sonrisa ganadora.

-Oh Dios mio, hola!

-Hola linda, tenía tiempo que no te veía.

-Si, yo tampoco a ti, he ido al café varias veces y no te he visto ni una vez. -Le hice señas y empezamos a caminar mientras charlaba.

-Si, es que no he tenido oportunidad. Trate de llamarte para un café o un paseo, pero me di cuenta de que no tenia tu número... Ni recordé tu nombre.

-No te preocupes yo tampoco recuerdo muy bien el tuyo. Me llamo Mary Ann Van Derhunt. -dije dedicándole una tímida sonrisa.

-Que hermoso nombre Mary Ann Van Derhunt - lo dijo de una manera, en la que no me importaría escuchar mi nombre salir de sus labios mil veces.

-Gracias, pero aun no se tu nombre

-Oh claro, me llamo James Mahjuz.

-No eres de aquí supongo.

-Soy mitad británico, mitad árabe. Mi madre es de Cambridge y mi padre de Ajmán.

-Wow, que cool. Y ¿Sabes hablar árabe?

-Jajaja si. Mi padre me hablaba desde que tengo recuerdo.

-Wow, hablas tres idiomas. Otra cosa que tenemos en común -Le sonreí

-Ah ¿si?, ¿qué idiomas hablas?

-Pues español, inglés y obviamente alemán.

-A ver, que sabes decir en español... Dime " Sie möchten zum abendessen mit mir gehen?"

-Es fácil ¿Quieres ir a cenar conmigo?- lo mire y me di cuenta de que era una invitación- "Ja" si, si quiero

-Bien, porque no se lo que dijiste después de sí. -me sonrió

-Dije que sí quiero.

-Pues perfecto. ¿Que te parece el martes en la noche?

-Perfecto -No pude despegar la estúpida sonrisa de oreja a oreja de mi cara.

-Pues deberías de darme tu número para llamarte -dijo riendo

-¡Oh si! Dame tu teléfono. -Me extendió su celular que saco de su chaqueta de cuero negra y marque mi número y me llame a mi misma.- Ya esta ambos tenemos nuestros teléfonos

-Prefecto. Y ¿Que haces a estas horas de la noche sola?

-Pues tenia insomnio. Así que decidí salir a caminar un rato. ¿Y tu?

-Pues había llegado tarde hoy a casa, y como no poda dormir, salí a tomar aire también. Así que básicamente lo mismo.

Seguimos hablando y caminado durante 20 minutos más hasta que se hizo muy tarde. Me acompaño hasta casa.

23 de junio del 2014.

-Entonces te invito a salir, hoy en la noche.

-Si Keith. Y no pongas esos ojos de loca.

-No tengo ojos de loca. Y ¡¿Qué rayos te pondrás?!

-No lo se.

-Pues tenemos que ir de compras.

-Keith, no puedo, tengo que trabajar.

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