Entre gustos y colores

Capítulo 18

-No, no, así no es – protestaba Min Hyuk al ver los fallidos intentos de Yu Kwon al bailar– ¿Por qué no lo puedes hacer bien?

-¡Aish! ¿Crees que es fácil?

-Pues sí.

-Para ti lo es porque llevas años en esto pero yo apenas llevo dos días así que no me presiones.

-Sí, llevas dos días ¿pero cómo es posible que lleves una hora estancado en un solo paso? Eso es demasiado.

-Será porque eres un mal profesor – dijo Yu Kwon y a Min Hyuk no le gustó para nada lo que dijo.

-¿Qué dijiste?

-Que eres un pésimo profesor.

-Já, hay que ver, te ofrezco mis fines de semana, con mala paga, para enseñarte a bailar y que impresiones a esa chica que seguro te rechazará igual ¿y me sales con eso?

-¡Oye! ¿¡Qué te pasa!? – lo empujó – ¡Ella no me rechazará!

-¿Acabas de empujarme? – Min Hyuk le dio la espalda y rió de la indignación, luego volvió a mirarlo – Ponte de rodillas.

-¡No!

-¡Que te arrodilles dije! – Como Yu Kwon no quería el mismo lo lanzó hacia el piso haciendo golpear sus rodillas contra este – Levanta los brazos y te quedarás así hasta que te diga. Eso es por ser tan grosero.

Mientras Yu Kwon de mala gana con enojo en su rostro cumplía con el castigo que le había impuesto Min Hyuk, éste segundo se echó en el sofá que había en la sala de baile y se concentró en su teléfono olvidándose del muchacho. Ya habían pasado unos pocos minutos y los brazos de Yu Kwon ya estaban dormidos y pálidos por la falta de circulación y sus piernas estaban entumecidas. Intentaba llamar la atención de Min Hyuk diciéndole que ya detuviera el castigo pero éste se había puesto sus audífonos y no le hacía caso, hasta que no soportó más esa tortura y bajó los brazos.

-No te dije que te detuvieras.

-Ya me cansé.

Yu Kwon se levantó a duras penas con sus rodillas adoloridas por tanto estar en contacto con el piso, tomó sus cosas y se dirigió hasta la salida.

-¿¡A dónde vas!? – gritó Min Hyuk sin levantarse de su puesto.

-A mi casa. Estoy cansado de tus regaños y de tus castigos, ya no quiero seguir viendo clases contigo. Y será mejor para ti, así podrás recuperar tus fines de semana – Yu Kwon se dio vuelta para salir pero enseguida se desplomó y Min Hyuk corrió a auxiliarlo.

-¿Estás bien? – preguntó con preocupación.

-Se me acalambró la pierna.

-Ven aquí – Min Hyuk iba a ayudarlo a levantarse pero el chico no se dejó alejándolo de un manotazo - ¡No seas necio!

-Yo puedo solo... ¡Ay! – se intentó levantar pero su pierna no respondía.

-Si no me dejas ayudar a levantarte tendré que cargarte.

-¡No!... Mejor ayúdame.

Min Hyuk levantó a Yu Kwon cuya pierna izquierda tenía tan acalambrada que casi era como si no la tuviera. Lo acostó en el sofá y comenzó a hacerle unos ejercicios de pierna para que se le pasara la molestia.

-¡Ay! Con cuidado que me duele.

-Eso te pasa por no ejercitarte, deberías trotar y caminar todas las mañanas para que no te pasen estas cosas.

-Cállate, esto es por tu culpa.

-Discúlpame pero es que en verdad me hiciste perder la paciencia – Yu Kwon bufó y Min Hyuk dejó de hacerle los ejercicios para luego masajear su pierna.