Severus estaba muy tranquilo, su respiración no se encontraba para nada agitada y su estado físico era de lo mejor, bien ahora digamos la verdad, Severus estaba como una loca, no encontraba a Draco por ningún lado, había estado buscándolo por todo el colegio, y déjenme decirles que correr con túnica no es algo fácil, estaba sin aire y su corazón de seguro en cualquier momento explotaba por el cansancio físico.
Y es que Severus tenía buena condición física, pero el castillo era enorme y definitivamente era un verdadero trabajo buscarlo solo, sin contar que podrían incluso cruzarse y él no se daría cuenta debido a los muchos pasillos e incluso pasadizos que existían en Hogwarts.
-Pero que imbécil- dijo el pocionista mientras se golpeaba la frente con la palma de la mano derecha- tengo a los Gryffindor para buscar por mí.
No es que deseara desligarse del problema, Merlín sabía que amaba y adoraba a su pequeño Dragón, pero la verdad sea dicha, el ya no podía seguir corriendo así, se le iban a salir los pulmones por la boca, además de que la ayuda nunca estaba de mas, por lo cual se dirigió hacia el Gran Comedor, en donde se suponía debía encontrar a los Gryffindor.
****En el Gran Comedor****
Unos Gryffindor recién terminaban de recoger a todos los conejos, y estaban más que exhaustos por ello, pero sabían que debían reportarse con Snape o de lo contrario seguro este los castigaría de nuevo.
Pero Sirius que tras terminar su "charla" con Snape había vuelto con ellos, para ayudarles con los conejos, cosa que termino en según el darles apoyo moral, que consistía en echarles porras, dar órdenes, indicaciones y uno que otro grito de "¡Agarren a ese conejo que se escapa!", "¡Harry por Merlín no sueltes a ese conejo, se un hombre y soporta sus mordidas, tu puedes!" y "¡Neville no llores y persigue a ese conejo que se ocultó bajo la mesa, te aseguro que ellos no muerden más de 5 veces a una persona, y ese ya te mordió 10, ve por el chico!" si, definitivamente su ayuda era indispensable.
Después de dar su ayuda tan generosamente a los chicos, Sirius se acercó a ellos con una gran sonrisa en los labios y una jarra de agua en sus manos, además de 3 vasos de vidrio, que increíblemente podía sostener junto a la jarra, sin dejar caer ninguno(magia *-*).
-Bueno chicos, después de trabajar tan duro nos merecemos algo refrescante, quería traerles cerveza de mantequilla, pero al final me decidí por esta refrescante y purificada agua- les dijo sonriente.
-No tenían cerveza de mantequilla en las cocinas y te dio flojera ir a comprar unas, ¿Verdad?- pregunto un desconfiado, cansado y malhumorado Harry, ¡Malditos conejos!, ¿Cómo podían morder tan fuerte siendo tan pequeñitos y adorables?, definitivamente ya no se dejaría llevar por las apariencias, y menos con conejos, pensaba malhumorado Harry.
-Si- acepto resignado Sirius- pero el agua es mejor para ustedes chicos, los hidratara y es purificada- se excusó el animago.
Los chicos ya no dijeron nada y aceptaron el agua, estaban muy cansados y después de tanto correr tras los conejos también estaban sedientos, pero a solo minutos de haber comenzado a tomar sus vasos de agua, la puerta se abrió con un fuerte sonido, clara señal de que la habían abierto a los golpes.
-Así que ustedes están aquí bebiendo agua de lo más tranquilos, mientras Draco está desaparecido- espeto molesto el pocionista, ante lo cual los Gryffindor pegaron un salto por el susto, excepto Sirius que solo se dedicó a mirar detenidamente la imagen del pocionista, quien estaba todo agitado y sonrojado, por haber estado buscando a su ahijado.
-Pero si estaba con usted, ¿Cómo pudo haberse perdido?- pregunto confundido Neville.
Ante esas palabras Severus enrojeció más al recordar cómo había sido distraído de su tarea que consistía en cuidar de Draco, tratando de evitar que los chicos vieran su sonrojo aparto la mirada, pero lamentablemente al hacerlo noto la presencia del animago, lo cual solo lo hizo enrojecer más.
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Cuidando de un Malfoy (Harco)
FanfictionUna poción y muchos problemas. Harco (Harry/Draco)