GO TO SLEEP [Jeff The Killer]

Capítulo 2: Que Empiece La Tortura.

-¿Qué te pasa, estas más pálida que Yo-. Susurré al verla tan blanca como un trozo de papel.

No perdía el intento de escapar, pero yo podía con ella, jamás la dejaría ir ...

-Bien... ahora es mi turno de torturar... digo divertirme - Sonrei -Pero como eres muy inquieta, creo que tendré que amarrarte-. Concluí burlón haciendo un puchero.

Con una mano tapaba su boca para que no pudiera gritar, y con la otra la sujetaba con todas mis fuerzas para que no pudiera escapar, mientras le quitaba el delantal que llevaba sobre su blanco vestido, para atarla.

-¿Por qué me haces esto?...-. Apenas pude oír su débil voz, ya había dejado de resistirse, de todos modos estando amordazada, era inútil.

-Soy un maldito asesino, ¿Lo olvidas?.

-No... no me hagas daño por favor...

-¿Que no te haga daño? , Siempre me he preguntado porqué
me ven como un insensible- Respondi- al parecer todos pueden ver el daño que Yo soy capaz de hacer, ¿Pero se han preguntado el daño y el dolor, que mucho antes me hicieron los demás a Mi?.

-Pero yo no te he hecho daño, no merezco esto...

-Quizás si, quizás no- le respondí- quizás el daño que me estas haciendo no es físico, pero el hecho que me hagas recordar todo lo que sufrí, el dolor, es bastante más intenso de lo que crees.

-Mi única intención era ayudarte... todos decían que estabas enfermo... jamás creí que fueras tú un asesino.

-¡¿Enfermo?!,¿Crees que estoy enfermo?,¿Qué, quieres ayudarme?...¿Sabes qué es realmente enfermo?. Querer tener una cura para algo que no es una maldita enfermedad.

Mientras la observaba, podía notar que ella estaba demasiado tensa, rígida y a la vez temblando, no pude evitar sonreir.

-Creo que ya me toca divertirme, es una lástima que no tenga mi cuchillo aquí, pero no me falta la imaginación para pensar otros métodos-. Me encogí de hombros.

-Dijiste que te llamabas Jeffrey Woods- me interrumpió - Si no mal recuerdo ese es el nombre del hijo desaparecido, de la primera familia que fue brutalmente asesinada, hace tiempo, cuando empezó la ola de homicidios... ¿Ese Jeff... eres tu?.

...

Un nudo se hizo en mi garganta, no dejaba escapar ninguna maldita palabra...

-Jamás desapareci-. Las dos únicas palabras que pude decir.

-Sigue contándome, ¿Qué fue pasó después de llegar a tu nuevo hogar?...

Me apoyé contra la pared, y caí sentado al suelo.

-¡No quiero recordar eso, maldición!.

-Aunque no quieras recordarlo, es tu pasado no lo puedes negar, quiero ayudarte. ¡¿Qué pasó Jeff?!.

...

-A la mañana siguiente, desperté con la extraña sensación de ardor en mi pecho, pero también me sentía lleno de energía, que de algún modo tenía que sacar hacia afuera.

Desayunamos como normalmente lo hacíamos con mi hermano Liu, tomamos nuestras mochilas y fuimos a la parada del autobús, nos sentamos en el suelo y charlamos de la primera estupidez sin importancia que se nos viniera a la cabeza.

Hasta que... un chico saltó sobre nosotros sobre su patineta, haciéndonos dar un salto.

-Bien, bien, bien. Parece que tenemos un poco de carne nueva- Aparecieron otros dos chicos. Uno de ellos súper delgado, y el otro enorme -Bueno, ya que son nuevos aquí, me gustaría presentarnos, el de ahí es Keith y él es Troy. Y yo soy Randy, para todos los niños en este barrio hay un pequeño precio para el pasaje, si es que me entienden.

Liu se puso de pie, listo para golpear al chico, cuando sus dos amigos tiran un cuchillo hacia él.
-Yo esperaba que fueran más cooperativos, pero parece que tenemos que hacerlo de la manera difícil.

Nuevamente, sentía ese fuerte ardor en mi pecho, no sabia que era pero me quemaba, y la rabia que sentía lo alimentaba aún más, mi hermano al ver que me estaba poniendo de pié, me hacía señas con las manos para que me detuviera, pero sentía que debía hacer algo.

-Escúchame bien pequeño punk, devuélvele la billetera a mi hermano o de otra forma...-. Al yo decir esto, Randy puso devuelta la billetera en el bolsillo de Liu.

-¿Ah sí? ¿Y qué vas a hacer?-. Me preguntó con tono burlesco, mientras rozaba la punzante navaja contra mi rostro, haciendo una leve pero brusca presión.

Entonces no le di la oportunidad, simplemente hice lo primero que se me vino a la cabeza; torci su muñeca, haciendo caer el cuchillo, para recogerlo, los otros dos, al verme Intentaron salir corriendo, pero yo sin pensarlo los seguí, a uno le di un fuente empujón dejándolo de boca en el cemento del suelo, mientras que apenas me di cuenta de las gotas de sangre que caían al suelo , al otro, yo lo había apuñalado en un brazo...

El silencio dentro de mi cabeza se apagó,y pude distinguir entre todos los gritos la voz de mi hermano.

-...Jeff... ¿cómo?....

Perdí la noción de todo, hasta del tiempo, solo teníamos que correr, no sabia que es lo que había pasado, no tenia explicación, un fuerte instinto, era la primera vez que sentia una sed insaciable, más allá de cualquier otra cosa que jamás haya experimentado.

...

-Es algo aterrador, la sensación de sentirse poderoso, la necesidad de lastimar a alguien, jamás me había sentido así. Tanto que acabó por gustarme demasiado...