Prólogo.

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Stella Humptin avanza sobre pasillos estrechos en camilla; su prometido, Roderick, la acompaña mientras le sostiene su mano y le dice que todo va a estar bien, ¿Dónde estará su hijo Wyatt? Éste estaba abrazando su oso de peluche preocupado, minutos antes se le había salido su primer diente de leche, y ahora tenía una pequeña rendija en su boca. Su madre, Meredith, fue a buscarlo enseguida, y no volvió a verlo.

Sigue avanzando por pasillos. Enfermeros y médicos aparecen de la nada llevándola cuán auto de carreras por la pista, a una velocidad increíble. Le duele su barriga, ya de seis meses de embarazo; tiene contracciones que pasan de leves a muy dolorosas, hasta llegar a insoportables. Nada de esto pasaría si no hubiese rogado por manejar hasta la tienda de comestibles, que quedaba a unos quince minutos de la casa, porque nadie conocía la marca del lavaplatos que ella usaba. Un auto acababa de interceptarla por delante, en el estacionamiento. Apareció de la nada, como por arte de magia. Ella juraba no haberlo visto, cómo si se hubiese vuelto invisible de un momento a otro. Destrozó todo el capó, y la trompa del vehículo rojo, llamativo a simple vista.

Está a punto de perder el conocimiento, siente que su cabeza va a explotar, pero el dolor de las contracciones la mantiene despierta.

Deja de haber contracciones. Aún no ha llegado a la sala de parto.

-¡Más rápido! ¡Dejó de patear! ¡Dejó de patear!- Exclama sentándose de repente en la camilla. Solo ahí se da cuenta de que toda la camilla está manchada con sangre, y ella tiene la cabeza vendada. Tiene un brazo enyesado. Hasta se observan algunos moratones en las piernas. Le duele hasta el alma. Su mundo se viene abajo.

-No, no, por favor no. Dígame que sigue vivo doctor, por favor.- Murmura mirando al médico, que le da una mirada de lástima como respuesta, y abre la puerta de la sala de partos. -Recuéstese y prepárese para pujar, Señora.-Decidió hacerle caso, aunque ya no tenía fuerzas, y el pánico se apoderaba de su cuerpo y mente.-Haga fuerza.- Seguido de un "Vamos, siga" y cuántas palabras de aliento más.

Está exhausta, gire su cabeza para tomar más aire y se encuentra con Roderick, que la sostiene fuerte de la mano.-Hagamos esto, tú puedes Stella.- Sigue haciendo más fuerza. Siente que se le quita un peso de encima. -¡Nació, mi vida, nació!- Exclama su prometido.

Roderick es llamado por el partero. Stella no alcanza a escuchar mucho. -¿Cómo que no respira?-

-Nació prematuro, y tuvo bastantes problemas con el embarazo, las probabilidades de que sobreviviera eran mínimas, lo siento.-

-¿Está muerto?- El padre del niño está consternado. Stella alcanza no alcanza a oír lo que dice el médico, y se desvanece, es lo último que recuerda.

La abuela del niño irrumpe en la habitación. Observa a su hija y la asiste, le susurra unas palabras al oído, y llama a la enfermera a que la asista. -Por favor, dígame dónde está el niño. Sólo déjemelo verlo.-Señora, el niño está violeta, no tiene oxígeno suficiente. Verlo está bajo su propio riesgo.- Le dice el médico mientras la guía a la habitación contigua donde están atendiendo al niño.-Déjeme sola con mi nieto. Quiero estar con él.- Las enfermeras le ceden el espacio y van a atender a Stella.

-Por favor, niñito. Eres muy importante, deposité mi alma, mis esperanzas, en ti. Llora, o respira, y dale una alegría a esta vieja. Te necesito, te necesitamos, todos nosotros. Eres la única esperanza que nos queda, vamos.- Los ojos de la anciana se aguan mientras sostiene al niño, que está sujeto a cables.

No se mueve. No emite sonido. Nada. ¿Y ahora? ¿Todo está perdido? Meredith, devastada, lentamente camina hacia la puerta.

Y detrás de ella se escuchó un potente llanto. Tan potente como el rugido de un león, y tan agudo como unas campanitas. -Bienvenido, Kellen.- Exclama con una sonrisa.

HOLA! LES DEJO EL PRÓLOGO DE MI NUEVA HISTORIA, PARA DARLES UN PEQUEÑO ADELANTO. PROBABLEMENTE, HASTA DENTRO DE DOS MESES NO VOY A SUBIR CAPÍTULOS, PORQUE QUIERO PLANEAR BIEN LA NOVELA Y HACERLA A MI GUSTO.

Pueden comentar qué les pareció el prólogo, comentar hipótesis sobre qué va a tratar la novela, o incluso decirme si tengo que cambiar algo, o darme su opinión personal al respecto. Leeré cada uno con gusto.

NOS VEMOS PRONTO!



El soñador empedernido (Sueños reales 1).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora