enamorado??

233 6 0
                                    

-¿Louis? – toqué la puerta de su habitación. Después de retocarme el maquillaje que se había corrido por las lágrimas que surgieron. Sí, lágrimas y no lágrima. ¿Por qué siento ahora un vacío más? ¿Por qué estoy pensando ahora que la necesito? ¿O que los necesito? ¿Por qué ahora? 

Entré a su habitación sin que él me diese el permiso, y sólo vi que decía: “Yo también te quiero”. Y al verme, retiró su móvil rápidamente de su oreja.

-¿Qué está pasando aquí? – sonreí picarona.

-Na-nada… - ¿cómo que nada? Éste ya tiene otra novia.

-Anda ven – lo cogí de su americana -. Dime como se llama tu nueva novia y le partiré la cara. A mí nadie me quita a mi hermano – sonreí, mientras estaba concentrada en ponerle bien esa fina corbata.

-No tengo novia – negó, agachando su cabeza para mirarme.

-¿Cómo que no? ¿Y a quién también quieres que no es a tu sista?- sonreí aún más.

-Era Harry – una punzada a mi corazón. 

-Ah – rápidamente dejé su corbata y me dirigí a la puerta. Podría ser Harry perfectamente, siempre han llevado una “relación” amorosa que nos hacía reír a todos -. Vamos, mamá y papá nos esperan en el coche.

-¿Te pasa algo? – preguntó, metiendo su móvil en el bolsillo de su traje y cerrando la puerta de su habitación.

-¿A mí? – pregunté, mientras bajábamos las escaleras.

-Sí, a ti – rió -. ¿A quién he preguntado? – sonó obvio.

-Nada – respondí, de camino al coche.

-¿Seguro? – volvió a preguntar, cerrando ahora la puerta principal.

No respondí. No, no sabía lo que me pasaba. ¿Qué me pasaba? No lo sé. ¿Y por qué no lo sé? Tampoco lo sé. Y todo es un lío.

-¿Con qué socios toca este sabado? – pregunté cansada. Nunca podíamos quedar un sábado al mediodía con nuestros amigos, siempre teníamos “La comida” con los socios de nuestros padres. Y ya cansaba, porque todas eran familiares. Siempre llevaban a sus familias. Y esto es así, sábados familiares y el resto de la semana nuestros padres solos. No sé para qué tienen una casa si nunca están en ella.

-Styles – giró mi padre la cabeza, ya entrando por las grandes puertas de cristal del costoso restaurante. Vigiladas por guardias de seguridad.

Miré con los ojos abiertos como platos a mi hermano, yo no me quedaría allí.

-¿Y tenemos que estar con vosotros? 

-____ ya lo sabes. No empieces como siempre, y encima, estaréis con Harry y con Jason. No os quejéis como siempre de que no os gustan los hijos de nuestros socios.

-Además, ya estás bien con él, ¿no? – interrumpió mi madre -. Pues entonces comportaos. Sabéis que estas comidas son muy importantes, tanto para la empresa como para nosotros.

-Tú lo sabías – le dije a Louis entredientes.

-Ya – río.

-¿Por qué te ríes?

-A ver si decides pedirles perdón.

-Louis sabes que no…

-Familia Tomlinson, ¡bienvenidos! La familia Styles los espera en su mesa de siempre, síganme por favor – me interrumpió y nos sonrió el maitre, que ya era más que un conocido, pues lo veíamos todos los sábados. Aunque nos seguía tratando de usted, cosas del trabajo.

soldado del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora