deciciones

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El vaso se me resvaló y cayó al suelo. Un escalofrío recorrió mi cuerpo. Primero me miré los pies, los cristales saltaron y pudieron hacerme daño. Pero afortunadamente, no me hicieron nada. Ni me iban a hacer, ya que con esas pedazo de zapatillas de cerditos azules, nada las atraviesa. Tienen más espuma que pie. Después me agaché a recoger los cristales grandes y la leche derramada. Con la fregona, a parte de retirar la leche, también retiré los pequeños cristales que quedaron. Pienso que ser mamá no se me daría mal. Cuido, me encantan los niños y sé hacer cualquier cosa de casa, aún teniendo limpiadoras. Además, mis comidas son las más deliciosas de este mundo. Y soy modesta.

Dejé de pensar que tomarme un vaso de leche sería lo mejor. Así que decidí en hacerme un sandwich vegetal, así me serviría de comida-merienda.

Si no mal recuerdo, esa conversación con Harry fue con lo que empezó todo. Donde fui apartándolos por primera vez y donde engañé al chico al que más he amado. No me iba con Zac, me iba con las animadoras y con el equipo. Donde ese grupo hizo un hueco a la simpática de ____ para convertirla en una Barbie. Pero adentrarme en ese grupo no me perjudicó tanto, ya que conocí a Liam. Al que también quiero un montón. No sé como puedo querer tanto a tantas personas. A las que verdaderamente ocupan mi corazón.

-Entonces… ¿Me escuchas ____? – me preguntaba mientras hablaba con Charlie, Amanda y con Ali. En mi habitación, mientras me elegían lo que me pondría para la fiesta de esa noche.

-Sí, sí – afirmé, mientras señalaba el vestido que estaba por la parte derecha de mi armario.

-¿Cuándo hacemos la tarde? ¿Mañana?

-Sí, sí – no lo escuché, sólo me dediqué a afirmar. Mientras colocaba mi mano en el altavoz, para que Harry no escuchase que no quería ponerme los tacones azules.

-Pues mañana en mi casa. Te quiero – me colgó. 

“Decidido”, le dije a Ali. “El vestido negro con los tacones rosa palo” me dijo Amanda. “Sí claro, la más guapa. Yo no me acerco a ella ni a metros. Siempre nos quita a todos. A TODOS”, replicó Charlie. Todas estallamos a carcajadas, menos ella, que se quedó con los brazos cruzados pareciéndose a una niña pequeña.

soldado del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora