-¡____! – oía que me gritaba -. ¡¡____!! – me sequé bruscamente mis lágrimas para voltearme.
-¡¿Qué?!
“_____ la dejaré por ti” “____ no te enfades, yo te quiero” “_____, ¿sabes que desde siempre te he amado?” – deseaba que me gritase a los cuatro vientos.
-Tu casa está por el otro lado – señaló, en dirección contraria por la que yo caminaba.
Me conduje por la dirección que él marcaba, llegando hasta donde estaba él y pegándole con mi hombro, para seguir mi camino hasta mi desolada casa.
-Te llevo – escuché una puerta abrirse.
-¿Llevas TÚ tu coche? – pregunté atónita.
-Sí, la moto está en el taller. Tenía un arañazo.
-Vaya, parece que quieres más a tu moto que a tu amiga – me encaminé al coche.
-Si estás de humor de perros porque te va a venir la regla, no te subas – corrió hacia la puerta del conductor, para después sentarse y cerrarla.
Ante tal argumento, cerré la puerta del copiloto de un portazo. Harry se tumbó sobre los dos asientos y la volvió a abrir.
-Era broma – rió, enseñándome esos bonitos dientes.
-Que sepas que me llevas porque estoy cansada, sino, iría andando – intentaba esquivar su verde mirada.
-¿Cansada de los golpes que te has llevado? – me susurró al oído, para acto después arrancar a toda velocidad. Sólo le miré asesinamente.
-¿Diga?
-¿Diga? – repitió Harry, con un tono muy agudo, cuando salimos del coche.
-¡Mamá! – exclamé -. ¡Has tenido la decencia de llamarme!
-¡Mamá! ¡Has tenido la decencia de llamarme! – volvió a repetir del mismo modo. Opté por ignorarlo.
-Estamos bien, conmigo sabes que está todo perfecto – le aseguré mientras abría la puerta.
-Estamos bien, conmigo sa – se calló después del golpe que se llevó. Me estaba molestando, pero hasta cuando molesta me gusta. No sé qué haré para olvidarlo por completo.
-¡¿Qué volvéis el lunes?! ¡¿Me vas a dejar más tiempo con Louis y SIN DINERO?! – entré tirando las llaves al mueble del recibidor -. Tranquila no, mamá. ¡Parecéis unos niños de mi edad! Tenéis ciertos años y trabajo, sabes que – me colgó. Mi madre colgó dejándome con la palabra en la boca, con un estúpido “Te quiero” y con las risas de ella y los demás padres. Cuando se juntas son tan… tan… tontos.
-Niall, ¿y Louis? – preguntó Harry mientras masticaba exageradamente un chicle y se sentaba en el sofá. Poniendo los pies encima de la mesa y quitándole el mando a Niall.
“Esta no era mi salón… No era para nada igual. Sólo el sillón y la televisión” – pensaba.
-No… Se ha… - se callaba. ¿Por qué demonios es tan tímido?
-¿Se ha…? – siguió Harry, esperando una respuesta.
-Se ha ido.
-¿Cómo que se ha ido? ¿Y no ha estudiado?
-¡¿Estudiar?! – se levantó Harry rápidamente del sofá -. ¡¿Louis?! – rió a fuertes carcajadas.
-Sí – entrecerré mis ojos -. Él quiere sacarse su curso limpio para llegar a la Universidad no siendo un completo cateto.
-Oye, que yo estudio – volvió a sentarse en el sofá -. ¿Ah que sí, Niall?
-S-sí…
-Niall, no se miente – dije desinteresadamente y me fui a la cocina.
-¡No miente!
-No miento – rió por lo bajo.
-¿Quieres algo de cenar, Niall? – resalté “Niall” .
-No-no, gracias.
-¿Y a mí no me preguntas? – entró en la cocina.
-¿He nombrado tu nombre en algún momento?
-No.
-Eso significa que no te pregunto.
Rió de lado, acercándose hasta el lado opuesto de la encimera. Quedando en frente mía.
“Oye, así tampoco era mi cocina…” – aparecieron puntos en mi vista.
-Qué carácter – rodé los ojos y dejé el sandwich que me estaba preparando para salir hacia el comedor.
Pero el timbre me lo impidió.
-¿Qué-qué haces tú aquí?
Y ahora ondas que me hicieron perder la imagen.
ESTÁS LEYENDO
soldado del amor
FanfictionEran amigos, ya no. Se querían, se cuidaban. Ahora se odian y se matan entre ellos. ____ empieza a pensar diferente, y recuerda que lo que hizo fue muy duro. Su exmejor amiga, Ángela la "odia", igual que Zayn y Harry. Pero con el paso de los días, l...