Entre las sabanas estaba yo, intentando dormir. Me arropo y cierro con fuerza mis ojos, poco a poco consigo dormirme hasta que al fín, ya estaba absuelta en mis sueños.
/A la mañana siguiente/
El despertador sonaba, perezosamente apoyo los pies en el suelo y bostezo. Estoy agotada, pero eso no es lo peor de todo, lo peor es que llegaba tarde.
Parece que nadie se ha dado cuenta de mi inpuntualidad, todos estaban serios tan siquiera se dieron cuenta de cuando llegue.
Me dirijo a mi despacho silenciosamente y cierro la puerta, incoscientemente las lágrimas ¿que me esta pasando?
- ¿Por que lloras?- su voz hizo que me secara las lagrimas rapidamente- ¿que ocurre señor Blair?
- Mi hijo insiste con que sea invitada al funeral de mi mujer, asi que usted esta invitada.
Espera espera espera, ¿que Damien ha dicho que? No no no, obviamente no voy a ir, esta él ademas es una ceremonia intima.
- Pero señor Blair, esas cosas son familiares, además no conocí mucho a su mujer.
- Jane, entiendo lo de ceremonia familiar pero Damien insiste que vengas, no por trabajo ni mucho menos, según él por amistad, el funeral será esta misma tarde.
¿AMISTAD? ¿AMISTAD ES TIRARSE AL CUELLO DE UNA PERSONA?
- Esta bien, iré muchas gracias.
Dios mio Damien la estas liando parda ¿como que amiga? Bueno tampoco estamos saliendo en si pero ¿amiga? Esta bien, pues esta "amiga" no tiene mas que hablar, vuelvo al trabajo.
/Horas después/
Mi preciado descanso, tengo ganas de estar con Amber asi que voy a su despacho y llamo a la puerta.
- Señorita McMahon la señorita Lee no ha venido al trabajo- dice el secretario personal de Amber.
Estoy decepcionada, me dirijo a mi pequeño despacho cuando derepente me encuentro a él, sentado encima de la mesa, parece tan contento que hasta su sonrisa hace que me sienta peor.
- ¿Que haces aqui?
- Esperarte, tenemos que hablar- parece que Damien es feliz torturandome.
- No hay nada que hablar.
- ¿Estas segura?- alarga su sonrisa psicopatada de mierda que tanto me cabrea.
- ¿Debo decirte que te vayas?- digo abriendole la puerta, aguantando mis grandes remordimientos.
- Mira no me quiero poner cursi ni mucho menos pero necesito conocerte, hemos empezado con mal pie pero lo podemos mejorar- lo dice como si fuera tan facil, te aseguro que él no llorara pensando en mi, te aseguro que él abra dicho lo mismo a unas cuantas golfas, te aseguro que a pesar de lo que estuvo a punto de pasar esa noche seguira diciendo a todo el mundo que solo soy su amiga ¿y sabes una cosa? ¿sabes lo que duelen las falsas esperanzas? Estoy cada vez mas convencida que odio mas a este idiota, si lo odio desearía con todas mis fuerzas que te fueras de mi vida.
- No me apetece hablar, vete.
Y se fué con la misma sonrisa con la que vino.
Y paso todas las horas siguientes sentada en esa silla de cuero esperando a que llegue la hora de irse a casa. Amber, te quería contar muchas cosas, tenía que desahogarme contigo, echar las lágrimas que he retenido a lo largo de estas horas ¿y todo porque? Por plantarte en mi vida con esa sonrisa, la sonrisa mas falsa del universo señores.
Mi jornada de trabajo ha finalizado y abandono mi despacho. Llego a casa deprimida, no se supone que me tubiera que pasar esto, todos mis planes para hoy arruinados y como no, todas mis esperanzas agotadas.
Miro por la ventana de mi habitacion, la gente sonrise felices, los niños pequeños corretean por las calles imaginandose astronautas pisando la luna, sus padres les llaman la atención pero da igual, siguen haciendo trabesuras. Querría retroceder en el tiempo y no crecer nunca mas, pero en fín, solo es un deseo, unicamente eso.Preparo mi ropa para el funeral y sin mucho trabajo consigo hacerme un recojido, maquillo mi rostro al fín esa cara de mal estar desaparece, algo que me hace sonreir y olvidar mis problemas.
Llego a el funeral justo a tiempo, los familiares de la señora Blair estaban llorando desconsoladamente, hermanos, primos incluido su marido, James Blair.
- Gracias por venir- dice el señor Blair alargando una pequeña sonrisa, nunca le había visto asi.
- No hay que darlas, mi mas sentido pésame.
Y ahi estaba la difunta señora Blair, parece como si solamente estubiera dormida.
James me presenta a toda la familia de su mujer y con mucho gusto les doy el pésame a todos. La gente es muy agradable aunque este no es el lugar ni el momento como para decir cosas graciosas. Me doy la vuelta para observar el grandioso decorado, bajo la mirada y ahi estaba Damien, hablando con una chica rubia, esta por lo que escuchaba le daba el pésame y lo abrazaba. Sentí como si una bala atravesara mi corazón, y para evitar esa sensación opte por mirar hacia otro lado.
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Buenas tardes, noches o lo que sea, solo informaros que pronto saldra otro capítulo de Thinks.
Foto en el título// James Blair.
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El hijo de mi jefe
Teen FictionNo sabes lo difícil que es encontrar a tu chico perfecto. Pero cuando crees que lo encuentras... En fín no os voy a dar adelantos de mi vida.