Han pasado dos días desde que llegue a la casa de Laura,y no la siento como mi hogar. Durante el desayuno le pedí a mi hermano que me acompañe al departamento después de mi cita con la loquera,necesito ambientar mi cuarto.
Mi cita es a las 2 pm ,Ed me trajo media hora antes.
-¿Y que se supone que haré durante media hora ahí sola?-le pregunte sin salir del carro-mejor te acompaño a donde vas y no me aburro.
-Claro que no,Fatima,tienes que cumplir con tus asistencias,es por tu bien,por favor,solo entra y espera a que te hable la secretaria,ok-pude ver en sus ojos una especie de suplica y regaño.
-Ok,te quiero,nos vemos al rato-le respondí saliendo del auto.
-yo también te quiero,paso al rato por ti.El lugar paresia una casa enorme,era como entrar a una galería de artes,de esas que hay por Polanco,solo que con muebles blancos,las paredes eran color beige con las esquinas café,la secretaria una joven de no más de 25 años vestida con falda arriba de las rodillas color azul marino,una blusa azul cielo,un saco del mismo color que la falda y unos tacones impresionantes,además de tener ojos verdes y cabello rubio,debo admitirlo era hermosa,me hizo esperar en una sala,me encontraba sola,eso es bueno,cogí y releí varias revistas,ya me estaba aburriendo.
-Señorita,ya puede pasar.
-ok,gracias-como puede caminar con tremendos zancos por Dios-un favor señorita-ella volteo sorprendida-la próxima vez dígame Fatima,solo así sin tanta formalidad-ella solo asintió y siguió su camino.Al entrar lo primero que pensé fue "regrese a la secundaria" este lugar se parecía a la dirección de cualquier escuela,libreros repletos de libros y pequeñas figurillas de cerámica,frente a ellos un escritorio de un color café obscuro pero brilloso,bonito,sobre este una computadora,más libros,lapiceros y un pequeño rectángulo que decía con letras blancas Dra.Vega.
-tome aciento señorita Romero- me sobre salte,tras de mi estaba ella,sentada en un sofá de una mini sala en ese lugar,no , definitiva ya no se parece a una dirección.
-Fatima-le dije por millonésima vez-no me llame por ese apellido por favor-le dije sentándome frente a ella,esta vez vestía diferente a cuando fue a visitarme,ahora usaba unos jeans negros con una blusa rosa claro y un saco negro y unas botas largas muy lindas.
-pero ese es su apellido o ¿no?- me pregunto sacándome de mis pensamientos.
-si,pero no me gusta tanta formalidad-lo que no me gustaba era que el apellido era el mismo que el de Laura-y bien de que vamos a hablar.
-toma asiento por favor-me dijo señalando un sofá de color ámbar frente a ella,me senté era realmente cómodo pero la forma en la que ella me observaba era incomoda,me arremoline en mi lugar deje mi bolso a un lado y junte mis manos en un puño colocándolas entre mis rodillas- ya estoy aquí-y le di mi mejor y sarcástica sonrisa.
-Antes de empezar quiero que sepas que si faltas a un solo día de terapia,te llevaran a un psiquiátrico.
Yo solo abrí mi boca formando una "O",estaba procesando la información-¿como es eso posible?,soy mayor de edad por si no lo sabia.
-eso lo se-me interrumpió-pero no eres apta a cuidar de ti misma,en estas terapias te voy a ayudar,quiero que confíes en mi,lo que me digas en esta sala sera en total confidencia,¿lo entiendes?-yo solo asentí- y si el día que tienes tu cita no puedes llegar,de verás avisar para programar otra,pero solo tendrá tres oportunidades,¿esta claro?.
La observe por un rato y solo solté un suspiro de resignación-si,esta claro.
-Bien,comencemos,quiero que hoy hablemos de tu infancia,¿que recuerdas?.
Me quede callada por un instante,¿recuerdos buenos o malos,cuales querrá escuchar?,finalmente me decidí por uno.
-Era de madrugada,mi madre me tenía entre sus manos,ella lloraba y corría diciendo que todo estaría bien.
-¿que edad tenias?-me interrumpió.
-tres o cuatro años-su mirada me decía que continuara con mi relato-subimos a un autobús,recuerdo el nombre del conductor,Raul,era amigo de mi madre. Apenas llegamos y mi padre nos había alcanzado,le gritaba cosas,no se que le decía,pero los dos me jaloneaban cual muñeca de trapo-un nudo se comenzaba a formar en mi garganta-llego mi abuela y me retiro de los brazos de ellos,Caminábamos por la banqueta alejándonos de ellos,ella me decía que no volteara,pero siempre fui testaruda,voltee y vi a mi padre azotar la cabeza de mi madre en un buzón,ella dejo de moverse-las lágrimas rodaban por mis mejillas y me las quitaba abruptamente-después de eso recuerdo verla acostada en su cama y darle un beso en la frente-estaba temblando y con lágrimas en los ojos,hasta ahora me doy cuenta de que tengo miedo a los recuerdos que hay en mi mente,en lo mas recóndito de mi mente.
-Me doy cuenta de que desde muy pequeña viste violencia en tu casa,y tengo entendido que tus padres se separaron y hoy están en buenos términos ¿no es así?.
Sorvi mi nariz y me seque las lágrimas antes de contestar-¿eso es lo que le ha dicho?-no pude evitar burlarme-se que Laura también viene a verla y me sorprende que aun no vea su lado hipócrita,ellos se gritan cada vez que se ven,se insultan,o mejor dicho insulta a mi padre y eso no se lo permito.
El ceño de la Dra.Vega se frunció para después continuar-¿después de lo que me has contado,sobre la violencia que sufrían,lo defiendes?-su tono de voz era de curiosidad mas que de reprensión.
-Si,por que con los años de convivencia Laura me ha demostrado que lo provocaba y él solo se defendía.
-Bien-se detuvo a escribir sobre una libreta,para después mirarme y continuar hablando-¿podrías compartir un recuerdo feliz?-su rostro se suavizó.
Después de pensar vino uno a mi mente,el mas feliz-yo tenia como 6 años,mis padres ya no estaban juntos,así que eran vacaciones de verano y mi abuela me llevo a su departamento con el permiso de Laura,fui al trabajo de mi padre,el trabajaba en una tienda de telas,todas sus compañeras de trabajo estaban fascinadas con mi presencia,todo el día me mimaron y atendieron-poco a poco sentía como una sonrisa se dibujaba en mis labios-al caer la noche él se quedó al cierre de caja así que salimos tarde y por el estacionamiento,eso fue divertido-una risa salio de mi garganta-después fuimos al cine,solo él y yo,recuerdo que pidió palomitas de mantequilla y refresco de manzana-inconscientemente cerré mis ojos era como revivir ese momento-vimos la película DINOSAURIO,esa fue la primera vez que fui al cine y la ultima con él-el rencor volvía a apoderarse de mis entrañas.
-Es un lindo recuerdo,y me alegra que lo mantengas vivo dentro de ti-ella continuo escribiendo mientras yo me limpiaba el rostro.
-¿quieres un poco de agua?-yo solo a sentí,ella se levanto y a los pocos segundos llego con un vaso con agua,la tome se sentía fresca y mi garganta lo agradecía,coloque el vaso en la mesita de centro y continuamos.
-esto que me cuentas sera confidencial,te lo repito por que vas muy bien y no quiero que te retraigas ¿esta bien?.
-si,doctora-ella sonrío gentilmente.
-ahora soy yo la que te pide que me llames Sarha,¿de acuerdo?.
-si,Sarha-y por primera vez le di una sonrisa honesta.
-Bien ya aclarado ese punto,quiero que me platiques de algún juguete de tu infancia,con el que pasaras cada minuto pegado a el.
Me detuve a pensar-mm,creo que no tengo,no espere,recuerdo dos juguetes un oso blanco siempre estaba con el y una tortuga de plástico con rueditas en lugar de patas y movía su colita al ritmo de las ruedas- realmente había pasado momentos felices con ellos.
-¿y que les paso?-buena pregunta.
-El oso lo tiro el esposo de Laura dijo que ya no era una bebe para estar todo el tiempo con ese oso-de verdad odie a ese tipo por hacer eso- y la tortuga aun la tiene mi padre y eso es bueno.
-y ¿tu madre que hizo cuando te tiraron el oso?.
-Nada,solo dijo que era por mi bien,que tenia que madurar.
-¿cuantos años tenias cuando paso eso?.
-yo tenia 7 o quizás 8 años,no solo tiro eso,sino todos mis juguetes,mi habitación quedo vacía.
-¿eso lo hizo su esposo actual?-yo solo me limite a mover la cabeza afirmativamente-prácticamente tiro tu infancia,Obligándote a madurar a temprana edad.
-así es,fue en ese instante donde el poco cariño que le tenia se fue,también ellos lo tiraron-podía sentir como mis ojos se aguaban,pero no quería llorar,así que respire profundo y me tranquilice.
La habitación quedo en silencio,yo solo observaba como ella escribía en una libreta,y después rompió el silencio.
-ahora,quiero que hablemos de tus miedos,físicos y emocionales.
-¿miedos?-tenía muchos,pero no se los iva a decir-no tengo-actúe lo mas seria que pude.
Ella estiro una hoja en blanco y un bolígrafo-escribe en esa hoja YO NO TENGO MIEDO-¿esta hablando en serio?.
-y ¿eso en que me va ayudar?.
-bueno Fatima,no solo tengo un titulo en Psicología,también lo tengo en grafología,y voy a leerte a través de tu escritura,ya que no quieres hablar.
Lo único que hice fue girar mis ojos y soltar un suspiro pidiendo paciencia para soportar este martirio. Escribí lo que me ordeno y le devolví la hoja,ella se quedo observándola por unos minutos hasta que hablo.
-bien,tienes muchos miedos,y son mas emocionales y hay que trabajar en ellos.
-¿miedos emocionales?-no creo que se han muchos.
-si,tienes miedo a la soledad y lo irónico es que también te aterra la compañía,no te quieres enamorar,aun que ya lo estuviste una vez y por lo que veo fue muy importante en tu vida.Yo me quede petrificada,ella solo observaba mi rostro de sorpresa,había leído una parte de mi en solo cuestión de minutos.
-¿continuo o prefieres hablar por ti misma?-el silencio se apodero del lugar y eso me incomodo.
-obscuridad- solté -ese es uno de los principales miedos.
-muy bien,ahora dime ¿siempre le tuviste miedo a la obscuridad?- moví mi cabeza negativamente -¿sabes cuando empezó?.
Ese era un tema delicado, jamas le he contado a nadie lo que ocurrió,pero igual y va siendo hora de que se enteren-yo tenia unos 6 años,mi hermano había enfermado y mi madre lo llevo al médico-solo recordar ese día me da escalofríos- yo estaba en mi cuarto a obscuras y sola,y sentí que alguien me tocaba,yo solo me cubrí con las cobijas hasta la cabeza y esa persona metía su mano en mi ropa interior yo grite y cuando me di vuelta la obscuridad no me dejo ver su rostro,pero en seguida llego Laura y me quede sola.La terapia había terminado, y solo me quede pensando, ahora vale la pena vivir por todo lo que he querido morir...
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Rosas de Acero.
Teen FictionSoy la princesa de mi padre... Soy el error de mi madre... Soy la oveja negra de la familia... Soy Fatima... No te ha pasado que un día te levantas y te sientes invisible o solo sin importar cual acompañada estas,eso me pasa a mi en ocasiones,sient...