1.-INFIERNO

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Hace un año...

Abro los ojos y lo primero que veo es un techo completamente blanco,escucho algunos ruidos de maquinas y ahora se en donde estoy, en una habitación de un hospital, genial ya es la tercera vez este año.
La primera fue en Enero: no intencional fui a una fiesta y él chico con el que iba choco.
La segunda fue en Marzo: si intencional era mi cumpleaños y estaba sola y quería dormir y jamas despertar.
Y la tercera en Junio(osea esta):me corte las venas,estaba sola y se supone que hací sería por una semana.

Pero hay algo distinto, estoy amarrada a la camilla, los brazos y las muñecas me duelen horrores,tengo agujas por todas partes y mi garganta esta seca y para acabarla de amolar no hay nadie y comienzo a marearme.

Como diez minutos después entra una señorita parece licenciada por su forma de vestir, un traje de 2 piezas falda y saco de color beige y una blusa color rosa que me da asco,sus tacones repiquetean en la lozeta de la habitación y mi cabeza me comienza a doler.

-Veo que ya despertó señorita Romero- dice mientras se sienta en un sillón de la habitación.

-Fatima,ese es mi nombre-le dijo tratando de sostenerle la mirada.

-Esta bien,Fatima, ¿sabe por que esta aquí?.

Ya que lo dice,yo debería de estar muerta. Pero ¿que paso,que salio mal?
-Para empezar ¿quien es usted y que hace aquí?-pregunte desconcertada por lo que esta pasando.
-oh es verdad lo lamento- dice mientras se acerca a mi-soy Sarha Vega,tu Psicóloga durante un tiempo indefinido.
Me quedo perpleja no puedo creerlo,quien demonios la mando.
-Y ¿que hace aquí?,¿quién demonios la mando?-pregunto tratando de mantener la calma.
-obviamente sus padres señorita.
-jajaja,esto si que no lo esperaba,me mandan una loquera- digo tratando de sonar irónica-¿y es por eso que me amarraron?-pregunto levantando las muñecas vendadas.
-esta es la segunda vez que despierta,la primera vez se altero y mordió a una enfermera-sonaba fría,casi podía sentir su molestia.
-¿en cerio?-no pude evitar que se me escapara una recita.
-esto no es un juego señorita Romero...
-¡Fatima!-la interrumpi con un grito.
-Fatima,como le decía,atento contra su vida¿por que?- yo solo permanecí en silencio,ni siquiera la mire a los ojos sentía recepción   por que mi plan no había resultado,se supone que estaría sola y que no me encontrarían hasta el dia siguiente.
-Fatima,quiero que confíes en mi- me dijo con una voz que sonaba dulce y casi maternal-me vas a ver por un largo tiempo y yo estoy aquí para ayudarte.
En ese momento entro una enfermera y camino hacia mi,tenia su parte de su brazo vendado y por la forma en la que me miro con miedo y enojo intuí que fue la enfermera a la que había mordido.
-¿podría salir señorita Vega?,debo revisar sus signos vitales- le dijo mientras tomaba una carpeta color azul que estaba en uno de los estantes y revisaba mi temperatura,presión y esas cosas.
-si,platicare con tus padres Fatima y después entraran para verte- yo solo asenti y vi como "mi loquera"desaparecía tras la puerta.
-Todo esta en orden- me dijo la enfermera con una voz fría.
-Si- y mi voz se escuchaba como un susurro hací que tosi un poco para aclararla pero no funciono.
-¿tienes sed verdad?-yo solo asenti con a cabeza-toma bebe-y me dio un vaso con agua,lo tome con dificultad ya que el peso del vaso hizo que mis muñecas me dolieran-deja que te ayude,perdiste mucha sangre-al mismo tiempo que me decía eso la enfermera se acerco para tomar el vaso de mi agarre,hasta ese momento pude notar sus facciones tenia unos ojos verdes con forma de almendra y largas pestañas,tenia pronunciadas ojeras que había tratado de cubrir con correcto y maquillaje,su nariz era fina y ligeramente puntiaguda muy bonita,su tez parecía blanca,su cabello era rojo y lo tenia agarrado en un chongo y al parecer era abundante y no parecía rebasar mas de los 25 años.
Retiro el vaso para colocarlo en la mesa de al lado.
-Gracias,y disculpa la mordida,para serte sincera no recuerdo nada-y era verdad se que soy agresiva pero no recuerdo nada.
-Aceptó sus disculpas y no tiene nada que agradecer solo hago mi trabajo-su mirada era gélida al igual que su voz, me hizo sentir miserable.
-le avisare a sus padres que ya pueden pasar a verla- y ella también desapareció tras la puerta.

Me siento demasiado cansada como para ver a Laura(es mi madre pero desde que me corrió de su casa la llamo así)no quiero escuchar ningún sermón o regaño,me quedo observando hacia la ventana,el cielo esta nublado y parece que no tardara en llover después de todo estamos en Junio y es temporada de lluvia y me encanta el frío que provoca.
-¿Se puede?-la voz me es muy familiar,mi hermano Edgar de 17 años,tiene un año que no lo veo,lo extraño mucho.
-Pasa,¿viniste solo?-ojala que si pero lo dudo.
-no,mamá esta hablando con mi padre por teléfono-así es el tiene a su padre y yo al mio-¿y como te sientes?-pregunta acercándose a mi,es sorprendente cuanto a crecido mide al rededor de metro ochenta y sus ojos azules los extrañe demasiado (herencia de su padre) es delgado y con el cuerpo marcado,parece que alguien ha estado haciendo ejercicio, su cabello luce mas largo y de color castaño con las puntas decoloradas,trae puesta una playera negra con unos vaqueros azul marino,su calzado son unos Nike completamente blancos y tiene esa chamarra de piel que le regale una semana antes de desaparecer,mi hermanito que guapo esta.
-Si,estoy bien-trato de sonreír pero creo que solo pongo una mueca-¿llevan mucho tiempo aquí?
-toda la noche-dice acostándose a un lado de mi y pasando un brazo por mi espalda hasta posar su mano sobre mi hombro-también estaba otro chico,pero no recuerdo su nombre,en fin el regresara al rato.
Un chico,eso me toma por sorpresa-¿quien era,dijo algo?-tengo que saber quien es mi "héroe".
-creo que se llamaba...-no pudo concluir por que mamá entro,su rostro no tenia expresión alguna,solo tenia los ojos rojos e hinchados quizás por llorar o desvelarse.
-Mi niña-corrió a abrazarme y a llenarme de besos-¿Por que lo hiciste?-pregunto apretando mi rostro con sus manos-no de viste lastimarte de esa forma,te quedaran una horribles marcas.
-¿Eso es lo único que te preocupa?,mis marcas-replique,ya sabia que la madre amorosa no existía, solo estaba frente a mi Laura Berenice Romero la que una vez fue modelo y se sigue vistiendo y peinando como si lo fuera.
-hija,la belleza se acaba y tu dejándote marcas.
-ya mamá,dejala en paz-me defendió mi hermano.
-No Ed,no te metas,solo mira dime ¿que chico se va a fijar en ella?-esa era la Laura que yo conocía de cabello rubio (teñido obviamente)ojos color miel,delgada y cara perfecta,con ropa de marca al igual que su calzado,Siempre perfecta,lastima que su exterior no muestre el interior de su ser,si hací fuera ella seria una indigente,por que no tiene nada.
-dejala Ed,que me diga todo lo que quiera hoy que me ve,por que en cuanto me den de alta yo me esfumo de su patética vida-mi voz estaba cargada de rencor y odio me hubiera gustado enseñarle el dedo medio pero mis manos seguían atadas.
-jajaja,pues solo te aviso que tu estas incluida en esta "patética"vida-me dijo haciendo énfasis con sus manos-por que en cuanto te den de alta te regresas a vivir con nosotros,no solo eres una amenaza para el mundo,sino también para ti-se me comenzó a hacer un nudo en la garganta y sentía que los ojos me quemaban y las lágrimas exigían salir,Laura si que sabe herir con las palabras,pero no voy a darle el gusto de verme llorar.
-¡¡tu estas loca,no iré con tigo ni al infierno!!-alce la voz-yo estoy mejor sin ti en mi vida-y es verdad siempre recibí mas de los demás que de mi propia madre,estuve y estoy mejor sin ella.
-lamento decirte querida hija que ya estas en el infierno y que mañana vengo por ti Fatima-la odio,pero si ese es el juego que quiere jugar hagamoslo, solo que yo no tengo reglas-vámonos Edgar dejemos a tu hermana descansa.
-oh,gracias que considerada eres Laura- ella siempre detesto mi sarcasmo ante los comentarios que me decía.
-en un rato te alcanzo mamá,quiero estar un rato mas con ella-dijo Ed sentándose a mi lado y con un tono de voz molesto.
-como quieras,espero que a ti si te escuche- y salio corriendo de la habitacion como si se fuera a contagiar de algo.
Estuvimos un rato en silencio hasta que no aguante mas y mis ojos se llenaron de lágrimas,recorriendo mis mejillas y bajando por el cuello,en mi boca se sentía el sabor salado y amargo del odio combinado con el dolor,pero no era dolor físico era dolor emocional ese que parece que jamas va s terminar.
-Ya hermosa,no llores,no le hagas caso-dijo mi hermano secandome las lágrimas y abrazandome,eso era reconfortante-que toda esa mierda te entre por una oreja y te salga por la otra-y aunque parecía imposible Ed me saco la primer risa del día.
-osea,igual que siempre.
-si,así mismo.
-gracias,tu eres lo único por lo que iré a esa casa,por que tu si me valoras,me entiendes y me quieres por lo que soy-la verdad es que para tener 17 años el era mucho mas maduro que nuestra madre.
-siempre,pase lo que pase me tendrás a tu lado,¿entendiste?-yo solo asenti metiendo mi rostro
en su pecho-que bueno que te quedo claro,oye tu padre esta en la ciudad,el vendrá mas tarde a verte.
-que bien,lo que me faltaba-dije mientras ponía los ojos en blanco-¿pediría ser peor acaso?-Ed solo sonrio por mi exclamación.
-¿por qué no buscaste ayuda?,si te sentías mal,sola y triste,¿por qué no me buscaste o a tus amigas?-su pregunta me tomo por sorpresa,no me la esperaba.
-Fue por que no necesito ayuda de nadie,esto lo hice por que yo quise y si no busque ayuda es por el simple y sencillo hecho de que nadie tiene que saber que estamos destruidos.


Rosas de Acero.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora