Bajo llave

CAPÍTULO 21. "Holiday"

Hola hola lectores:)

Ya he vuelto de mis vacaciones y nada, me están haciendo presión para subir cap y pue eso aquí está. Debo decir que este cap tiene contenido ya sabéis1313 en plan lemon, la verdad es que no es la primera vez que escribo lemon pero por raro que sea nunca he escrito lemon heterosexual en plan serio, así que no sé como va a quedar. De todas maneras, avisaré previamente de ello y también cuando termine por si alguna de vosotras se lo quiere saltar, y no pasará nada que tenga que ver con ello por lo que si no lo leéis no ocurrirá absolutamente nada. (Vuelve a narrar Carlos, ya sabéis).

Sin más dila(ta)ción, aquí tenéis el cap~

Lídia.

Había quedado con Cristina a las 18, a penas eran las 15 cuando llegué a casa y estaba de los nervios.

Para novedad, mis padres no estaban, por lo que tuve que haceeme yo mismo la comida.

Y eran las 16 y seguía de los nervios. ¿Qué le diría? ¿Qué pasaría?

A ver, lo claro es que me gusta, pero solo físicamente, es decir, yo tengo novia.

Pero Cristina está muy buena, pero también es inteligente, divertida, simpática, cariñosa...

Pero yo tengo novia.

Me convencí a mí mismo una y otra vez a lo largo de esas dos largas horas de lo que sentía era solo físico.

Solo físico.

Físico.

Hasta me puse ante el espejo y me lo repetí varias veces.

Y llamaron al timbre y mi corazón empezó a bombear tan pero tan deprisa que yo creía que me saldría del pecho en cualquier momento.

¡La puerta!

Corrí y, antes de abrir, me preparé mentalmente para verla.

Abrí la puerta y ella en ese momento abrió mi reja, llevaba unos tejanos largos negros y una sudadera blanca con una mariposa dorada, y los labios rojos.

La miré y me miró, estuvimos así, quietos y con unos pocos metros de jardín quietos, mirándonos.

Y ambos empezamos a andar el uno hacia el otro, pero cuando estuvimos a tan solo milímetros, solo nos besamos.

Y joder, era la primera vez en la que nos besamos sin pillar desprevenido al otro y me encantó. Sus labios acariciaban los míos, sus manos se posaron en mi nuca y yo puse mis manos con delicadeza en sus caderas. Se separó, me miró dos segundos y me volvió a besar.

"Tienes que parar esto" me dijo una voz en mi interior.

Y era verdad, debía pararlo. Porque esto terminaría mal. Muy mal.

Pero yo solo podía seguir besándola.

De un momento a otro la cogí de las caderas e hice que enroscase sus piernas en mi cintura, y entré a casa con Cristina en brazos.

La puse contra la pared para que estuviera más cómoda y para no tener que sujetarla todo el tiempo.

Cuando se separó una de las veces pude observar bien sus ojos y entonces un atisbo de racionalidad apareció en mi cabeza.

-Cristina.-Susurré.

-¿Sí?-Dijo mientras se alejaba con la respiración agitada.

-Debemos parar...

Ella pareció captarlo y bajó su mirada.

-De verdad que me gustas Cristina pero tenemos pareja. Ambos.-Remarqué la última palabra.