Ciclo del Mortal | C.h.

Dos

Al terminar las primeras tres clases, la campana sonaba para dar por iniciado el almuerzo.

Jess se acercó y me preguntó si quería almorzar con ella, no me negué y ahi estabamos, haciendo a la gente a un lado para que yo pudiera pasar. De vez en cuando Jess saludaba a un estudiante que conociera o que la saludara.

Ah, Jess es porrista, pero no es la clase de porrista que trata a todos como basura, ella es muy amable con todo mundo, yo creo que es conocida por serlo, y quiero seguir creyendolo.

Llegamos a la cafetería que parecía una jungla por la cantidad de estudiantes que llegaban hambrientos.

-Sólo iremos por la comida, después saldremos de aquí, me asusta tener mucha gente junta.- Dijo Jess tomandome de los hombros y caminando detrás de mi.

Las personas se hacían a un lado al verme, Jess sonreía, creo que porque llegaría a la comida más rápido gracias a mí, fuimos hacia el último lugar en la fila.

-¡Eh, chica!- Gritó la cocinera.- Aquí están sus bandejas.

Jess sonreía aún más y me empujó para llegar más rápido al inicio de la fila, miré a los chicos que esperaban avergonzada, algunos me sonreían, otros me miraban molestos y otros simplemente me ignoraban. Desafortunadamente, Gina no fue una de los que me sonreían o ignoraban, ella estaba al inicio de la fila.

-¡Eh, pero yo he llegado primero!- le reclamó a la cocinera.

-Sé educada, jovencita, o por lo menos ten corazón. - le respondió ella.

Agradecí enormemente a la cocinera por este detalle y salí de la cafetería con Jess a mi derecha.

Salimos a el patio principal de la escuela y nos acercamos a un árbol para cubrirnos con su sombra del sol.

-Hey, Emily. - Esa voz. -Te dije que nos veríamos.

-Sí, lo has hecho.- Sonrei.

-Hola. - Saludó a Jess alzando su mano. - Jaden Cowell.

-Sé quien eres.- Dijo Jess bajando la mirada a su bandeja con comida.- Jess Anderson.

-Un gusto, ¿que tal a va su día, chicas?

-Bien, supongo, ¿y el tuyo?

-De maravilla. - Sonrió de mostrando sus dientes.- ¿Te acompaño a casa después de la escuela, Emily?

-Si quieres.- Dije subiendo los hombros y sonriendo.

-Me encantaría.- Me miró por unos segundos sosteniendo su sonrisa.- Tengo que irme, casi suena la campana, tengan lindo día, chicas.- Dijo alejándose y moviendo su mano de lado a lado.

-¿Qué rayos fue eso?- Dijo Jess.

-¿De qué hablas?

-De cómo te habla, como te sonríe; y lo más importante. Te busca.

-No entiendo que tratas de decir.- Obviamente no lo sabes, Emily, porque no habías estado cerca de un chico desde los once años. Comimos lo que había en nuestras bandejas, pero Jess no dejaba de mirarme divertida.

-Por favor, Emily, no me digas que no lo notas.- dijo ella levantándose del césped.

-¿Notar qué?- Jess se echó a reír y me empujó hasta la siguiente clase.

-Oh, Emily, sí que te has perdido de muchas cosas.

Las siguientes clases fueron una tortura,mucho más matemáticas, no sé como hay personas que dicen que es su materia favorita, simplemente no lo entiendo, ¿serán masoquistas?