Seis

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Han pasado unos días desde que Jaden fue a mi casa para asegurarse que estaba bien. Jess se disculpó por lo que había dicho y volvimos a estar juntas en los almuerzos, incluyendo a Ian Woods, que últimamente ha pasado mucho tiempo con ella.

-Emily, ¿que harás este fin de semana?-. Preguntó Ian, abrazando a Jess por la cintura mientras ibamos por el pasillo principal.

-Nada, no tengo planes-. Ian le sonrió a Jess.

-¿Te gustaría ir de campamento este fin de semana con nosotros?-. Preguntó con una sonrisa que no mostraba sus dientes. Era una oportunidad para estar con más gente y parecer normal, pero hay una sola cosa que me lo impide.

-Sí, pero..-. Miré señalando la silla de ruedas-. Hay un problema.

Jess e Ian rieron, no sé si se estaban burlando de que no podría ir a menos que mi silla sea todo terreno o se reían porque la solución era obvia.

-No te preocupes por eso, estaremos la mayoría del tiempo en el suelo-. Dijo Jess-. Te ayudarán los chicos en lo que quieras.

-Bueno, entonces, veremos que dice mi madre al respecto.

-Seguro que te dejará, no has salido en siete años-. Dijo ella para finalizar el tema.

«»

-No-. Dijo mi madre mientras cocinaba.

-¿Se puede negociar?-. Sonreí en su dirección como cuando tenía seis y me faltaba un diente.

-No, Emiliy, ni siquiera que prometas que no pasará nada, no irás-. Dijo sirviendo la comida rápido y con nerviosismo-. La silla no podrá avanzar con tanta roca en el camino, si te arrastras te puedes lastimar..

-Mamá, todo va estar bien, Jess y los chicos graciosos de los que te hablé irán. Además estaremos juntos, no nos moveremos de donde acampemos-. Dije tratando de convencerla mientras empezaba a comer.

Mamá no dijo nada, se peinó las cejas con su dedo pulgar e índice, estaba considerándolo.

-¿No has salido de este lugar en mucho tiempo, eh?-. Asentí con la cabeza-. Si no vuelves a medio día el domingo, tendrás problemas-. Sonreí ampliamente a mi madre.

-Gracias, mamá-. Seguí comiendo con una sonrisa estúpida en la cara, me dolían las mejillas de tanto sonreír. Se lo contaría a Jaden más tarde. Y también una lista de las cosas que se llevan a un campamento, sí, tampoco he ido a un campamento.



Jaden me acompañó casi toda la semana a casa. Hablábamos más en línea y una vez intentó enseñarme jugar fútbol americano como corredor empujando mi silla. No salió nada bien, casi choco con Gina.

Eso tampoco salió bien, por suerte Jaden se puso delante mío y dijo algo así:

-Perderías respeto si te ven golpeando a Emily, ¿no lo crees, Gina?-. Gina solo bufó y se fue dando zancadas, sacando humo por las orejas y encendiendo un cigarrillo.

Jess ha estado saliendo con Ian, el es amable y caballeroso con ella aunque a veces pone el balón de fútbol antes que a ella. Eso la molesta, pero se le pasa cuando él va hacia ella, la abraza por detras y la carga en sus dos brazos marcados.

-Jess, ¿has hecho el proyecto de Francés? -. Ella no respondía, estaba en la nada-. Jess.

-Uh, no-. Decía con una sonrisa y apoyando su cara en se mano-. Iré a patinar con Ian.

-¿Patina?

-Sí-. Dijo en un suspiro.

Jess no hacía sus deberes tan seguido e Ian estaba menos tiempo jugando fútbol para estar con ella. Jaden a veces se queja de eso porque Ian es el core back.
-¿Como harás para que Jess despierte de su luna de miel?-. Preguntó Jaden mientras ibamos a casa, me había retado a jugar un videojuego de terror.

Ciclo del Mortal | C.h.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora