One.

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Otra noche más, sólo una más, me repetía constantemente mientras me ponía el vestuario, que usaría para mi baile hoy, que enseñaba un poco más de lo que me gustaba y estaba acostumbrada, claro, que eso a nadie le importaba.

Mi nombre, fácil, Jane Kennedy, hija adoptada de Kurt y Verónica Kennedy, me adoptaron hace 5 años, recién cumplía 14, aún recuerdo la emoción que sentí aquel día, la cual fue totalmente arrebatada de mi por aquella disolución tan grande al llegar al lugar en el que vivo, un bar. En el cual todas las noches, debo presentarme como la estrella del lugar, bailo en el tubo para los hombres desde los 16, lo cual ha traído un montón de experiencias un poco perturbadoras para mi inocencia, la cual ya ni recuerdo exactamente su significado.

Es miércoles, salgo en unos minutos a bailar y en vez de estar haciendo esto, para complacer a hombres pervertidos, debería estar estudiando para mi examen de mañana, estudio Leyes, no era lo que realmente quería, pero no puedo pedir mucho.

Después de bailar y sentirme un tanto cohibida por las miradas excesivas por parte de los expectantes, decido subir a mi habitación, después de todo allí me siento segura y tranquila, tranco la puerta, hago mis necesidades y estudio para mañana, pues si no apruebo este examen, tendría que repetir el semestre.

Escucho algunos golpes en la puerta, no es algo extraño, debe ser Verónica.

-Verónica, estaba estudiando.

-Lo se, pero están pidiendo a la estrella, y tu mocosa, eso aparentas ser. Así que deja tu idiotez, vistete y baja a complacer a los clientes.

-Debo estudiar, el examen de mañana es importante, puedo trabajar mañana toda la noche.

-No. Te necesito en ese tubo ahora. No es cuando se te de la gana.

-De acuerdo.

Después de bailar, me dieron la tarea de limpiar las mesas de los clientes, lo cual era aún peor, ya que estos me tocaban e incluso me ofrecían dinero a cambio de una noche, lo cual me hacia perder la cordura cada vez más.
Al terminar, me mandaron a limpiar la cocina, mientras estaba en el proceso sentí la presencia de alguien detrás mío y allí estaba, Kurt, mirándome con esa cara que solo demostraba lo perverso y despreciable que era. Me pego a el de un sólo halón y me comenzó a tocar, por tercera vez en esta semana, mientras me tocaba y me besaba a la fuerza, buscaba la manera de distraerlo para que eso que yo tanto temía volviera a pasar pasara. Sin embargo no encontraba nada que fuese útil, trate de golpearlo a lo que el reaccionaba mordiendo mi cuello. Después de intentar y no lograr, me rendí, estaba segura que era mejor así. Sentí sus asquerosas manos desabrochar mi camisa y tocar mi abdomen. Hasta que Verónica lo llamo y el solo me hizo sentir su erección, para luego irse.

Trague las lágrimas que estaban amenazando con salir y subí a mi habitación nuevamente, volví a cerrar la puerta con seguro y me dormí, teniendo la misma pesadilla que me ha atormentado por 4 años.
Volví a despertar entre la noche, sudando y con mi cara bañada en lágrimas, hasta cuando ese recuerdo me perseguiría.

Sueños.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora