Etihw & Kcalb

Epilogo

Cuenta la leyenda, que en una época donde el bien y el mal estaban unidos, la persona con el poder que unía a esos dos mundos, el rey Asvald, tenía dos hijos que nombro el príncipe Bergljot y el príncipe Eigil. Cuando dio sus últimas palabras el rey Asvald otorgo a su hijo Bergljot el reino del bien, y a Eigil el del mal.

Ellos mantuvieron contacto a pesar de una distancia considerable para trabajar en sus reinos, construyeron su propio castillo y tuvieron a sus esposas.

En un tiempo Eigil tuvo a su primer hijo y lo llamo Kcalb ya que su piel era moreno, su cabello era oscuro al igual que sus ojos tan profundos. Después de poco tiempo Bergljot tuvo a su primera hija, con su piel pálida, ojos azules y su cabello blanco, la nombraron Etihw.

Después de 5 años, los dos reyes decidieron hacer una reunión en el castillo de su querido padre fallecido. Al llegar a la reunión, Bergljot y Eigil presentaron a sus reinas y sus hijos. Los dos pequeños decidieron ver el nuevo castillo. Etihw y Kcalb se hicieron la promesa de volver a verse cuando entraron al cuarto sagrado, el lugar donde el rey Asvald unió a los dos reinos.

En cuanto los niños se hicieron esa promesa, se escuchó el golpe de la puerta, era la madre de Kcalb y un señor con capucha marrón.

- No dejare a mi hijo con él, yo me quedare aunque tenga que dar mi propia vida - dice la madre con un rostro pálido y nerviosa.

- ¿Te crees tan importante?, todos saben que te casaste con él solo por sus riquezas, no por tener un hijo – dice el hombre desconocido.

- ¡Cállate!, tú no tienes derecho a... - se corta la voz-

El hombre desconocido hizo una herida profunda a la mujer delante de los ojos de los pequeños niños. Al girar la cabeza del hombre, tenía un rostro un poco desfigurado, ojos verdes tan llamativos, con una sonrisa en su rostro y desaparece.

Al entrar una de las sirvientas encontró a los dos niños intentando reanimar a la mujer muerta, la sirvienta grita del terror, de inmediato llegan los dos reyes y ven a los pequeños ensangrentados, llorando por la reina muerta.

Eigil mostro una cara de odio a Etihw pensando que ella fue la culpable y Bergljot defendiéndola tuvieron una gran discusión, los dos reyes jamás volvieron a reunirse, en cambio desde ese día iniciaron una gran batalla entre el bien y el mal, en busca del culpable.