(Aileen, 15 años)
Ya había recorrido casi todo el pueblo y estaba empezando a llegar a las afueras. La soledad del paisaje aumentaba a medida que me distanciaba, y la vegetación cada vez llenaba más el ambiente. Pedaleé por dos calles más y, a continuación, giré a la derecha.
Nada más entrar en la calle frené. Un tupido bosque ocupaba el camino por completo, dificultando el paso. Según me acercaba divisé una obertura a un camino pedregoso con apariencia de túnel, al estar rodeado de árboles y otros vegetales. Me encaminé con la bici hacia el hueco. La entrada era tan pequeña que solo cabía una persona, por lo que tuve que montar en la bici para poder pasar. Pedaleé a través de la maleza durante diez minutos más, cuando de repente, el paisaje volvió a cambiar adquiriendo una amplitud mayor en el camino y más espacios entre las copas de los árboles. Al levantar la mirada, me di cuenta de que el cielo azul invernal con el que había salido de casa, estaba ahora poblado por nubes de tonalidades grises. Aceleré el paso.
Al cabo de un rato llegué a una zona más ancha que luego volvía a estrecharse, supuse que habría algo por allí cubierto por la maleza. Dejé la bici apoyada sobre un tronco caído en un suelo lleno de hojas, y caminé por el claro. Había flores de varios colores y tamaños, el suelo estaba cubierto de las hojas caídas por los árboles otoñales. Una suave brisa mecía las copas y se distinguía el sonido de un riachuelo en la lejanía; había dado en el clavo la anchura del camino era para llegar al riachuelo. Seguí el sonido del agua, atravesando la vegetación.
-Bien, ahora cuidado con el suelo embarrado -me recordó mi conciencia.
-¡Oh, venga ya! -pensé- No hace falta que seas tu madre.
Y reí ante mi propio comentario.
-Tú sabrás que haces si vuelves a casa con los zapatos llenos de barro -me regañé.
Seguí riachuelo abajo y descubrí que éste se ensanchaba con ayuda de un afluente, hasta convertirse en un río lo suficientemente profundo como para bañarme y no hacer pie.
-Deberías tener cuidado con el río en período de inundación -me anoté mentalmente.
-Bueno tal vez, en verano, pueda venir aquí y bañarme -pensé.
-¿Y con quién se supone que vendrías, eh?-me incriminé.
-Tampoco pensaba compartir este lugar con nadie -me contesté.
-Tú verás que haces -respondí desinteresada.
Al cabo de un rato caminando, descubrí un banco en otro claro, solo que este estaba cubierto por las copas de los árboles. Además aquí se observaba mejor el horizonte que ahora tenía tonalidades anaranjadas, el cielo seguía amenazando con tormenta, pero aún así el ambiente era tranquilo.
[King Of Pain-The Police]
Me tiendo en el suelo ignorando la tierra, las hojas y los nubarrones y me centro en la puesta de sol, en los tonos amarillos, anaranjados, rojos, violáceos, azules y finalmente grisáceos en las nubes.
(There's a little black spot on the sun today
It's the same old thing as yesterday )
Giro la vista y observo las hoja caídas; verdes (restos del verano), marrones (inicios del otoño), rojas (recuerdos imperceptibles de la primavera), amarillas (vástagos del invierno).
(There's a black hat caught in a high tree top
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El Camino del Bosque
Teen FictionAileen Walcott no tiene una vida fácil, en el instituto ella es solo una más y no recibe demasiada atención. Pero tras encontrar algo en lo que finalmente parece sobresalir, un increíble suceso la golpea. Tras él, Aileen tiene que volver a rehacer s...