Hoy voy ha poner la nota al principio porque esto es importante, hoy he decidido escribir un capítulo donde los sensuales lectores participen. Por los comentarios podréis elegir cómo queréis que siga la historia y mañana intento subir un capítulo nuevo con vuestra elección, así que ya sabéis ha comentar! ^^
Despierto cuando el calor se apodera de mi cuerpo, un ligero mareo se asoma y hace que mi dolor de cabeza crezca. Aparto lo más rápido que puedo las sábanas empapadas de sudor lejos de mí y débilmente consigo tocar mi sudorosa y caliente frente.
- Oh no...- Murmuro e intento llamar a mi padre. – Papá...- Digo con un hilo de voz, mi padre duerme en el piso de abajo. Bofetada mental, giro la cabeza hacia mi mesita de noche en él se pueden ver claramente que son las 6:30 de la mañana, así no podré ir al colegio. Mierda.
No me queda otra opción, suspiro y desvío mi vista hacia la pared. Mi cuerpo cada vez se siente más débil y el dolor de cabeza junto al de la garganta aumentan por momentos, levanto como puedo el brazo y pego a la pared casi sin fuerzas, un leve sollozo se escapa de mis labios. Escucho como apartan las sábanas y pasos acelerados hacia mi habitación, la puerta se abre de golpe y Daniel aparece con ojeras y cara de preocupación.
- Dan..- Digo casi en un susurro. Lleva una camiseta de tirantes blanca y unos shorts azul oscuro, hasta así se ve jodidamente bien, piensa que estás enfadada Marzia.
Se acerca casi corriendo hasta mí y se agacha para ponerse delante de la cama.
- Dios...qué te pasa?- Dice demasiado preocupado, pobre. Su mano viaja hasta mi frente y pone una mueca. – Mierda tienes fiebre.- Gruñe.
- Llama a mi padre..- Dejo escapar el aire que estaba conteniendo y cierro los ojos, sus pasos resuenan en la habitación mientras la madera cruje bajo sus pies. Baja al piso de abajo y noto como murmuran y suben apresuradamente hacia mi habitación.
- Papá..- Lo intento llamar antes de que el mareo me cegué un poco.
- Tranquila cariño, ya estoy aquí.- Acaricia suavemente mi pelo y toca mi frente. – Tienes fiebre.- ¡NO LO SABÍA! Qué va.
- No puedo perder clase.- Suspiro pesadamente.
- No vas a ir así al instituto, ni pensarlo.- Abro un poco los ojos y lo veo pensativo. – Yo no me puedo quedar a cuidarte.- Mierda. – ¿Con quién te voy a dejar?
- Señor Jenssen, puedo quedarme yo a cuidarla si no le molesta.- Se ofrece Daniel, era obvio verdad? Doble mierda.
- ¿Y tus clases?- Quizás no sea tan mierda...Cierro los ojos e intento que el dolor de cabeza disminuya.
- No se preocupe por eso.- Dice y siento como sonríe. – ¿Sólo será un día no?
- Está bien.- Le responde no muy seguro mi padre, es algo fácil de convencer para algunas cosas. Qué se le va a hacer. Se levanta y deposita un beso en mi frente. – Yo me tengo que ir ya a trabajar, Daniel la dejo en tus manos.- ¡PUEDO CUIDARME SOLA! Bueno, en este momento no pero puedo. Mi padre se acerca a él, le dice algunas palabras que no consigo descifrar y se va dejándome a solas con él.
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Transferidos.
Teen FictionMarzia Jenssen es una chica de 16 años que fue llevada a Estados Unidos debido a asuntos del pasado. Su hermana Alice permanece con su madre en Noruega mientras ella huye con su padre, una decisión muy difícil para ella. Tendrá que hacer todo lo que...