-¿Están bien? -fue lo primero que escuche al atravesar la puerta.
-Bueno, excluyendo que varios caminantes trataron de comernos, los gritos de Feith posiblemente los atrajeron y que nos estamos acabando sin municiones. Estamos en perfecto estado. -conteste sentándome en el sofá.
-¿Quieres algo de comer?- pregunto Dalila.
-No gracias, no tengo hambre. -asentí.
-No has comido en dos días. Come algo. -insistió.
-¿Cuánta comida queda?- dije levantándome del sofá y dirigiéndome a la cocina.
-Para todos, solo alcanzara para una semana. -dijo ahora Leila.
-Tendremos que ir por más entonces. -afirme.
-¿Piensas dejar que se queden?- hablo ahora John entrando.
-No lose, supongo que nos servirán de ayuda ¿no lo creen?- observé a todos que se miraban entre si, confusos. -Necesito al menos tres días, ¿bien? En tres días decidiré sí se quedan o no.
-¿Qué hay de Rick? Hablaras con el ¿cierto?- dijo Leila.
-Tengo que, tratare de llegar a un acuerdo. -conteste. Entro George.
-No me dan buena espina. -hablo el anciano.
-Ninguna espina es buena. -dije. -¿Donde esta Feith?- pregunte viendo que faltaba ella.
-La vi con el muchacho, ya sabes como es. -contesto John.-Pobre, ahorra querrá aventarse desde un edificio o ser comida para caminantes. -burló Dalila. Yo solo sonreí y baje la cabeza. Al darme cuenta lo tarde que era, hable.
-Ya se esta oscureciendo, tienen que descansar. -sone firme. Ellos solo asintieron y se fueron.
Me quede un rato ahí pensando. ¿Debería dejar qué se queden o correrlos?
La niña... no puede vivir así, pero tampoco es justo que no sepa como es la vida ahora.
En su grupo eran muchos, más carga, más comida, más armas, más todo. Era la desventaja. Pero también habría más seguridad, entre más mejor ¿no?
Vamos Emily, piensa.-Lo siento, no pensé que habría alguien aquí. -dijo una joven alrededor de veinticinco años pelirroja.
-¿Qué quieres?-dije dirigiendo la mirada hacia ella.
-¿Tendrás comida para bebé de casualidad?-preguntó. Solo me dirigí a los estantes de comida y busque.
-¿Cómo esta la niña?- trate de sonar firme. Encontré una papilla entre la comida.
-Bien, pero con hambre. -río. Me acerqué a ella y le extendí la comida. -Gracias...
-Emily. -continúe
-Maggie. -solo asentí. -¿Y donde dormiremos? -mierda, lo habia olvidado.
-Sígueme. -dije saliendo del lugar y yendo hacia arriba.
Eran 5 habitaciones en total, tendría que repartirnos.
-¿Donde esta Rick? -pregunte a Maggie.
-Posiblemente este en el patio trasero. -contesto.
-¿Y la niña?
-Con su hermano.
-Supongo que mañana tendrán que presentarse. -hable a lo que no oí respuesta.
Llegamos piso de arriba.
-¿Cuantos son en total?-
-Doce, somos doce. -respondió.
-El coreano es algo tuyo. -sonó más a una afirmación que a una pregunta.
-¿Como sabes?- solo alce los hombros.
-Bien, necesito a su grupo aquí, ahora. -ordene. Solo vi como se alejaba.
En unos minutos ellos ya se encontraban donde yo.
-Okay, Maggie tú dormirás con el coreano, y ellos tres en esa habitación. -dije señalando a un señor con aspecto militar y a dos chicas igual. -Ustedes cuatro. -apunte a una señora de cabello corto, el hombre de ballesta, otro de cabello alocado y una de tez morena. -en aquella habitación. Y tú, tú padre, tú hermana y la samurai en aquel cuarto. Ahora pueden ir dormir. -dije finalizando.
-¿Donde esta mi padre?- hablo el castaño.
-En el patio trasero, creo. -el solo asintió y fue abajo dejandole a la bebé en brazos a la pelirroja.
-❄
-Emily. -voltee.
-¿Sí Rick?
-Gracias.
-¿Por qué?
-Por dejar quedarnos. - demonios.
-Rick, temo que en unos días tendré que dejarlos por su cuenta. Mi grupo y yo acordamos que les daríamos al menos tres días, ya paso una semana. -me recargue en la mesa.
-No puedes hacernos esto.
-Si, sí puedo.
-Tengo dos hijos. -dijo.
-Y yo un grupo que proteger, poca comida y pocas armas. ¿Algo más?- sone indiferente.
-Que nos dejes quedarnos.
-Rick, no puedo. Ya hable con mi grupo.
-No estoy de acuerdo.
-Tienes que entenderme.
-Y tú a mi. Podemos ir en busca de comida, armas, lo que necesitemos.
-Es peligroso. No pienso arriesgar a los míos, Rick.
-Emily...
-Rick, hemos tomado una decisión, y dudo que queramos cambiarla. Lo siento. -deje de hacer lo que estaba haciendo y me dirigí hacia arriba ignorando los llamados de Rick.
Entre a mi habitación. Me acosté en mi cama. Trate de dejar claras las cosas en mi mente.
¿Debía echarlos? No lose. ¿Sería más difícil? Quien sabe. ¿Estarán de acuerdo los otros? Claro que no.
Incógnitas invadían mi mente, no sabía si lo que estaba haciendo era bueno o malo...
¿Y si en realidad era malo? ¿Si ellos, saliendo de aquí morían? Y todo por mi culpa. ¿Si la niña no sobrevivía? Me odiara a mi, por supuesto. Se volverá mi enemigo y buscará venganza. ¿O qué tal sí buscan deshacerce de nosotros? No puedo permitirme eso, no puedo poner en peligro a mi gente.Frustración, era lo que sentía.
¿Qué haría Joshua en mi lugar? Posiblemente ponerlos a prueba, pero ¿cómo?
-Hey... -oí que susurro alguien.
-Leila...-¿Ya hablaste con Rick? -pregunto sentándose a un lado mio.
-No lo tomo nada bien.
-Obviamente, los estas hechando.
-¿Qué es lo que haría el sí aún estuviera aquí? -dije levantándome y reincorporandome.
-Los pondría a prueba.
-¿Cómo? -solo alzó los hombros.
-Tienen mentes distintas, estrategias diferentes. Utiliza las tuyas. -solo asentí. -Iré a ver que hay de comer ¿te traigo algo?
-En un momento bajo, no te preocupes. -vi como salio del cuarto.
Tengo algo.
![](https://img.wattpad.com/cover/45985202-288-k194737.jpg)
ESTÁS LEYENDO
dear apocalypse;; c.g.
Fanfiction—Eres muy linda. —Dicelo al caminante qué esta detras tuyo.