Capitulo 6

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Parte 6

(Santos se quedó en silencio durante algunos segundos. Todavía estaba algo dormido y aquel perfume lo desconcentraba aún más. Parpadeó y se encontró con los ojos de Maria Teresa fijos en él)

Santos: "Por... ¿por qué me pregunta eso?"

María Teresa (lo miró extrañada): "¿Si durmió bien? (sonrió) Es que no tiene muy buena cara. Se ve como cansado"

Santos (esbozó una sonrisa): "Sí, creo que ayer bebí demasiado y ahora se me debe notar hasta el dolor de cabeza"

María Teresa: "No se preocupe (sonrió) será nuestro secreto (desvió la mirada hacia el lago) ¿Sabe qué? Quizás lo que necesite es dar un paseo por la poza. Usted dijo que ese lugar le daba paz y hasta le quite ese malestar después de todo"

(Maria Teresa sonrió y dio la vuelta dándole la espalda. Al parecer no recordaba nada de lo que había sucedido la noche anterior. No sabía si eso era bueno o malo pero creía que en aquel momento eso era l mejor. Cualquier confusión podía perjudicarlo aún más. Él recordaría, solo necesitaba tiempo y ella estaba dispuesta a esperarlo el tiempo que fuera necesario. Caminó unos pasos en dirección opuesta)

Santos: "Maria Teresa..."

(Ella se frenó en el lugar inmediatamente. Bárbara iba a matarlo, lo estaría buscando como una loca. Desde la tarde anterior que no se había aparecido en "El Miedo" y sabía que le debía unaexplicación. Sin embargo, no tenía excusa. Ni siquiera tenía claro como había llegado a "Altamira". Solo sabía que en aquel momento tenía ganas de estar al lado de una sola persona y extrañamente no era Bárbara)

Santos: "¿Le gustaría acompañarme?"

(Cerró los ojos y sonrió. Esperaba aquellas palabras desde el momento en que le había propuesto aquel plan. No deseaba nada más que estar a su lado. Todavía conservaba el sabor de sus besos en sus labios, el calor de sus caricias en su cuerpo y el dulce renacer de su historia de amor ¿o sería la continuación? Como fuera su corazón había vuelto a sentirse vivo entre sus brazos y aunque quisiera ya no podía calmarlo. Ahora más que nunca, él lo doblegaba a su antojo)

María Teresa (giró y sonrió): "Me encantaría"

(Caminaron lentamente disfrutando de la simple compañía del otro. El escenario era mágico y poder compartirlo con el otro era de lo más placentero. Estar con él era suficiente para ella, no importaba el lugar, las circunstancias, el pasado o los recuerdos, sino únicamente el presente a su lado, aún cuando fuera efímero. Para ella todo tenía sentido al lado de su esposo, en cambio para él nada tenía sentido desde hacía varios días. Sus sentimientos estaban alborotados, sus pensamientos confundidos y su presente, así como su corazón, intranquilo y todo se intensificaba cuando ella estaba cerca. Llegaron a la poza y se sentaron sobre unas piedras al lado del lago. Estaban demasiado cerca y ya no podían mirarse tan disimuladamente. Ambos dejaron la mirada fija en el agua, él pensaba en los besos de aquel sueño recurrente y ella recordaba aquel beso que había cambiado su vida para siempre)

María Teresa (rompió el silencio): "Su esposa... ¿no se molestará que usted está aquí conmigo?"

Santos: "Bárbara no es mi esposa"

María Teresa: "Perdón, yo creí (hizo una pausa) No me contestó ¿no cree que se moleste?"

Santos (sonrió): "Usted no se preocupe por eso. Más bien quiero pedirle disculpas por la manera en que la trató. Es demasiado celosa"

María Teresa (lo miró fijo a los ojos): "Quién no lo sería?"

(Estuvo a punto de decir "contigo" pero hizo una pausa para respirar, él le devolvió una sonrisa)

Un Santos entre dos mundosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora