Capítulo 1

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PARTE 1

(La Tormenta ya no era lo que alguna vez había sido. Una tierra llena de sueños, esperanzas y sobretodo llena de amor. Después de aquel día nada había sido igual. El día anterior había sido un día de fiesta en el que los verdaderos patrones María Teresa Montilla y Santos Torrealba habían recuperado sus haciendas: La Tormenta y la Guanipera después de tanta lucha que parecía eterna hasta ese día. La felicidad y el amor habían triunfado y María Teresa comenzaba a sentirse mejor por primera vez, después de la pérdida de su bebé durante la época en que eran fugitivos. Santos no la había abandonado un solo instante y desde aquel día, siempre le repetía que pronto tendrían una gran familia y serían felices para siempre con muchos hijos corriendo por aquellas tierras que los había unido y en la que se habían amado tantas veces como habían podido. Por fin su historia de amor comenzaba a ser escrita con pura felicidad. Esa noche después de tantos sobresaltos y de tanta huída se habían amado como nunca antes. Se amaron con calma, sin estar alerta, dejando que sus corazones así como sus cuerpos se unieran con una mezcla de pasión y sobretodo paz que hacía muchísimo no conseguían sentir. Se entregaron por completo, deseándose, sintiéndose, lentamente hasta redescubrir cada punto de su otra mitad. Se besaron delicadamente una y otra vez tentándose hasta que sus labios se cansaron y terminaron devorándose con desesperación. Se acariciaron suavemente pero con una intensidad frenética hasta que sus caricias ardieron sobre sus cuerpos levantando la máxima temperatura entre ellos. Había sido una noche mágica en la que habían revivido su historia de amor desde el día en sus vidas encontraron sentido en el otro, en cada caricia, en cada abrazo, en cada beso. Habían hecho el amor como si hubiera sido la primera y al mismo tiempo la última vez... faltaba media hora para las 12. Se miraron y sonrieron emocionados)

(Esa noche fue la última noche en que sus almas se correspondieron a la par de sus cuerpos, que se entregaron mutuamente sin medida. Esa noche fue la última noche en que sus corazones latieron al mismo ritmo, fue la última vez que sonrieron al recordar la razón por la que se habían enamorado, cuando en el otro encontraron finalmente el sentido de la palabra "destino". No veían la hora de volver a disfrutarse pero querían hacerlo a solas sin interrupciones, sin molestias y problemas aunque fuera por unos días. Aquella travesura a mitad de la noche determinada por la impaciencia que tenían de comenzar a disfrutarse, marcaría un antes y un después en sus vidas)

(La puerta de la avioneta se cerró y ambos se miraron a los ojos y con ellos se dijeron "Te amo". Despegaron al mismo tiempo que se besaron felices mientras entrelazaban sus manos, sintiendo las alianzas, señal de aquella unión que sería para siempre. Unos segundos después, un destello interrumpió aquel momento. El destino se volvió borroso y perdió sentido inmediatamente....)

(Se despertó llorando desconsoladamente, esperando que todo fuera

una pesadilla como tantas otras veces. Llevó la mano sobre su boca y respiró con fuerza sobre sus dedos controlando el sollozo. Bajó la mano hasta su pecho y sintió los latidos de su corazón empujando su piel ¿Cómo es que todavía latía si ya no tenía vida? Volvió a recostarse, giró en la cama y soltó un llanto desgarrador sobre la almohada para que nadie la escuchara. Cruzó el brazo sobre la otra almohada en el lado izquierdo de la cama y la acarició hasta abrazarse a ella)

"Santos...."

(Las lágrimas la debilitaron, el llanto había logrado cansarla hasta caer en un sueño profundo sobre la almohada a su lado. Se dormía igual desde hacía dos años. Mencionando su nombre:

"Santos... Santos...."

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"Ay, Santos... No sabes cuantodeseaba este momento. No sabes cuantas veces soñé con ser tuya. Mi amor, mi único amor. Mi primer amor..."

(Santos saltó como resorte y se enderezó sentándose en la cama de un solo movimiento)

Un Santos entre dos mundosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora