Capítulo 4.

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Al día siguiente una de las chicas me despertó indicándome que debía de arreglarme y esperar a la llegada de Harry a mi habitación. Pasaron alrededor de casi media hora cuando tocaron mi puerta, abrí y para mi sorpresa era una chica bastante voluptuosa, castaña y de labios prominentes, debo de admitir que me sentí cierta decepción al ver que no era Harry.
-Vamos, Lindsay te esta esperando.
-¿Quién?
-Solo camina.
Me calle y la seguí, llegamos a una Ranger Rover negra con los vidrios polarizados, la chica me llevo a la parte trasera.
-Sube, mas te vale que no intentas nada, no lo lograras y aparte sufrirás las consecuencias.
No respondí e hice lo que ella me indico. Partimos y a cabo de casi 15 minutos, me indica que ya habíamos llegado.
La camioneta quedo en la parte trasera de un edificio, bajamos y un chica de pelo azabache y maquillaje recargado nos esperaba en la puerta de servicio, por su expresión, nos estaba esperando.
-Llegas tarde, Mónica.
-No molestes.
-Tuve que cancelar citas por tu retraso.
-Harry se encargara de eso.
-Como digas, ¿ella es la chica? -Mónica asintió- bien, hazla pasar, no perdamos mas tiempo.
Luego de casi dos horas dejaron mi cabello y cara en paz; mi color natural había desaparecido, ahora lo reemplazaba un pelirrojo fuerte por encima de los hombros con una chasquilla recta, dibujaron mis cejas de manera diferente, recargaron el maquillaje con un labial mate color vino y ojos delineados, realmente parecía otra persona.
De vuelta al "burdel" muchos voltearon al verme, no me reconocían, ¿cómo hacerlo? Si ni yo misma lograba hacerlo. Como era de esperarse, estuve el resto del día encerrada en mi habitación. Le había pedido a una de las chicas un cuadernillo y un lápiz, y ella amablemente me lo había obsequiado, en estos días ya tenía escrito más de diez hojas con todo lo que me había sucedido, aunque no lo crean, el nombre de Harry estaba en todas las páginas.
Es increíble como alguien tan hermoso, tan angelical pueda tener algo que ver con este mundo tan obscuro, tan tenebroso, y a la misma vez, que me atraiga tanto.
Recuerdo ver en la televisión casos como el que estoy viviendo, hablarlos con mis amigas o familiares como si fuese algo tan alejado de nuestra realidad, como si nunca nos pasaría algo similar, pero la vida es así, a veces ni siquiera te das cuenta y eres tu la protagonista del programa de noticias.
Ya había oscurecido, no sabia que hacer, no había visto a Harry en todo el día, y eso me preocupaba, tal vez estaba planeando algo, o quien sabe.
Cuando ya estaba por irme a dormir sonó la puerta al abrirse, voltee y ahí estaba el, tan arrogante como siempre, de traje y corbata, impecable como el solo.
-¿Que haces?
-Estaba por irme a dormir.
-Olvídalo, ahora vienes conmigo. -Se quedo quieto frente al marco de la puerta esperando por mi.
No iba a hacer que esperara así que tome mis zapatos y salí junto a el.
Estuvo todo el camino en silencio. Ni una palabra salió por su boca, menos de la mía.
Llegamos a una especie de cuarto separado por un vidrio, tenía dos ambientes, en el que me encontraba parecía más bien una oficina, del otro lado una especie de habitación ambientada en la época griega, grandes sabanas blancas y detalles en color oro.
Pasaron los minutos y Harry seguía en silencio, luego apareció una pareja, a ella ya la había visto, al parecer se llamaba Blake o algo parecido, era bastante tímida y reservada, pero su vestuario era todo lo contrario, vestía una clase de babydoll minúsculo, demasiado maquillaje y una mueca de agrado bastante actuada, la acompañaba un hombre de edad, con una gran calva y vestía de un traje barato, me recordaba al padre de Matilda en la película del mismo nombre.
Al pasar los minutos entendí, no era un vidrio, era un espejo, de esos espejos que utilizan los policías en los salones de interrogación, mire a Harry, el no me devolvía la mirada por lo que supuse que tendría que ver todo lo que ahí ocurría.
Era verdaderamente asqueroso, el la toqueteaba como si fuese un objeto, la mirada en los ojos de ese hombre me provocaba deseos de vomitar, Blake sonreía, pero en sus ojos se podía ver la misma repulsión que sentía yo en esos momentos, comenzó a quitarle la ropa, y bueno, ya sabemos que es lo que sigue.
Una vez que todo termino, el hombre salió del cuarto y pude observar como Blake se dejaba caer en la cama llorando sin control, pasaban los minutos y ella seguía ahí, en la misma posición, hasta que la llamaron, seco sus lagrimas, arregló su maquillaje y salió como si nada hubiese pasado, la pobre ya estaba acostumbrada.
Mire a Harry en busca de una respuesta o el motivo del cual había hecho esto. Sin preguntar Harry hablo.
-Yo te preparare para que tu no llores como ella.
Oh por dios.
¿Ese seria mi futuro? Diablos, yo no quería ese futuro para mi, ni pasado ni presente, simplemente no quería eso en mi vida.

How to be a Prostitute /Harry StylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora