—Pero... —Quise hablar.
—¿Pero qué, bonita? Adivino... ¿eres virgen? —Asentí— No me engañes, han sido muchas las chicas que han dicho exactamente lo mismo que tú, esperando algún tipo de trato especial. Pero a mí no me engañas, eres igual que todas, un puta.
—Yo no soy... eso. —El hombre soltó una carcajada.
—Ahora, sin más retrasos, comenzaremos.. Serán llevadas a sus puestos de trabajo, les darán algunas indicaciones y luego, comenzarán.
El chico de rulos se acercó a mí y tomó mi muñeca.
—Tú vienes conmigo.
Ví a las otras chicas que iban en grupos, luego volteé al ruloso..
—¿Porqué voy sola, y no con más chicas?
—Calla, luego lo agradecerás.
Asentí temerosa y Harry volvió a tomar mi muñeca con más fuerza aún, su tacto era cálido, algo que constrasta bastante a lo que ocurre a su alrededor.
Luego de un par de minutos en silencio, llegamos a lo que parecía una habitación, sábanas y paredes blancas, un pequeño televisor y una ventana cerrada.
—Es mi habitación. Bueno, no definitiva, sólo mientras me quede por aquí. —Me explicó.
—Okay. ¿Y que hago aquí? —Las pálabras salieron de golpe, algo de lo que me arrepentí de inmediato. Harry se volteó y comenzó a acercarse.
—Se que piensas que soy un mounstro, un ser sin corazón ni respeto por nada ni nadie. Y puede que tengas razón. —Mostró una sonrisa de medio-lado— pero, tengo algo que no todos tienen; principios. —No entendía a que se refería, luego se explicó y vaya de que forma—. Sé que eres una buena chica, con buena educación y un lindo y inocente corazón, asi qué, haré algo para ayudarte a seguir en este mundo más... uhm... preparada.
—¿Y que harás? —Pregunté temblorosa.
—Te quitaré la virginadad. —Dijo de una vez, sin titubiar, como si fuera lo más normal del mundo.
Mi dios.
—————
Está horriblemente corto, pero no tengo nada más :c eso del colegio, me tiene llena D: trataré de subir más seguido, pero no prometo nada.
-p-
