Los Dioses Herederos

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«Transcurrió mucho tiempo desde el nacimiento de los Dioses Fundacionales y éstos se han familiarizado ya con su nuevo hogar. Imper y Vita acostumbraban visitar el Bosque de Grescar, un santuario boscoso que rodeaba el Valle de Sweetlen. Allí fue donde surgió los dioses jugaban y descansaban tras recorrer el continente, se maravillaban con los amaneceres y los ocasos, momentos en los cuales se afianzaron los lazos entre los dos, hecho que poco a poco fue siendo envidiado por Morglú, quien los observaba desde la copa de un árbol cercano y oculto tras un arbusto para que sus hermanos no le vieran, siempre acompañado por el fiel cuervo, quien alimentaba en el dios sentimientos y pensamientos oscuros que perturbaban su mente y corazón. "Es una lástima que no te inviten en sus juegos y aventuras..." Dijo el cuervo "Se supone que ellos debieran ser bondadosos y hermanables, pero como ya vemos tan solo se preocupan de sí mismos, no faltará mucho para que se tornen egoístas y el gran temor de tu padre se cumpla pero no por acción tuya." Morglú no despegaba la mirada en sus hermanos y empuñaba con fuerza sus manos ante las palabras del cuervo.

El dios de la traición y la avaricia sufría con las palabras del cuervo y debido a ello buscaba un refugio donde esconderse y poder desahogar su dolor, siendo de su agrado el Campo Sull –Campo de los Espíritus en Irhyianí-, una fértil región ubicado en el brazo occidental de Irh aiia que en tiempos futuros tendría un papel muy importante en la historia. El sufrimiento de Morglú era ignorado por sus hermanos, pero no para Erthum, quien pese a desear ayudarlo no podía hacerlo, pues entonces estaría desafiando la suprema voluntad dispuesta por Padre Cielo...»

- ¿Por qué esa negativa de Erthum? –pregunté extrañado- Si es su hijo debiera velar por su bienestar. ¿No es así?

- Todo a su tiempo, muchacho. Déjame seguirte contando para que puedas comprender mejor –dijo Robegger

«Mucho tiempo transcurrió y los lazos entre Imper y Vita sefortalecieron considerablemente ya que el cariño entre ambos fue haciéndosemayor al grado que descubrieron el amor, el sentimiento más noble y humano detodos. En ellos había mucha ternura y dedicación que fue celebrada por Erthum,quien los animó a seguir juntos ya que su unión permitía un equilibrio entre suspoderes y ellos no dudaron en acatar dicha orden del padre, pues todo cuanto decía era una sentencia que revelaba el destino del mundo.

Morglú, por su parte, dejaba acrecentar su malestar al ver cómo sus hermanos se iban volviendo inseparables y ello le causaba gran malestar, en tanto que el cuervo seguía alimentando su mente y corazón con ideas oscuras y poco amigables. En un momento, hallándose en el Bosque de Grescar observando a sus hermanos, Morglú los espiaba como ya era costumbre acompañado de su amigo plumífero, quien ahora comenzaba a tentarlo "Debes hacerte valer frente a tus hermanos y tomar el lugar que te corresponde. Bien dijo tu padre que debías tomar el control sobre uno de los elementos dispuestos a sus hijos y hasta la fecha no has hecho nada significativo" decía el cuervo. "¿Y qué quieres que haga, bola de plumas? Lo único que haces es susurrarme al oído y no me dejas estar en paz, un día me cansaré de ti y te borraré del mapa" dijo molesto el dios de la traición. "El tiempo se agota, mi buen amigo, si no tomas parte ahora en esto, Imper se te adelantará y hará de Vita su consorte, poseyendo su alma y sembrando en ella su semilla que pronto se convertirá en su progenie. ¡Destruye a tu hermano y conseguirás poder y dominio sobre el mundo, ese es el deseo de Erthum!" Morglú sintió un odio inconmensurable y tomó al pájaro por sorpresa. "No me digas lo que tengo que hacer, bien recuerdo la sentencia de mi padre y lo que he estado haciendo es ver cómo puedo deshacerme de Imper para tomar el corazón de Vita y lograr el control de ambos poderes, pero con tu parloteo incesante no me dejas siquiera pensar. ¡Si quieres ayudarme cierra tu pico malicioso o harás que mis hermanos me descubran y se dehagan de mí!".

Ahora bien, en tanto el dios de la traición discutía con su compañero, Imper y Vita se perseguían el uno al otro en el bosque. Por entonces ya había caído la noche y no había más luz que el de una luna llena que era único testigo del juego entre los dioses. En un momento Vita fingió caer al suelo a lo que Imper la asistió y la mujer lo envolvió en un dulce abrazo en el que consumaron su amor, del cual tiempo después la diosa de la vida dio a luz a un varón justo en el momento en que Júpiter y la Tierra se alinearon, ante lo cual Imper dijo "¡Júpiter ha bendecido a mi primer hijo con su grandeza y sabiduría, por lo que he de bautizar al pequeño como Wellfor, el dios de la fuerza!". Ocurrido esto, Vita dio a luz a una niña, momento en que Venus se alineó con el terrícola planeta y el dios del poder y la ciencia sentenció "¡Oh, maravillosa Venus! ¡Has venido a bendecir a mi hija quien es tan bella como la dios que le ha dado vida. Ella será igual de fértil y ha de traer también una nueva progenia, por lo que he de bautizarla como Nayira, la diosa de la maternidad!" En tanto el padre dejaba a Nayira en una cuna hecha de mimbre, la diosa de la vida dió a luz a otro niño justo cuando Marte asomaba, a lo que Imper sentenció "¡Oh, poderoso Marte! ¡Haz venido a hacer acto de presencia ofreciendo tu espada y tu escudo ante mi hijo ordenando para él como destino ser un guerrero digno de ti, por lo que he de llamarle Paladius, el dios de la guerra!" A Marte salió su encuentro Venus, bendiciendo juntos a otra niña nacida de las entrañas de Vita. Nuevamente, Imper tomó la palabra y dijo "¡A Marte se ha unido Venus para danzar festejando el nacimiento de ésta pequeña, quien ha de recibir la lanza del guerrero y la balanza de la justicia, por ello he de llamarle Hermini, la diosa de la sabiduría femenina!" La diosa de la vida pujó nuevamente y entonces dio a luz a otro niño, recibiendo la gracia del planeta Mercurio. "!Mercurio, señor de la ciencia y el conocimiento al igual que yo, ha venido a saludar a mi hijo, a quien nombraré Klortis, dios de la magia y la hechicería!" Y ya con sus últimas fuerzas, Vita dio a luz a un último varón justo en el momento en que un meteorito estrellaba en el brazo occidental de Irh aiia, ante lo cual Imper sentenció "¡La tierra y el agua han sido sacudidas justo cuando nace mi último heredero, quien ahora veo que tendrá dominio sobre dichos elementos, razón por la cual lo bautizo como Valonis, dios de a tierra y el agua!" Así entonces nacieron los DIoses Herederos, la tercera generación de criaturas divinas que hayan pisado la Tierra. Morglú vio esto con gran asombro y se recogió ante un gran temor, mismo sentir que tuvo el cuervo, pues ninguno de los dos creyó que el sus hermanos pudieran tener tan vasta progenie y recibir tantas alabanzas y regalos de los planetas.

El dios de la traición sentía un cúmulo de emociones impuras, desplazándose con rapidez hacia el brazo occidental, ocultándose en el Campo Sull, lugar en donde el osuro derramó su odio y sufrimiento marchitando toda la vegetación y haciendo que el suelo se volviera infértil para todo fruto o planta, menos una flor en particular, la cual mantenía sus pétalos dorados y brillaba majestuosamente, pero que en tanto Morglú se acercó se tornaron de negro, cambiando entonces su brillo. "El campo completo ha marchitado, mas esta bella flor sigue respirando el oxígeno y echa raíces en el subsuelo. Sin duda esta planta ha absorvido la oscuridad que he regado y la ha convertido en su alimento. Haré que se multiplique a lo largo y ancho del campo, el cual será mi refugio dentro de la creación de mi padre. Aquí he de planear mi venganza contra Imper, a quien declaro ahora como mi enemigo, y su progenie he de corromperla para hacerlos mis  generales, comandarán hordas de monstruosas criaturas y han de conquistar el mundo para mi. ¡El poder y la vida me pertenecerán y entonces tendré el poder absoluto, destronaré a mi padre y tendré el gobierno sobre toda la creación!" El cuervo, que observaba a su amigo desde un árbol marchito, sonreía maliciosamente, pues sabía que sus palabras comenzarían a formar parte de los pensamientos de Morglú, quien sería el portador de la oscuridad y cumpliría finalmente con su destino...»


Los Mitos de Iraya: La Condena de la Inmortalidad ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora