No pude dormir nada, así que me puse a leer hasta que llegó la hora de vestirme e ir a clase. No tengo ni remota idea del significado de ese apocalíptico sueño, creo que el colgante es el causante de todos mis desvelos, pero qué le haremos.
-Para mañana tendréis que hacer un trabajo sobre algunas fábulas y mitología griega...- exclamó la profesora de historia antes de que realizáramos la carrera de la salida de clase. Que plasta, ¿no podía ponerlo para el lunes? No, no puede, tan sólo nos amarga la existencia y lo justifica como "aprendizaje útil para cuando seas mayor". Estupendo.
Volviendo a casa, distraída con el sonido de las aves y atenta al olor a polución y gasolina agridulcemente agradable, me frené en seco. Un papel voló a mis pies, una especie de carta. La recogí y miré hacia los lados, pero en la calle no había ni un alma reclamándola, nadie. No ponía su procedencia, ni el destino, ni el autor...Era anónima y aparentemente misteriosa. Nada mas llegar a casa la abrí con ansia, con tan intensa curiosidad que sólo con leer la primera palabra un escalofriante viento frío recorrió mi nuca.
'Hola Miles
Supongo que ahora te estarás preguntando como sé que eres tú, como sé que este escrito ha llegado a tus manos y no a otra persona...Pero es irrelevante. Tienes algo nuestro, sabes que no te pertenece, devuélvenoslo y te daremos lo que más desees. No tenemos problema con el dinero ni con cualquier capricho extravagante que sea de tu agrado. Quizás te estes cuestionando si tienes que entregárnoslo pero no te conviene demasiado ya que gracias a eso habría consecuencias. Si quieres conservar tu vida diaria tal como la conoces, deja el colgante en el sitio donde recibiste la carta, de lo contrario...'
Firmado: ∆
Mi cabeza estaba colapsada de tanta información, la amenaza se acerca y tengo que protegerme como sea...No sé que hacer. ¿Que ganan ellos con esto? Tengo que hablar con Brian de inmediato, él es el culpable, el que me dió el colgante, tiene que saber algo.
