Las 16:30, camino por la calle nerviosa y alegre a la vez. Al final, cómo me he dormido, he cogido lo primero que he pillado: pantalones, camisa y jersey.
Estoy a dos pasos de la cafetería, el pulso se me acelera de tal manera, que siento que las piernas me tiemblan. Entro y ahí está, sentado y distraído leyendo la revista Rolling Stone. Es tan perfecto, no se ni porqué he venido aquí, en fin, a por él Leire.
-¡Hola!- me dijo amistosamente. Le respondí con dos besos en la mejilla.
Se presentó, se llamaba Brian, curiosamente el nombre de chico que más me gusta y tenía 19 años. Estudiaba diseño gráfico y se esta preparando para una beca para ir a una universidad de Francia.
Todo era perfecto en él, hasta cuando había silencios incómodos, me distraía con su mirada. Sus ojos eran como un fuego que recorría todo mi cuerpo y se esfumaba con un escalofrío en seco.
Pero entonces me dijo:
-Verás ese día, en la fiesta...- y continuó.
- Intentaron hacerte algo, algo malo, ya me entiendes. Yo los frene cómo pude y te saqué de allí. Solo quiero que estés tranquila no te llegaron a hacer nada.
- ¿Pero porque yo? Es decir, ¿ no se lo hicieron a mas chicas?- hubo una pausa incómoda de dos eternos y fríos minutos tras esa respuesta.
- De eso vengo a hablarte...Verás tu tienes algo especial, algo que las demás no tienen, algo muy diferente...y sólo esta en tí. Esos tíos solo iban a una cosa y creo que te habrían estado vigilando desde hace demasiados días. ¿Nunca has notado cómo si alguien te persiguiera o se acercara extrañamente a ti?
- Pues no la verdad, a parte, ¿quién se querría acercar a mí?- dije. Soltó una carcajada y me dijo en voz baja:
- Eres más de lo que crees, pequeña Leire Rose, todo esta en ti...y eres peligrosamente preciosa-. Desde ese momento me quedé hipnotizada, no pude decir nada, solo mirarle y ponerme roja, tal bote de kétchup.
-He de irme- me dijo. Me acompañó hasta la esquina, cerca de mi calle y nos despedimos. Y justo cuándo me doy la vuelta me envía un mensaje diciendo: "Nos veremos pronto, cuídate, pensaré en ti sin cesar". Dios mío, no puedo creerlo. Situación sentimental: Loca y solo por él.
