Capitulo Cuatro.

273 22 0
                                    

Prov's Narradora.

Shikamaru y Lee habían estado sentados al lado de Sekai por casi cuatro horas, y ella seguía sin despertar.

- Ya es muy tarde. - Dijo Shikamaru.

- ¿Mm? - Lee no le había puesto mucha atención al Nara en toda la tarde, pues había estado grabando en su mente el rostro de la pelirroja.

- Deberías irte ya a tu dormitorio, Lee.

El pelinegro miro a Shikamaru.

- Pero ella aún no despierta. - Contesto.

- Yo esperare aquí hasta que lo haga. - Miro el brazo herido y vendado de Lee. - Tú también sufriste algunas heridas. Deberías ir a tu casa a descansar.

- Pero...

- Cualquier cosa yo te avisare.

Shikamaru tenia razón, Lee también estaba herido y debería descansar.

Rock Lee se levanto de la silla y salio de la habitación.

- Que chico tan tedioso. - Se quejo el Nara.


Prov's Deidara

Ya eran las siete cuarenta y cinco de la tarde. Iba de camino a la enfermería de la Academia a "ofrecer disculpas" de parte de Akatsuki, más mías que de ellos, cuando pase por afuera de la florería de Ino.

- Hola, Ino. - Dije al entrar. - ¿Cómo has estado?

- ¿Qué haces aquí, Deidara?

- Que fría eres.

Me dio esa típica mirada suya de "Te odio", con esos ojos que matan.

- Bueno ya, solo venia por una flores. - Confesé.

- ¿Para quien? - Su interés me sorprendió. - ¿Para Sasori o para Tobi? - Demasiado bueno para ser verdad.

Reí, en verdad me dio risa.

- Amo ese sentido del humor que tienes. Pero ya hablando en serio. Las flores son para Sekai.

Ino abrió los ojos como platos.

- ¿Para Sekai? - Dijo fuera de si un momento.

- Sí.

- ¿Por qué?

- Por el daño que le causamos. También quería llevarle a Naruto y Lee, pero no quiero que mal interpreten las cosas.

Idiota, juro que Ino me dijo idiota en su mente.

- Bueno, ¿Que flores me recomiendas?

- Podrías llevarle unas flores rosas. - Me recomendó. - Unas rosas rosadas.

Mire sus ojos un momento.

- Las rosas rosadas son buenas para pedir perdón, Deidara.

- Entonces dame un ramo de rosas rosadas.


Prov's Narradora

La Yamanaka salio de detrás del mostrador y recogió de la maceta seis rosas para el arreglo. Regreso al mostrador y las envolvió en un papel blanco, amarrado con un listón de color verde pálido.

- Gracias. - Dijo el rubio y le pago por el arreglo.

Camino hacia la salida y cuando estuvo en el umbral de la entrada miro a Ino.

- Algún día te daré un ramo de rosas rosadas enorme, Ino. - Le dijo y se fue.

La ojiazul lo miro desaparecer y se quedo mirando hacia la calle por unos tres minutos.

Ellos se necesitabanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora