Tosió por décima vez en la noche. Sentía de alguna forma que se iba a resfriar, quizás sería por haber vuelto casi a las tres de la mañana por el frio bosque. Tampoco podía quejarse mucho por su actitud, Zayn se había ofrecido a traerlo a casa para que no volviera solo e incluso le había prestado una chaqueta de cuero que por cierto descansaba ahora en el sofá de Liam esperando ser devuelta a su dueño.
Liam se había perdido en Zayn esa noche. No había hecho más que conocerlo y escuchar su historia mientras que sonreía como tonto en cada momento y ¿Quién no lo haría estando delante de una persona encantadora?
Se había entristecido cuando le había confiado la historia de su madre, cuando le había contado que su padre la lastimaba y le pegaba frente a él, la historia de cómo había muerto y lo había dejado solo con su padre, le había confesado todo el dolor que había sentido y todas las lágrimas que había derramado.
Liam se había maravillado por la manera en que Zayn sobrellevó la pérdida de su madre; "Sonríele a todo y hazle saber a todos que eres valiente y solo Dios puede contra ti", había dicho el pelinegro citando las últimas palabras de su madre. Liam también había sufrido la muerte de su madre pero no la había sobrellevado de la misma manera. Zayn le había pedido no contárselo a nadie y no lo haría porque el pelinegro había confiado en él con solo horas de conocerlo y no rompería por nada esa confianza.
No había visto a Zayn en dos días en los cuales había ido nuevamente al médico y este le habría pedido evitar momentos estresantes y emociones fuertes ya que su cerebro necesitaba reposo y descanso para poder volver a la normalidad y su amigo Niall se comunicó con él e insistió en que venga a su departamento donde anunció que viajaría a Italia por un concurso de cocina.
Niall era uno de sus mejores amigos, el chef del grupo, bueno por lo menos eso era lo que deseaba ser. Básicamente el rubio era el que cocinaba casi para cualquier ocasión y el que con solo tres ingredientes podía cocinar un delicioso platillo, ese sin duda era Niall.
Liam casi ya estaba seguro que estaba condenado a la soledad; Niall partiría a Italia la semana siguiente y, bueno tampoco podía esperar mucho de Louis y de Harry, que desde que comenzaron a ser novios eran mundo aparte y hasta incluso habían fusionado sus nombres creando un Larry Stylinson que sonaba inventado por alguna fan desesperada.
Corrió las sabanas con sus pies y observó aquella chaqueta de cuero negra que había reposado los últimos tres días y recordó que debía devolverla a su dueño. Liam se removió y esbozó una sonrisa, se levantó rápidamente y con más ganas de lo normal apresurándose a vestirse y acomodando un poco su cama, aunque no había podido hacer mucho; Sammy seguía descansando en la misma posición en la que usualmente estaba y no parecía querer moverse. Abrió la puerta trasera de su casa y salió a paso tranquilo ignorando los ruidos de su estómago que anunciaba no haber recordado desayunar.
Estaba al frente de su casa, preguntándose como una conversación y si Zayn estuviera dispuesto a dejarlo pasar como la última vez. Golpeó la puerta cuatro veces con el puño cerrado y se acomodó la ropa mientras sostenía con más fuerza la prenda que llevaba consigo. Esperó que Zayn abriera la puerta y saliera a su encuentro con su hermosa sonrisa pero parecía no estar en casa.
Liam volvió a insistir pero nadie contestaba, pasaron así varios minutos hasta que el morocho abre la puerta. Tenía una toalla en su cintura y estaba empapado, al parecer salía de bañarse. Se veía muy sexy. Las gotas de agua resbalaban por su piel, delineando cada centímetro de esta. Liam se quedo perplejo ante Zayn.
-Perdóname, he estado tomando un baño, ¿Quiéres pasar?-
-Ehhh... claro-
Liam entró y Zayn cerró la puerta detrás de él.
-¿Quiéres esperar unos segundos, mientras...-
-Ve, te esperaré aquí- Interrumpió.
-Gracias- Pronunció mientras se iba a su habitacion. Liam observó detenidamente a Zayn mientras caminaba, bajó la mirada y observó que la toalla se deslizó por la piel mojada del pelinegro y Liam rió por lo bajo al ver su trasero que luego fue nuevamente cubierto por la toalla.
Un rato después Zayn salió de su habitación y volvió a la sala.
-Creo que esto es tuyo, gracias-. Dijo Liam mientras le acercaba la prenda al morocho.
-De nada-. Dijo con una sonrisa. -Pensaba ir al parque de diversiones, pero no encontraba con quien ir ¿Te gustaría ir conmigo- Pregunto Zayn.
-Me parece bien-. Dijo Liam devolviendole la sonrisa.