-Puedes quedarte en esta habitación- Habló Liam dirigiéndose a su invitado mientras le mostraba dicho dormitorio. Había una cama de dos plazas y una mesa de noche en el costado del mueble; en la pared paralela a la puerta se hallaba una ventana con una cortina de brocado; un armario pequeño se encontraba al frente de la cama. -Es un poco más pequeña que la mía pero supongo que es acogedora-
-Gracias, Liam. Es perfecto. Mucho mejor que vivir con termitas- Añadió. Se dirigió a la cama, arrojando su cuerpo sobre esta. -Absolutamente mejor que vivir con termitas- Suspiró el pelinegro observando hacia el techo.
-Si necesitas algo, avísame. Tiene el baño ahí- Señaló la puerta contigua al armario. -por si quieres tomarte una ducha. Iré a preparar la cena.
-Muchas gracias- Respondió el morocho incorporándose. Sonrió y el castaño lo imitó. Liam comenzaba a idolatrar su sonrisa.
-De nada- Pronunció retirándose de la habitación con la misma sonrisa plasmada en su rostro.
Fue a la cocina y encendió el horno. Liam pensaba en los sentimientos que podría sentir hacia Zayn. ¿Por qué había hecho todo esto por él? ¿Y si, sin querer, sin razón o sin motivo se estaba enamorando de él?
Caminó hasta la habitación donde se encontraba su huésped, la comida estaba servida y debía avisarle. Diviso la puerta entreabierta y creyó que no había necesidad de pedir permiso, la abrió y Zayn estaba completamente desnudo mientras secaba su cuerpo mojado; se notaba que había tomado un baño. Liam se había quedado estático; su mente advertía salir de aquella situación pero su cuerpo parecía resistirse a acatar las órdenes. El pelinegro continuaba secando su piel y parecía que no haber notado la presencia del castaño. De repente, el morocho giró su cabeza mirando de reojo a Liam regalándole un guiño, que lo tensó por completo y lo hizo sonrojar, en respuesta se volvió hacia atrás chocándose con el umbral de la puerta y saliendo de la habitación.
-Oh, por Dios- susurró para sí mismo apoyándose en la pared del pasillo. ¿Por qué demonios se había quedado espiándolo?-¿Necesitas algo, Li?- Sorprendió al dueño de la casa que no se había movido de su posición.
-Ven a comer, la comida esta lista- Habló rápidamente el castaño para luego ir inmediatamente a la cocina sin antes ver una sonrisa dibujada en el rostro del morocho.
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Holis gente ah. Bueno la verdad me gustó mucho escribir este capítulo espero que les guste, esta un poco corto pero creo que quedó bien.Si quieren que les dedique algún capítulo me dejan un comentario. Cuenten si les gusta o si no.
Besos. Gracias por leer.