- ¿Te levantaste solo para quitarme una semilla?. - Solte una risita
- Me levante para decirte que te vez encantadora. - Acarició mi mano lentamente
¿Demonios de donde sale esta electricidad familiar?
- Siento que te conosco. - Susurré. El me miró de reojo, arqueó una de sus cejas
- No te equivocas en ello. - Sus ojos me mirarón fijamente. - Es imposible que no me recuerdes. - Susurró casi inaudible. Buscaba algo en su mirada, su brillo me resultaba familiar. Bajé la mirada
Dios. Tenia una mirada tan seria y profunda.
- Entonces no estoy loca. - Me puse de pie. Mi cuerpo rosó con el suyo. De un momento a otro nos encontrabamos solos. Realmente solos. No se podia escuchar ni el ruido de una mosca pasar cerca de nosotros
- Todos los humanos tenemos un poco de locura en nuestro interior. Por eso hay que sacarla antes que esta nos vuelva realmente locos. - Sonrió con toda su dentadura. Peino su manejable, sedoso y brilloso cabello negro.
Estoy babeando.
Es como si fuera un algodón de azúcar su cautivante y sensual cabello.
- La locura va de la mano con "cosas ilegales".- Reí. - Te vez como un chico que rompe las reglas
- He roto muchas y no me importa seguir haciendolo, con tal de conseguir lo que quiero. - Elevó sus hombros de arriba abajo
- Suenas como un maniaco del control. - Arqueé una de mis pobladas cejas. Mi mirada lo reto
- Y tu suenas como una total y absoluta chica tipica que se encierra en su cuarto a leer libros. - Curveó sus labios
Realmente queria golpearlo y dejarlo sangrar por dias, cortarle su ^$*#&$&× y darselos a los buitres, después hacerlo picadito y hechar su cuerpo picado en ácido ardiente.
¿Como se atrevia a decirme eso?
¡COMO!
Esta en lo correcto. No entiendo por qué te enojas.
- Eso es lo que piensas tu
Me safe de el. Tomé mi mochila y sali hacia el pasillo. Lo escuche gritar e ignore a omiso
- Aush. - Gemí masajeando cuidadosamente mi frente. Habia caido de espaldas al suelo
- Lo siento. - Susurró Aaron. Me ayudo a levantarme y acaricio mi frente. - Justo te buscaba. Kelsey nos esta esperando en el parque.
Hoy era el dia internacional de caidas de Ámber.
- ¿Ya?. - Me giré hacia atras buscando al chico pero no podia verlo, habian demasiadas personas
- Ya. - Sonrió
(...)
La brisa del cauteloso viento golpeaba con ternura mis mejillas.
Aunque al principio subirme ala motocicleta de Aaron me costo bastante trabajo, cuando vi Aaron tomarme en brazos y subirme ala motocicleta, fue la exepción. Odiaba las alturas infinitamente
Y justo por qué las odiaba acepte ir a los juegos mecanicos. ¿Que ironia no?
No sabia exactamente para donde me llevaba Aaron, ya que llevaba más de 30 minutos conduciendo por Mytisc, Falls
Apreté su abdomen.
Demonios. Estaba tan duro
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