Capítulo 1.-La partida.

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La partida

La princesa se encontraba acabando de cepillar su largo cabello rubio, en tanto se miró en el espejo soltando un suspiro y realizando una mueca. Hoy era el día, el día en el que iría a la isla de los perdidos a causa de la proclama de su hermano Ben.

—Creo que necesito un corte.—murmuró para ella misma pasando el cepillo de nuevo por su cabello.—Y uno muy urgente.

Los gritos de las diversas personas se oían hasta llegada la planta alta, a eso sumado a los ruidos provenientes de la señora Potts y unos pocos asistentes en la cocina, los cuales en su mayoría se encontraban nerviosos. Anabella suspiró colocando todo su cabello a un lado, alborotandolo un poco con un corto movimiento de cabeza y finalizándolo con un broche para que este no se "esponjara" más de lo que de por sí ya estaba. Echó una mirada a su bolso amarillo en una esquina, evidentemente pulcra, de la habitación, pues a su lado había una foto de sus padres y de su hermano Ben. Fue en aquel momento que se acercó a ella y la examinó. Tenía los mismos rasgos que cuando la foto fue tomada, y eso que había sido hace unos pocos años. Básicamente era una versión menor y más femenina del príncipe Ben, solo que con el cabello castaño mucho más claro, casi llegando al rubio, los ojos color café y nariz más respingada. Evidentemente no había cambiado nada desde todo aquel tiempo.

Dejó el cuadro color café justo donde estaba y se llevó una mano al broche color oro casi al tiempo que entendía, y tengan por seguro que no era la primera vez, que era lo que debía de hacer en aquel sitio una ve llegara por aquella tarde. Debía ir y seleccionar distintos hijos de villanos para que asistieran a la secundaria en Auradon, un grupo lo suficientemente necesitado y con posibilidades de un cambio, pero que tuvieran diversas habilidades a la vez que destrezas, eso por no decir un nivel promedio de inteligencia. Claro que esas fueron algunas de las condiciones que le dio su padre unas semanas antes de irse, y las que debía cumplir a cabalidad, pues fue lo que se propuso en tanto los cuatro discutían acerca del tema. Aquella era una misión importante, era primordial cumplir esa tarea. Le era imprescindible.

Fue ahí cuando su hermano la llamó. La chica apresuró sus pasos por cada una de las infinitas escaleras blancas.

—¡Anabella ya baja, la limusina está aquí!.—anunció su hermano Ben desde la parte baja.—No querrás hacerla esperar.

—¡Voy en un minuto!.—gritó de vuelta tomando un objeto de mármol entre sus manos, al terminar lo dejó de nuevo en su lugar.—Solo un momento.

Y es que tal como había dicho su hermano hace tan solo momentos, su menor intención eran hacer esperar a nadie, pues ya era suficiente con que en más de una reciente ocasión tuvieran que esperar por ella. Fue entonces que se quizás en su alegría o desesperación, lo que fuese por llegar rápido, se le ocurrió la mejor idea que a ojos de ella pudo haber tenido. Sacudió un poco su cabello rubio y en un veloz a la vez que ingenioso movimiento se tomó del dorado, a la vez que firme borde, de las escaleras. Varios de los adultos la miraron, sin embargo no le tomó la menor importancia, pues nunca solía tomársela, eso y que en verdad estaba desesperada, subió al borde de estas y se tiró por ellas hasta caer de pie en el suelo, todo aquello en tanto le ofrecía una blanca sonrisa a cada uno de los presentes que le veían con caras de reproche. Seguido de aquello realizó una breve reverencia. La reina rió.

—Algún día te vas a matar, y no estaré allí para ayudarte, bien que lo sabes. —rió ella junto a su hija; esta ya estaba acostumbrada a que ella hiciera esa serie de cosas desde pequeña, pues era comúnmente muy traviesa, seguidamente su risa cesó.—¿Estás segura que quieres hacer esto? Tu hermano puede ir, ya sabes que él no tendría problema en hacerlo de todas formas.—dijo y acarició su mejilla brevemente intentando que se quedara, cosa que lamentándolo mucho para la mayor fue en vano, ella sí tenía intenciones de irse.

Descendientes"Amor Prohibido"(El Villano y La Princesa).[Carlos de Vil].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora