CAPITULO 2: El conjuro.
Sentí la mano de Stephanie Jenkins cerrándose sobre mi codo mientras escuchaba a Lucy parlotear sobre un nuevo grupo de música y yo trataba de decidir que era menos tóxico, si la tortilla verdosa que me ofrecía la cocinera del instituto o el sándwich de queso y mayonesa que me había preparado mi hermano.
-Tenemos que hablar-dijo con tranquilidad, como si al hablar conmigo no estuviese alterando un orden jerárquico adolescente.
Lucy la miró con curiosidad, y luego a mí. Le había explicado que solíamos ser muy amigas de pequeñas y que todo acabó en el instituto, cuando ella empezó a juntarse con otro tipo de gente y yo dejé de estar incluida en sus planes, así que supongo que le sorprendió que viniese a hablar conmigo.
-Eh... Claro. -miré la tortilla y el sándwich y decidí que, de todos modos, lo más seguro para mí era no comer ninguna de esas dos cosas. - ¿Quieres...?
-Me gustaría que quedásemos... Pronto. Hoy mismo, a poder ser. -me interrumpió. -Es por nuestro... trabajo de clase.
-Ah, esto... Sí. Claro. Vale. -tartamudeé, tratando de ignorar la mirada inquisitiva de mi mejor amiga.
-¿A las cinco en la puerta del instituto?
-Sí. Bueno, vale. O sea sí. -balbuceé. Apreté mi libreta de matemáticas contra el pecho y forcé una sonrisa, abofeteándome mentalmente por lucir tan estúpida.
Stephanie me dirigió una sonrisa tímida.
-Pues allí nos veremos-dijo, caminando hacia atrás. Luego se giró y se reunió con sus amigas, que la esperaban junto a la fuente.
-¿Tienes que hacer un trabajo con Stephanie Jenkins? -preguntó Lucy, con incredulidad.
-Sí-mentí-No me hace mucha gracia la idea pero... No lo sé. Podría ser peor, ¿no crees? -esto último sí que era cierto.
-Ajá. -dijo Lucy, sin creérselo del todo. Nos dirigimos a nuestra mesa habitual, donde nos esperaba Audrey, nuestra otra mejor amiga. Rubia, bajita, medio alemana y decidida a convertirse en la sucesora de Kaylie Hamilton, la actual presidenta del consejo escolar.
Lucy era todo lo contrario a Audrey. Morena, de piel dorada y siempre vestida de negro, mientras que la primera era enérgica, estudiosa y carismática, Lucy era perezosa, le interesaban más la música y el arte que el año en que empezó la Guerra de la Independencia y amaba pasar desapercibida.
Pero, por alguna extraña razón que jamás comprenderé, se hicieron inseparables.
-¡Hola, hola, alumnos de Covert High! -saludó la alegre voz de Kaylie por los megáfonos. -Os recordamos que el equipo de natación compite mañana a las seis, ¡Id a apoyar a las Anguilas de Covert! Y a nuestra estrella, por supuesto, Ariel Aquawater. ¡Cualquiera diría que nació sirena, así como su tocaya! -algunas carcajadas se escucharon en la cafetería y vi como Ariel trataba de esconderse bajo su mata de pelo rojo, visiblemente avergonzada. -¡Más noticias! Sigourttney Leasley consiguió ayer la medalla de plata en el concurso estatal de matemáticas. ¡Felicidades! -los chicos de una mesa cercana silbaron a una morena que sonreía, algo sonrojada. -Oh, sí... Y los alumnos de segundo curso... Lo siento chicos, toca Educación Sexual este año. -todos los alumnos de segundo emitimos un quejido a la vez, mientras otros se burlaban de nosotros. -Así que, al menos esta semana, las clases de Ciencias de la Naturaleza serán convertidas en clases de... Ya sabéis. <<No os quedéis embarazadas o arruinareis vuestra vida>>-finalizó, imprimiendo un tono grave en su voz. Se oyó a la subdirectora regañándola por detrás. Más risas. -Y eso es todo, chicos. ¡Nos vemos mañana a la misma hora en Buenos días, Covert High!
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Abracadabra.
Teen FictionGwendoline Callahan sería una chica normal y corriente, con unos amigos normales y corrientes y un trabajo a tiempo parcial normal y corriente si no fuese porque es... Bueno, una bruja. ¡Y no es una bruja cualquiera! Los Callahan son una de las fami...