-Estás mejor? -Terminaba de desayunar y ya me había tomado la pastilla, la cual fue muy efectiva por cierto.
-Sí -Susurré - ¿Emily volverá a casa en cuanto yo esté mejor? -El asintió levemente con la cabeza - ¿No la extrañas?
-Como un loco. No imaginas cuanto -Su mirada se desvió, perdiéndose un poco y se le pintó una pequeña sonrisa, noté tanta sinceridad en su voz que no pude evitar sonreír también
-En este momento estaría aquí en medio de nosotros muy feliz, le encanta cuando desayunamos en la cama todos-El mira hacia un punto fijo de la cama y sonríe, me quedo pensando en Emily y recuerdo que hace poco estaba aprendiendo a reconocer algunas partes de su cuerpo, puede sonar tonto pero para una madre, cada una de esas etapas son especiales e inolvidables -¿Habrá aprendido nuevas palabras? -El levanta los hombros levemente.
-Probablemente
-Le haré una sorpresa para cuando llegue. ¿Qué te parece si le hacemos una fiesta? O tal vez podamos planear un viaje a Disney con ella, ¡Le encantará!!-El se queda unos segundos en silencio y luego asiente levemente con la cabeza - ¿No te emociona? Bueno, si no quieres yo puedo hacerlo sola, le pediría a Andrea y Sofía que me acompañen
-Está bien muñeca, como tu prefieras -Lleva el último trozo de durazno a mi boca y lo recibo. Está dulce, y suave y se deshace rápidamente en mi boca. ¿De nuevo está extraño este hombre?
-¿Por qué no le pedimos a mi hermana que la traiga de vuelta ya?
-Porque es imposible... -Carraspea -es decir, tú no estás en condiciones para cuidar de ella. Yo tampoco, porque tengo que cuidar de ti y debo trabajar. No sería conveniente -Me mira -Termina de comer tu fruta
-Ya terminé -Limpio mi boca con la servilleta -Podemos contratar a una niñera. Sólo quiero que ella esté aquí Flavio, la extraño demasiado, sabes que nuestra bebé es lo más importante para mí y que con ella... tengo una conexión demasiado especial. La necesito
-Lo sé princesa, pero es mejor que sigamos así por ahora ¿Sí? -Suspira -Por favor no insistas con eso ahora-Su voz se ha vuelto firme y áspera. No sé porque se ha puesto tan impaciente de repente
-Ok, ok. Pero es que... siento que han cambiado tantas cosas. Como si en lugar de haber estado 17 días en coma, estuve 17 años -El río un poco y negó con la cabeza -De verdad. Por ejemplo... ese cuadro de Emily que está abajo. ¿Cuándo lo mandamos a hacer? No recuerdo -Se quedó en silencio unos segundos y luego de repente arqueó las cejas
-¿Te gusta?
-Es precioso.
-Bueno... Era una sorpresa que yo quería darte antes del accidente -Sonreí
-Y los muebles también?
-Esos... tú quisiste deshacerte de ellos, estabas comenzando a hacer una pequeña redecoración -Me preocupo. Es algo más que no recuerdo
-Enserio? -Lo miro con los ojos bien abiertos -Flavio... es broma ¿verdad?
-No. Es enserio
-Estoy peor de lo que creía, no recuerdo eso -Expresé con un suspiro
-Ya lo harás, ahora termina de comer -Poso su mano en mi rostro y acarició mi mejilla, luego dejó un beso leve en mis labios. Por momentos es tan dulce, pero luego vuelve a ser arisco y me preocupa
-Por cierto, hablé con tus papás, vendrán a quedarse contigo esta noche.
-No es necesario, puedo quedarme sola. Flavio, si sólo me dejaras usar las muletas
