Capitulo 15

549 14 1
                                    

Incredulidad. Por supuesto que es lo primero que puedo sentir al escuchar una barbaridad así... aunque no negaré que con sólo escucharlo se me han puesto los vellos de punta... por un momento sentí que cada movimiento en aquel restaurante se detuvo, y que mi cuerpo se había entumecido; porque aún no he podido reaccionar a pesar de que han pasado varios segundos desde que Eduardo ha dicho esa locura. ¿Cómo va a estar mi hija muerta? El carraspea, se mira con Kendra, luego ambos miran a Flavio, luego a mí. Los dos parecen confundidos, Flavio no puede levantar la mirada y yo simplemente no hallo que decir.

-¿Estás bien? -Pregunta Kendra. -Irina, lo sentimos, de verdad

-Claro que estoy bien, es más... creo que están equivocados, a lo mejor me están confundiendo con otra persona porque nuestra bebé está bien -Miro a Flavio -¿Verdad mi amor?
El no responde. Y de hecho su mirada no dice nada bueno y todo rastro de sonrisa en mi rostro se esfuma

Un momento...

-¿Mi amor? -Insisto, un poco preocupada - Puedes aclararles que nuestra hija sólo está con mi hermana? -Miro a Kendra y a Eduardo y ellos parecen preocupados, luego vuelvo a mirar a Flavio y él...

-Irina... -Deja escapar el aire contenido ahuecando las mejillas. Se pasa una mano por el cabello, me mira al fin... hace de todo, pero no me responde. ¿Por qué no lo afirma? Su silencio está haciendo que un miedo incomprensible comience a apoderarse de mí, al punto que un escalofrío me recorre por completo

-Flavio ¿Qué te pasa? ¿Qué le pasó a Emily?

-Emm Nosotros, nos vamos -Dice Eduardo y se pone de pie, Kendra hace lo mismo, nos miran como si ambos acabáramos de enloquecer -Sentimos mucho haberlos afectado con este tema, no era nuestra intención ponerlos así. Con permiso -Eduardo paga su cuenta y posteriormente, veo como se alejan. Se van porque no pueden soportar la tensión. ¿Por qué hay tanta tensión por aquel comentario sobre mi hija...

Oh no... esto es malo.

La angustia está haciendo que tenga ganas de devolver todo lo que acabo de comer y mi mente comienza a conectar cada cosa... las lagunas mentales, la actitud evasiva de mi esposo desde que desperté, el comportamiento extraño de mi familia, la ausencia de mi hija aquella temida verdad de la que hablaba con Arturo aquel día en su despacho y ahora el comentario de Eduardo. Todo se conecta entre sí, haciendo que la realidad golpee mi cara como un torrente. Maldición esto está mal, no sé qué exactamente, ni porqué pero algo está muy mal aquí. Tal vez sea mi memoria... tal vez con el accidente olvidé muchas más cosas de las que creí y entre ellas está.... ¿La muerte de mi hija?

No, Irina esa es una completa locura. Me digo a mi misma y borró ese loco pensamiento de inmediato y enseguida el habla

-Irina pensaba decírtelo, pero no de esta forma. Han pasado muchas cosas...

No lo dejo terminar cuando me levanto de golpe como si acabara de ser empujada por un resorte "Pensaba decírmelo" ... eso acaba de confirmarme todo. Se me escapa un sollozo ahogado y me tapo la boca con las manos. La realidad se infiltra a mi conciencia y siento que me cae el mundo encima. El vacío que se ha apoderado de mí se expande un poco más.... Mi hija... No entiendo nada... sólo sé que Emily no está bien y ese es motivo suficiente para hacerme enloquecer.

-¿Estás bien? -Se levanta acercándose a mí, colocando su mano sobre mi mejilla. Sabe que no lo estoy, o que no debería estarlo

-¿Qué le pasó a mi hija?

-Voy a decirte todo pero Primero quiero que intentes estar tranquila... vamos a la cabaña ¿Sí? Ahí podremos hab...

-¡No! Flavio ¿qué pasó con Emily? -Las lágrimas llenan mis ojos de inmediato

"La memoria del corazón" FlavirinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora