Flavio se acercó en cuanto oyó su móvil, lo tomó y salió de allí. Para hablar afuera.... Sin decirme ni una sola palabra, se fue... Donde yo no estaba, donde yo no podía escucharlo, ni saber de que hablaba.
El nombre que había visto en el identificador de llamadas de su móvil era un nombre que ni siquiera quería escuchar nombrar. Daniela. Es neuróloga y trabaja aquí en el hospital. Es su empleada, su colega, y la persona que menos tolero sobre este mundo. Sentí como si lava en lugar de sangre corriera por mis venas cuando vi que Flavio salió para hablar por teléfono con ella ¿Qué tenía que hablar de forma privada con ella? Mi mente enmarañada comenzó a pensar cosas extrañas y no es para menos. Tenía mis motivos... motivos que no quisiera recordar debido a la situación actual.
Era abominable, no sólo el hecho de que hablaran sino el hecho de que el saliera de la habitación para hablar con ella como si me ocultara algoEnseguida entró mi papá y llamó a Samuel para hablar de algo con él, ni siquiera escuché bien lo que quería, sólo estaba imaginándome las mil posibilidades de que ella y Flavio se hubieran acercado un poco más durante estos 17 días y tal vez ella lo había consolado mientras yo moría y el había encontrado una gran persona en ella. Una mujer hermosa, inteligente, trabajadora, consciente y sin una pierna inmóvil ni lagunas mentales.
-Hey!! -Mi hermana me trajo de vuelta al mundo - ¿Todo bien? ¿Por qué te pusiste así?-Preguntó Andrea sentándose en la silla que estaba junto a mi cama y yo intenté disimular
-Así como?
-Así... como ida, como si estuvieras perdida... además andas de muy mal humor.
-¿Te parece poco mi situación? -Mencioné con frialdad... vamos, no podía desquitarme también con mi otra hermana.
-Estás cambiada -Concordó Andrea-Y no quiero verte así, quiero ver a mi cabrita loca de siempre... quiero recuperar a mi hermanita - Tal vez se refería a que quería que me levantara de esa cama y volviéramos a salir y a divertirnos como siempre... interesante. Yo también lo quería pero ésta era mi realidad - ¿Quieres hablar? Sabes que siempre me gusta escucharte
-Andre... ¿Tú sabes algo de Flavio?
-Mmm... O sea, es tu esposo, el padre de tu hija...
-No tonta, no me refiero a eso. ¿No lo ves? Está muy extraño. Tú has estado cerca de él, ¿Que pasó en estos días en los que estuve inconsciente? ¿Por qué está así? No es el mismo conmigo, está frío, distante. No siento en él el mismo amor hacia mí -Andrea carraspeó me miró con una sonrisa forzada a la vez que enredaba su dedo en uno de sus cortos y gruesos rizos
-Tal vez lo estás imaginando Irina. Flavio sigue siendo el mismo, tal vez está cansado, no sé... todos estuvimos estresados con todo esto que te ocurría.
-No, no Andrea el no es así. Aunque esté cansado no es así, sé que algo pasa y no quieren decirme - Recliné la cabeza y voltee hacia la ventana -Lo llamó esa tipa
-¿Cual tipa?
-Daniela. Te he hablado mil veces de ella ¿Recuerdas? -Ella asintió despacio con la cabeza - ¡¡Lo llamó y me dejó aquí para ir a hablar con ella!!
-Seguramente es por algo de trabajo
-Si fuera algo de trabajo él no se habría ido, si se fue es porque tiene que hablar de algo íntimo con ella -Andrea suspiró, se veía nerviosa... incluso a ella la notaba extraña, ella nunca ha sido tan callada y ahora me está costando sacarle palabras -Andre... dime qué pasó? ¿Qué ocurrió en estos días en los que estuve inconsciente? Por favor, dímelo Andrea
-Irina... No sé... De verdad
-¿Lo viste en algún momento con ella?
-Pues... -Titubeó -Si. Pero aquí en el hospital, nada comprometedor. Irina ¡estás paranoica! Tranquilízate, no pasa nada
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