Al otro lado de tu ventana.

10

- ¿Lo crees?

- ¡Claro! ¿Por qué no?

-Nada. - dijo mientras se levantaba. - ¿Ahora quieres ver mi lugar favorito en el mundo?

-Me encantaría.

Alex la ayudó a levantar y la guio a un puente, que no se encontraba muy lejos de allí. En todo el camino no hablaron.

-Espero que no seas de aquellos chicos locos y acosadores que secuestran en la penumbra de una noche en un puente. - bromeó mientras los dos se recostaban en la barandilla en la cual parejas solían poner candados con sus nombres.

-Suena tentativo. -rieron- Lo más hermoso de esto es en la noche, mira.

Señaló el río que se encontraba acompañado por niebla, y luces. El paisaje era hermoso, la manera en que la niebla se dispersaba y los arboles a su alrededor se movían al unísono de la voz de Alex.

-Tienes razón. - susurró Naomi, que en ese momento sentía que si llegaba a hablar fuerte dañaría el perfecto silencio y la magia del paisaje. - Casi hasta puedo oír al río y los arboles cantar.

- ¿Bailamos? - se animó Alex a decir.

Naomi estalló en risas, debió ser porque jamás nadie le había hecho esa proposición tan rara y tierna. No todos los días alguien te pide que bailes con él en la noche, en un puente, en la soledad y en un profundo silencio. Pero Alex cómo no se lo iba a pedir, si los ojos de Naomi se confundían con las estrellas y las luces, y su pelo se perdía en la oscuridad de la noche, se veía hermosa.

-Hablo en serio. - dijo nervioso él.

-Y si lo fuera, aunque no lo creo. - volvió a reír. - ¿Y la música?

-Tu misma lo has dicho, esta noche el río y los arboles están cantando para nosotros.

Alex cogió sus manos y las puso en su cuello, mientras que las suyas se posaron en su cintura. Y empezaron a bailar lentamente. Casi le parecía un sueño, que en cualquier momento dejaría de serlo y se despertaría con su ausencia.

-Aunque, si te molesta, tal vez pueda cantarte. - Y dicho esto empezó a tararear "te quiero" de hombres g, mientras que Naomi se pegaba a él y ocultaba su cara y su risa en su cuello.

-Eres un terrible cantante. -dijo una vez que calmó su risa. - Por suerte eres buen bailarín.

-Acabas de herir mis sentimientos. - y le dio una pequeña vuelta, que hizo que el pelo de Naomi se desorganizara.

- ¿Tienes? Hasta ahora me entero...

-Sí, y son muy fuertes, por ti.