"La Realidad"

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-¡Estúpido despertador!- Me quejo un día más. Cuando noto que todo ha sido un sueño, que Adam y yo no estamos juntos una lágrima sale de mis ojos. ¿Qué creían? ¿Que ésta, sería una perfecta historia de amor como en los cuentos de hadas? También yo lo creí. Pero hoy no empieza el cuento, hoy es un día normal, en el que tengo que ir a la universidad, afortunadamente mis padres me han permitido cambiar el rumbo de mis estudios y han accedido a seguir pagando la escuela aunque ya no viva con ellos... de alguna forma sienten remordimiento.

Mis padres son dueños del hospital más reconocido de todo Nueva York. Sí, son millonarios; pero como buenos millonarios, nunca han tenido tiempo de criar a una hija, así que la independencia era algo normal para mí.

...

-Noche pesada ¿eh?- Me dice Laura que aparece detrás de mí con una sonrisa a medias.

-Otra vez soñé lo mismo- le cuento y ella pone los ojos en blanco.

-Phoenix, tienes que seguir con tu vida, tu y ese chico jamás se han visto en la vida, ¿qué te hace pensar que están "hechos el uno para el otro".

-No lo sé, es un sentimiento extraño... el inicio de mi sueño es completamente real... si fui a París y estuve en el concierto de Daft Punk, no logro explicarme de dónde salió Adam.

-¿Adam? ¿Ahora tiene nombre?

-Siempre lo ha tenido.

-Vale, vamos a clase que llegarás tarde.

...

Un año después...

-¡VACACIONES!- Grita mi amiga saliendo de su clase de filosofía... -¡Oficialmente, estamos de vacaciones!

-Por fin...- en realidad no siento ninguna emoción por las vacaciones. Durante un año entero no he logrado quitarme a Adam de la cabeza... ¡ni siquiera lo conozco! ¿Qué clase de broma pesada me está jugando el cerebro?

-¿Qué harás?

-Aún no lo sé... tal vez la pasé con mis papás.

-¿En serio?- Volteo a verla con la mirada sarcástica.

-¡Claro! Un verano con mamá y papá... bebiendo jugo de naranja juntos por las mañanas, como acostumbramos toda la vida.

-Ya entendí... buena broma. Entonces... ¿aún no sabes qué harás?- Le digo que no con la cabeza, aunque en realidad tengo un plan en mente. -Te llamaré para salir, ¿está bien?

-Si... perfecto... pero que sea antes del siguiente lunes.

-Creí que no tenías planes...

-Ya veremos- le digo y después cada una se sube a sus respectivos autos, yo me encamino a casa de mis padres... a despedirme.

...

La mansión White. Ornamentada con hermosos árboles, flores y enredaderas que suben por los muros blancos de la casa... respiro hondo antes de salir de mi coche, llenando mis pulmones con el olor de mi hogar. Podría jurar que huelo el perfume de mamá y la loción de papá, cuando estoy en la puerta principal dudo en tocar el timbre porque no veo sus autos... pero antes de poder darme media vuelta, la puerta se abre y detrás de ésta, Rita, mi nana me recibe con una sonrisa y los brazos abiertos para acurrucarme en su regazo.

-¡Mi niña!

-Hola, nana...

-Pero, ¿qué hacías aquí afuera? ¿Por qué no tocas?

-Planeaba regresar más tarde... mis padres no están.

-¡Oh! Regresarán en un par de horas... vamos, entra y te preparo un té de manzanilla.

Un Beso en ParísDonde viven las historias. Descúbrelo ahora