Hipofrenia [Parte I]

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Matt.


—No se que hacer...— suspire mientras me hacia el cabello hacía atrás.

— ¿Y si pruebas con olvidarla?— Lo mire con sorna, el me miraba serio mientras jugaba con un lapiz entre sus dedos.

—¿Me estas tomando el pelo?— Le dije, el negó con la cabeza.

—No, no te veo bien, Matt, ya paso dos años y no encontraste todavía rastros de ella.

—No he buscado bien, las redes sociales mienten.

—¿Que más podes hacer?

—El ultimo año estuve ahorrando para irme a Francia.

—Francia es grande.

—¿Y qué?

—No va a ser tan fácil, ni siquiera sabes francés y pretendes viajar hacía allá a buscar algo que ni siquiera sabes donde esta.

—Que buen apoyo— el rodeo los ojos y suspiro.

—Mira Matt, hace lo que quieras, ojala y la encuentres. Pero como tu amigo creo que no es conveniente. No seas soberbio amigo.

No es soberbia, es amor.

Poder decir adiós es crecer.

Tristan era un buen amigo, nunca te iba con rodeos, ni te hacía escuchar lo que verdaderamente te gustaría. Por eso lo quería, pero aun así en estos dos años no a logrado sacarme de la cabeza a mi Destiny. Por más que quiera, todos los días la tengo presente en mi cabeza y en mi corazón y duele mucho, muchísimo.

Ella era un problema que me hacía feliz ante otros problemas. No la extraño porque esta lejos, de hecho es lo opuesto, la extraño porque esta acá, cada minuto, cada día en mi corazón, en mis venas, en mis noches de soledad, en mis pensamientos. No la extraño porque la quiero de vuelta, lo extraño porque verdaderamente nunca se fue.

"La espera me agoto, no se nada de vos, dejaste tanto en mi..."

Se escuchaba el tema de Cerati a fondo en mi casa, mientras me yacía acostado en el sofá mirando el techo. Ahora vivía solo, empece a vivir solo desde el primer momento en que Destiny se fue. No tan a menudo iba a visitar a Mama Jan, la extrañaba, pero se que le hacía mal, aunque hablábamos todos los días por teléfono.

Había cambiado de escuela y ahora trabajaba en otra, había trabajado cuatro meses más en la misma, pero era imposible, cada rincón, la cafetería, en mi oficina, todo me hacía acordar a ella.

Llamaba a su teléfono todos los días, sabia que había cambiado de número, pero igual y seguía su contestadora con su voz. La busque por Facebook, pero era imposible, había cerrado su cuenta y no la había vuelto a abrir. Demonios, había perdido toda esperanza de encontrarla.

¿Como se vera ahora? ¿Estará más delgada? ¿Se habrá cortado el pelo? ¿O lo tendrá más largo que antes?

Mi Destiny debe ser preciosa, como las sirenas, siempre lo fue.

Sacudí mi cabeza y agarré mi computadora, inicie sesión en Facebook y volví a buscarla, no aparecía, otra vez ese nudo en la garganta.

¿Como se llamaba la madre? ¡Mierda no me acuerdo!

¿Su padre? Bien, ella es de apellido Lavín... Puse Lavín en el buscador y me apareció muchos, pero muchos resultados. Abrí los diez primero y nada, suspire y me refregué los ojos. Abajo de los diez había uno que se llamaba Alex, pero tenia una foto de un niño ¿Un niño? ¡Ella tenia un hermano! Lo abrí enseguida, el niño tenía los mismo ojos de mi Destiny. En la foto de portada estaba -seguramente- su esposa sonriendo.

Abrí su información.

Hombre.

Intereses: Mujeres.

No había más nada, salí de ahí y abrí sus fotos, vi una foto de la madre de Destiny, se me llenaron los ojos de lagrimas, había encontrado a su padre en Facebook.

Abrí la foto y en la descripción decía "Gracias por aceptarnos." ¿Aceptarnos? ¡Pero que importa, era el padre de mi amor! Seguramente Destiny y la madre se habían ido a la misma ciudad que su padre, eso era bueno, mierda estoy jodidamente feliz.

No encontraba información de donde vivía el padre, así que lo agregue.

¿Sera una señal para que ella vuelva a mis brazos?

[...]

Saliendo de la escuela fui a una librería, y compre un diccionario francés, estaba tan emocionado por ir a buscarla. Pague lo que tenía que pagar y fui a una tienda de ropa, todos los días le compraba alguna chuchería ¿Que le puedo comprar ahora? Tome un frasco de perfume y lo olí, flores, ricas flores ¿Le ira a gustar? Se lo compré y me fui a casa, tome un baño y enseguida agarre la computadora, abrí mi cuenta con los dedos cruzados.

Tenía una notificación.

El me había aceptado ¡EL ME HABÍA ACEPTADO! Mierda, lloré de la emoción, abrí su cuenta enseguida.

Y encima, con la suerte que tengo, estaba conectado, no dude ni un segundo y le escribí.

Matt: ¡Hola!

El no respondió.

El no me respondió todavía.

El me clavo el visto.

El esta escribiendo.

Alex: Hola ¿Quien eres?

El corazón se me iba a salir.

Matt: ¿Usted es el padre de Destiny Lavín?

Alex: Así es ¿Usted quien es?

¿Que le digo? Mordí mi labio inferior y escribí.

Matt: Era su consejero en la escuela. Hace mucho que no se de ella ¿Como esta?

Alex: Ella esta bien, ahora esta estudiando en Toulouse, abogacía. No te tenia en conocimiento, pero supongo que a Destiny se le paso de largo contarme sobre usted.

Ella no había hablado de mi... ¿Eso era malo? Suspire y cerré mi facebook.

¿Seria bueno volver a buscarla? ¿Y si ella hizo una nueva vida? ¿Y si ella se volvió a enamorar? Porque mierda, ella es preciosa, no dudo en que haya encontrado otro amor.

¿Porque pensaba en esto ahora? Suspire, ahora que sabía donde vivía, que sabía adonde tenia que ir a buscarla, me daba cuenta de algunas cosas, es una locura que vaya a arruinarle de nuevo la vida a ella, es como dice Tristan.

Poder decir adiós es crecer.


ROPE [Segunda temporada consejero]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora